La técnica de compactar tierra húmeda arcillosa dentro de un encofrado y con ello erigir un elemento de separación espacial, parece ser la lógica más pura y más directa para producir una habitación: material natural local, muro portante, envolvente sólido, masa térmica, forma monolítica, homogeneidad y cohesión material. Todo eso genera estética, desde su sencillez, humildad y honestidad hasta su fuerza de expresión.
Ganar experiencia en esta técnica hasta culminar en una casa completa de tierra apisonada ha sido origen y motivo para este emprendimiento, desde la conceptualización del proyecto hasta la finalización de la obra. La inspiración vino del gran patrimonio arquitectónico de tierra en el Valle de Cinti (Chuquisaca – Bolivia), bodegas de vino y singani, haciendas e iglesias. Aun en ruinas, o tal vez justo por ello, expresan hasta hoy el espíritu emprendedor y productivo de su tiempo y lugar, reflejo indudable de su entorno natural espectacular. Las ruinas en su forma pura, desnuda cuentan su historia, pero también transmiten mensajes a nuestro mundo contemporáneo. No son mensajes de un primer plano, de una fachada esplendida, que indica riqueza y bienestar, sino recuerdan de dónde venimos y hacia dónde vamos – la tierra. Los muros gruesos y los espacios altos nos muestran la grandeza y el coraje de sus constructores. La tierra transmite calor y cobijo y al mismo tiempo deja sentirse como parte del entorno natural. Combinando la sencillez de un material, la habilidad de un constructor y una voluntad compartida que resiste los prejuicios, asi se puede lanzar a algo nuevo aun soñado y percibido anticipadamente: ¿se podrá reinterpretar el muro de tierra apisonada, desnuda y sin revoques que cubren sus desperfectos? ¿Se podrá encontrar un lenguaje formal abstracto contemporáneo capaz de desmantelar el paradigma local dominante que dice: “tierra es subdesarrollo y pobreza”?
La casa forma parte de un conjunto de construcciones existentes en un terreno grande con parcelas agrícolas y un bosque de eucalipto, que colinda con el rio Guadalquivir por el lado este y con el pueblo de San Lorenzo por el lado oeste. Su uso es habitacional. El lugar ofrece un entorno completamente natural apto para un disfrute activo y/o pasivo, para la vacación o para el tiempo de la tercera edad.
La parcela de la casa es cuadrada y fue recortada de un sembradío de maíz, una “Chacra”; un camino de acceso la separa del bosque de eucalipto. La dinámica principal del volumen es en sentido norte – sur, las ventanas principales hacia el este y oeste.
La estructura habitacional coincide con la estructura portante. Los muros de Tapial de 36cm de grosor ejecutados en forma de “U” con sus dos esquinas garantizan una estructura fuerte y rígida. Cada esquina fue tapiada en una sola fase de trabajo, sin juntas. Para la formación de la planta se erigieron cinco de estas Us, dejando vacíos entre ellas, los cuales permiten la transición espacial, la ventilación cruzada y la iluminación natural. Cuatro muros libres de Tapial articulan y extienden este volumen compacto, lo clavan a la tierra en sus puntos extremos y definen las zonas intermedias entre interior y exterior.
Cimientos y sobrecimientos corridos de H°C° y una viga anular de H°A° conectan todo en el sentido horizontal. El primero eleva al muro de tierra por encima de la zona de humedad y el último cumple además la función de dintel para ventanas y puertas. La nave principal tapiada hasta obtener doble altura y la forma requerida para descansar allí los techos tradicionales.
Una geometría clara también requiere de un estudio de como concentrar los servicios y determinar la posición de cada uno de los elementos de instalación. Se ha evitado romper la integridad de la Tapia, la instalación eléctrica fue colocada sobre la pared.
El cuerpo solido central da referencia a las casas tradicionales, las extensiones hacia el espacio exterior son interpretaciones de patio y galería como distintivos de la vivienda rural. Todo eso se encuentra en un contraste sorprendente con los muros de tapial. Su forma geométrica perfecta que muestra al mismo tiempo una superficie llena de vida, provocada por irregularidades y sorpresas. La estructura horizontal de la tapia resulta del proceso muy particular de apisonar la tierra en capas, las tongadas de 5-8cm. Color y textura de la superficie resultan directamente de la mezcla particular de la tierra y la arena gruesa y/o fina. Por más todo pase por el tamiz, siempre salen a la luz sorpresas al momento de desencofrar.
La Tecnología del Tapial es laboriosa. Preparación, armado de encofrado, echar plomada y alinear toda la geometría toma más tiempo que el mismo apisonado de la tierra preparada. Entre tres trabajadores se pueden construir 1cbm de Tapia por día. El bajo costo de la materia prima compensa el alto costo de mano de obra y produce una carga ecológica muy baja. Mucha disciplina y precisión en el trabajo se compensan también al momento de ejecutar la obra fina. Aparte de las condiciones en las habitaciones húmedas, no se requiere ni revoques ni pinturas. Una refacción de las partes dañadas se realiza con tierra, la superficie se trata con productos naturales como la caseína y la cera. Asi se obtiene una superficie resistente a la abrasión.
ficha tecnica
obra
Vivienda T (Casa experimental de Tapial)
lugar
El Recreo, San Lorenzo, Tarija, Bolivia
año
2020
arquitectura
Arquitecto Mechthild Kaiser; colaborador Mauricio Méndez / Estudio de arquitectura y Planificación Kaiser
cliente
Mechthild Kaise
superficie construida
121m²
maestro de obra
Abran Rodriguez
fotos y gráficos
Mechthild Kaiser, Mauricio Méndez y Robert Schmoll