En su último libro "Elogio aos errantes" (Salvador, EDUFBA, 2012), Paola Berenstein Jacques, arquitecta-urbanista, profesora en la Facultad de Arquitectura de la Universidade Federal de Bahia (FA – UFBA) e investigadora del laboratorio Arquitectura/Antropología (LAA) de la Escuela Nacional Superior de Arquitectura de Paris La Villette, se interesa por el arte de errar en las ciudades y plantea las posibilidades de lo que ha llamado una “errantología urbana” como medio de lucha en contra de la creciente espectacularización de la vida urbana contemporánea. En la planificación de las ciudades actuales se prioriza satisfacer y facilitar los desplazamiento de los visitantes (ya sean turistas,congresistas, ejecutivos, manager, etc.) más que elbienestar de sus habitantes, con un diseño que se suele repetir en muchas de las grandes megalópolis del mundo. Una de la consecuencia de la ciudad espectáculo en la cual los citadinos se vuelven más espectadores que actores, es la pérdida de la experiencia física urbana como práctica cotidiana, estética o artística. La errantologia urbana propuesta por la autora se plantea pues como un instrumento crítico para luchar contra estos fenómenos. Propone otra manera de aprensión de la ciudad y por lo tanto otra manera de producir subjetividades o deseos de la ciudad.
En un artículo de 2006 ya llamaba la atención sobre tres maneras de errar que se han dado desde el nacimiento de las grandes ciudades modernas, pero en este libro profundiza más en los puntos de convergencia y divergencia del arte de flanear, deambular o derivar, los tres fuertemente vinculados a determinadas épocas, corrientes de pensamiento crítico e incluso podríamos decir también a ciudades. Para Walter Benjamin, Paris generó un tipo de flâneur y fue “la tierra prometida” de éstos. Nos es de extrañar por lo tanto que Paola Berenstein dedique el primer capítulo de su libro a estos “botánicos del asfalto” para volver a tomar prestada una expresión de Walter Benjamin para calificarlos, analizando experiencias de finales del siglo XIX- principios del XX que buscan captar el anonimato y el espíritu de las muchedumbres. Si en esta primera parte, la autora se centra ante todo en textos que reflejan planteamientos generados por ciudades europeas (Paris, Londres, Berlín), en el segundo capítulo, titulado “deambulaciones: distanciamiento y fugacidades” nos presenta las reflexiones de autores brasileños, Oswaldo de Andrade y de Flávio de Carvalho, entre otros, cuyas incursiones urbanas eran claramente relacionadas con lo que ocurría en el París del movimiento Dada y los surrealistas. Sin embargo estos autores tenían la voluntad de deshacerse de la tutela colonial, planteando una antropofagia urbana tropicalista que se convierte en superantropofagia con Hélio Oiticica a finales de los años 1970, con sus “Delirium ambulatorium” que analiza Paola Berenstein para abrir el tercer capítulo titulado “Derivas: participación y juego”. En él reflexiona sobre la práctica lúdica del espacio urbano desarrollada por los situacionistas y concebida como una gran arma antifuncionalista que prioriza los usos en vez de las funciones.
Flânneries, deambulaciones y derivas corresponden a tres tipos diferentes de experiencias erráticas pero al mismo tiempo constituyen una forma procesual de aprendizaje y de comprensión de la ciudad. Sin adentrarnos aquí en sus especificidades, hay que mencionar el minucioso análisis que realiza la autora de estas tres experiencias que incluyen matices interesantes y pocas veces analizados por los y las investigadores que reivindican el andar como método para entender la urbanidad contemporánea, lo cual convertirá este libro en un paso obligado para todas personas que quiere profundizar en el análisis de la urbanidad tal y como la plantean, desde la antropología social y cultural y a partir de los años 1980, Colette Pétonnet (1987) y luego, en el contexto español, Manuel Delgado (1999) o más recientemente Anne Jarrigeon (2007), todos ellos subrayando la necesidad de interesarse por el anonimato, demasiado a menudo considerado como una evidencia de la ciudad contemporánea.
Las investigaciones del espacio urbano por los errantes y a través de sus errancias apuntan posibilidades para un urbanismo más incorporado, es decir un pensamiento y una práctica del urbanismo que utilizaría las errancias como formas posibles de micro resistencia al pensamiento urbano hegemónico, espectacularizado y espectacularizante.
Mientras los errantes buscan la desorientación, son vectores de desterritorialización y de reterritorialización contínua a través de la propia práctica de la errancia, los urbanistas y las disciplinas urbanísticas en general buscan, la mayoría de las veces, la orientación y la territorialización y de esta manera tienden a anular la posibilidad de esa experiencia de perderse en las ciudades (Berenstein 2012: 278)
Desorientación e incorporación son dos de los puntos comunes a las distintas experiencias erráticas al cual hay que añadir la lentitud. Para abordar el tema, Paola Berenstein toma prestado al geógrafo brasileño Milton Santos su idea de “hombre lento”. Cuando Milton Santos habla de los “hombres lentos” se refiere principalmente a los pobres, los que no tienen acceso a la velocidad o que están al margen de la aceleración del mundo contemporáneo. Paola Berenstein reivindica en cambio la figura del errante urbano como un “ser humano voluntaria e intencionalmente lento”, es decir consciente de su lentitud y que se niega a entrar en un ritmo más acelerado, en movimientos rápidos, de manera crítica, o sea que sin caer en una cierta idealización de la pobreza o en un cierto romanticismo de los barrios populares, reivindica un errante urbano, concebido como un hombre lento o una mujer lenta intencionalmente, consciente de su lentitud y afirmando su lentitud voluntariamente para poner en evidencias los distintos mecanismos de apropiación de los espacios opacos a la maneras de los sin techos que lo hacen no voluntariamente sino por obligación y que habitan literalmente los espacios públicos urbanos. El errante, a diferencia de éstos, erra por voluntad propia aunque siguiendo un tipo de apropiación del espacio urbano de los más desfavorecidos, sus maneras de reinventar y de experimentar el espacio urbano para volver al encuentro entre nuestro cuerpo físico y el cuerpo urbano que las metrópolis actuales impiden cada vez más.
Para retratar estas experiencias, con la coreógrafa Fabiana Dultrà, la autora plantea lo que han bautizado una “corpografias urbanas”. Más que cartografías o coreografía, apuestan por corpografías que vuelven a dar su protagonismo a la corporeidad de la ciudad e insisten en lo imprevisible de dichas maneras de practicar el espacio. Distinguen pues la corpografia de la coreografía que consigna un proyecto de danza como la cartografía fija la realidad en un momento dado sin poder presentar sus ínfimas variaciones que la hacen cambiar constantemente. Al lado de la historia oficial del urbanismo, siempre existió una crítica en contra de las transformaciones de las ciudades en espectáculo urbano y son de estas críticas que se nutren la propuesta de la autora que nos lleva a repensar las relaciones entre urbanismo y cuerpo, entre cuerpo urbano y cuerpo de los citadinos.
Un libro pues que nos invita a observar la ciudad desde otro ángulo que la lógica de los barrios, las interrelaciones comunitarias o la producción de los espacios intermedios. Un libro que nos empuja a explorar el movimiento, la densidad de los flujos y la energía de las coagulaciones humanas, según la expresión de Manuel Delgado, fuera de la nostalgia de la convivialidad pensada en función de supuestos patrones característicos de la vida en pequeñas aldeas. Una invitación a explorar y pensar la experiencia de lo urbano fuera de los caminos ya trazados.
Referencias citadas
BERENSTEIN JACQUES P. (2006a) “Corpografias urbanas o corpo enquanto resistência” Cadernos PPG-AU FAUFBA Paisagens do Corpo, pp. 93-103.
BERENSTEIN JACQUES P. (2006b) “Errances urbaines : l’art de faire l’expérience de la ville ; autres chemins contre la spectacularisation urbaine”, in: Berentein, P.; Jeudy, P.-H. Corps et décors urbains ; les enjeux culturels des villes, Paris : L’Harmattan, pp. 103-116.
DELGADO, M. (1999) El animal público; hacia una antropología de los espacios urbanos, Barcelona: Anagrama.
JARRIGEON A. (2007) Corps à corps urbains. Vers une anthropologie poétique de l’anonymat parisien, tesis doctoral dirigida por Yves Jeanneret e Yves Winkin, Celsa- Paris IV, mayo 2007.
PETONNET, C. (1987) “Variations sur le bruit sourd d’un mouvement continu”, in : Gutwirth, J. ; Pétonnet, C. Chemins de la vile ; enquêtes ethnologiques, Paris : Editions C.T.H.S, pp. 247-258.
SANTOS M. (2001) “Elogio da lentidão”, Folha de São Paulo, São Paulo, 11/03/2001, http://www1.folha.uol.com.br/fsp/mais/fs1103200109.htm, consultado el 30 de noviembre de 2012.
Reseña originalmente publicada en la revista quaderns-e, número 17(2), 131-133
Sobre el autor
Nadja Monnet
Profesora asociada en la Universidad Autónoma de Barcelona. Fue profesora en la Escuela Nacional Superior de Arquitectura de Versalles entre 2009 y 2012. Pertenece al Laboratoire Architecture/Anthropologie (LAA) de la Escuela Nacional de Arquitectura de París La Villette y es también miembro fundador del grupo de investigación Contraplano – LAD (Laboratori d’Acció Documental). Sus campos de interés son la etnografía en contextos urbanos, los mecanismos de convivencia en espacios urbanos, los movimientos migratorios, la percepción de la alteridad y las cuestiones de género. Realizó varias investigaciones individuales y colectivas en la ciudad de Barcelona.