Manfred Shiedhelm: Pero también hay algo entre las células. Creo que la analogía sobre la célula no es muy acertada. La primera ciudad se desarrolló en torno a un camino. Y después, la ciudad continua… pero puede que encontremos otros caminos como este o aquel otro, y estas diferentes áreas entremedio. Entonces uno piensa: “oh, no funciona porque si quiero tener una conexión como esta o esta otra o si...” Yo siempre estuve mucho más interesado por el FLOW SYSTEM: todas las conexiones que fluyen en una calle, es decir, como Barcelona. Esta es la parte interesante de la ciudad. Tenemos una segunda pieza número 2. Esta la pieza número 1. ¡Sin el sistema no existiría la número 2! Esto es muy interesante, me refiero a esta economía, como se influyen la una con la otra.
MS: ¡Buena pregunta! ¿Conocéis París? Hay un teatro que se llama Odeon. Allí es donde también se alzó la revolución del 68, pero bueno… El Odeon vendría a ser así. Tiene una arcada, este es el Boulevard Saint-Michel y esta es una calle…yo vivía por allí arriba e iba caminando a casa. Caminaba hacia el estudio que estaba muy cerca del Sena y me encontré con esta arcada, una arcada que parecía muy sencilla. Saqué la cinta métrica y resultaron ser los 3.66m de Le Corbusier. Y deberíais saber que esta distancia es una buena anchura para caminar juntamente con otras persones. 3.66m es una buena medida. ¡Fue algo muy útil! Podía verlo cada día. Estuve caminando por allí durante dos meses y en los tiempos que trabajábamos para el concurso. ¡Aquella distancia tenía que ser algo interesante! Pero la historia continua.
Cuando hicimos el concurso para Bochum, hubo una gran controversia en el estudio porque había un cerro, un cerro con una vertiente como esta. Teníamos un lago allí abajo y pensamos que hacía falta una calle que bajara, una calle peatonal con las actividades principales y todo eso. De esta manera, los institutos y la casa de los profesores podían ubicarse allí y los institutos podían extenderse más y más allá. Entonces nos preguntamos: “bien, ¿qué pasa si el científico A quiere ir allí donde está el científico B?” Así que dijimos: “De acuerdo, hemos de tener una conexión”. Pero después todo acababa siendo muy caótico. Cuando lo acabamos, pensamos que en el caso de Frankfurt también nos encontrábamos con un emplazamiento muy muy grande. Yo siempre dije que todo esto era una especie de tontería romántica y bastante pintoresca. Dijimos: “¡Esto no lo podemos hacer!” Entonces un día vino Woods, puso un papel milimetrado sobre la ventana. Lo miramos: “¡No está tan mal!”
Y, en el mismo momento, hice un viaje a Nueva York y me influyó muchísimo. ¡Era fantástico! Si vives allí tienes dos coordenadas más la altura. Es absolutamente claro cómo encontrar a alguien que vive allí: “Broadway, 5ª avenida, 3r piso”. ¡Allí es donde tú estás! Tienes algo en el espacio; sabes exactamente donde estás. ¡Esto me impresionó muchísimo! No tienes necesidad de tener una dirección postal. Sólo necesitas tres números. ¡Tienes definición en el espacio!
También por aquel entonces tuve una segunda fantástica experiencia. Éramos unos cuatro o cinco. Coloqué la retícula que no acababa de encajar. Tienes esto: Römerberg. ¿Habéis estado? ¡Bien! Allí hay una iglesia pequeña…Pero, quiero decir, ¡¡era tan brutal!! Hoy en día no lo haríamos de ninguna manera. Pero pensamos: “¡Vamos a luchar contra todo, vamos a romperlo todo!” ¡Era también una denuncia contra todo aquello que era bonito, agradable y pintoresco! Y si lo miras críticamente…de acuerdo, tiene cosas bonitas como el barco, las pasarelas hacia el barco y todo eso... Pero lo más importante para toda la gente que trabajábamos en el proyecto fue que una vez establecido todo ello, la retícula y los treinta...
JV y XB: ...y siete…
MS: …seis o así…sí, no me acuerdo… pensamos que estaría bien porque, mirad, entre los 36...no, ¡no puede ser! ¡32,32! ¡Es ésta!
JV y XB: 32?
MS: Sí, bueno, viene de Le Corbusier así que…
JV y XB: Es interesante porque hemos leído 36 en algunos libros, 37 en otros…
MS: ¡Oh! Teneis que ser muy recelosos con todo lo que está escrito. Quiero decir, ¡no me puedo creer cuantas barbaridades están escritas sobre nuestro trabajo! ¡Es increíble! Los periodistas tan solo copian de los otros y no piensan nada, no entienden del tema, no tienen emociones, no son historiadores del arte. Y desconfiad también de los historiadores del arte, son una especie peligrosa….lo que quería decir era que un vez establecida la retícula y cuando teníamos el contorno de toda la cosa, entonces dijimos: “Tomemos el programa y saquemos el 30%”. Tomas el programa y lo dispones plano, todo entero. Dices, tenemos 300 m2 y los colocamos planos y entonces extraemos algunas piezas las cuales originan dos o máximo tres pisos, y consigues espacios libres intersticiales. ¡Es muy sencillo! ¡Una manera muy sencilla de tratarlo! Tienes todo el programa, un programa pesado, ¡terrible! Pero entonces si dices, de acuerdo, tengo “tantos” m2. Esto es…bien con la calculadora lo podemos saber exactamente....
MS: 1024, ¡de acuerdo! Esta es la superficie y tienes el programa. Si el programa no encaja, entonces has de añadir otra pieza por el otro lado, o por aquí encima o de cualquier manera...tan solo dijimos: “las calles han de estar siempre libres”.
Es la misma experiencia que el hecho que éramos gente de culturas muy diferentes. Había una chica japonesa, un Italiano que había trabajado con Giancarlo di Carlo, un arquitecto americano y una chica alemana... para mi fue muy interesante ver como todos ellos concebían el espacio, quiero decir, como vosotros...
JV y XB: ...de maneras diferentes…
MS: ¡Sí, de maneras completamente diferentes! Pero me sorprendió mucho cuando llegó la chica japonesa, tenía ideas extrañas, pero buenas, ideas que desde la perspectiva europea no habríamos tenido nunca.
JV y XB: ¿Había un clima de cooperación no?
MS: ¡Por supuesto! trabajábamos hasta altas horas de la noche, siempre tomábamos café y comíamos juntos...era muy agradable, ¡una cooperación muy amistosa!
JV y XB: Anteriormente ha comentado que quizás hoy en día no lo harían, que quizás era demasiado radical….
MS: Demasiado brutal hacia el entorno donde lo hacíamos. ¡Pero no tiene nada que ver con esto! Se podía aplicar y el contorno se podía suavizar mucho más.
JV y XB: Sobre este punto, si comparamos la Frei Universität con Frankfurt Römerberg, lo que es interesante de Frankfurt es que nos encontramos en un contexto urbano. Esta adaptación del concepto WEB en contexto urbano, ¿cree que tenía limitaciones, dudas, puntos críticos?
MS: Considero que es una cuestión de adaptación, de cómo adaptas todo el tema. Depende de tu habilidad, de cómo te relaciones...tal y como hablamos nosotros ahora. Este tipo de idea ha de relacionarse con lo existente y esto debe ser solucionado. Pero nosotros no estábamos interesados en ello, tan solo dijimos: “¡Ahora, vayamos a afrontarlo todo!”. ¡Queríamos romperlo todo! Cuando eres joven es muy importante hacer esto, ir en contra los viejos principios y los viejos sistemas. ¡Es como una liberación!
JV y XB: ¿Con cuánto tiempo preparasteis el proyecto de Frankfurt?
MS: Con dos meses más o menos.
JV y XB: ¿Trabajó también con Toulouse-le-Mirail?
MS: Toulouse ya estaba en marcha y yo solo dibujé los planos de la ciudad, es decir, los planos ejecutivos. Toulouse estaba en otra área del despacho.
JV y XB: ¿Así que su primer contacto con la WEB fue con Frankfurt?
MS: Sí. Woods y yo siempre teníamos largos diálogos y tampoco se puede aislar todo esto dentro de la arquitectura. Se ha de pensar en el arte, en la música, en todo. Woods y yo estábamos muy interesados en la música moderna y el arte moderno. Evidentemente, en aquellos días Jackson Pollock era muy importante y algunos músicos como Henry Cowell y John Cage fueron también muy influyentes. Y también, si os gusta leer: Ulises, de James Joyce. No sé si está traducido al español. Es bastante complicado de leer en inglés, pero es muy interesante porque es una especie de cóctel de ideas. Si algún día os perdéis en un libro tan espeso como éste, ¡entonces veréis que es fantástico! Fue obviamente una influencia. Me encantaba la vida en las calles de París de los 60, que aun era muy pacífica. Y también Le Corbusier estaba allí. Como habéis dicho al principio, ¡Le Corbusier estaba en París!