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español
Este trabajo es sobre la participación como especialista contratado por la empresa Construcciones La Plata S.A. para la licitación Municipal para la puesta en valor de las carpinterías metálicas y de madera y trabajos adicionales
MASTROPASQUA, Pablo. La casa del puente. Una crónica de su historia, el abandono, la puesta en valor y de algunas frustraciones. Minha Cidade, São Paulo, año 11, n. 132.04, Vitruvius, jul. 2011 <https://vitruvius.com.br/revistas/read/minhacidade/11.132/3968>.
“Mejor que decir es hacer y mejor que prometer es realizar”
J. D. Perón
Un puente con el autor
Amancio Williams fue un arquitecto miembro de la temprana modernidad argentina que se destaco por su singularidad y carácter utópico, un personaje que siempre se sintió atraído por la posibilidad de escaparse de la fuerza de gravedad de la tierra. Primero como aviador, en su juventud, hacia final de los años treinta y después cuando empezó a inventar prototipos arquitectónicos que se desconectan y desprenden del terreno.
“Cernirse en el aire, muy alto, por encima del suelo, era la actitud respetuosa que correspondía, dejar que la tierra y el edificio permanecieran fieles a sí mismos, incorruptos por el contexto” (1).
Conocido y apreciado por el cuerpo teórico internacional del Siglo XX, con los cuales, a partir de Le Corbusier, mantuvo una asidua relación epistolar, Amancio Williams (1913-1989) protagoniza parte de la historia de la arquitectura moderna de América en una escala muy superior al escaso volumen de obra realizada.
Sus tipologías desarrollan de un modo original la propensión lecorbusierana por las plataformas artificiales suspendidas sobre el suelo natural (que entre otras cosas, se expresaron en el plan para Buenos Aires del maestro suizo-francés en 1938). Williams convirtió este tema en su obsesión visiva. Como ejemplos podemos citar el proyecto para la embajada alemana (1968) en equipo con Walter Gropius o la original propuesta para el aeropuerto metropolitano con pistas flotantes sobre el Río de la Plata (1945), también en el esquema precursor del rascacielos para oficinas suspendido (1946) que abrió poéticas reiteradas en el high tech en estos últimos decenios.
Amancio Williams dejo pocas palabras y muchos diseños en su legado póstumo, estas escasas declaraciones son similares, en su intemporalidad, al estilo lecorbusierano y sus relaciones con su contexto cultural, especialmente el de la plástica y la música, también revela una confianza en el progreso y el desarrollo científico–tecnológico; esto se denota en el discurso pronunciado en el acto de su incorporación a la Academia de Bellas Artes en 1961.
El contexto cultural de Amancio Williams y su entorno familiar, nos remiten al cosmopolitismo típico de las aristocracias periféricas, su visión abstracta y, podríamos decir, minimalista del paisaje en sus proyectos, una visión de la pampa o del Rió de la Plata semejante a aquella de los viajes de Le Corbusier por estas tierras. Ser moderno en Buenos Aires y en los ´40 imponía este consumo, comparable a la visión de Jorge Luis Borges, en una literatura que se creía y consideraba de vanguardia, esgrimía una plena posición cosmopolita, hasta llegar a la ironía de las temáticas regionalistas, eran tiempos en que era muy difícil no caer en estas ideas en cualquier proyecto cultural.
Podemos afirmar que su obra maestra es la Casa Sobre el Arroyo en la ciudad de Mar del Plata, edificada entre 1943-1946. Fue construida para su padre el compositor musical Alberto Williams en un terreno cruzado por un arroyo y rodeado de un jardín de 2 hectáreas con acacias y robles de gran belleza.
“la idea musical de la casa, que seguro no hizo falta que el arquitecto se la pensara, pues además era su padre y es como una especie de herencia, pero sin embargo es una especie de “caja de pájaros”, donde hay un ruido allí dentro entre los árboles, y vas viendo que todo eso está absolutamente protegido y defendido por la figura del puente” (2).
Destinada a casa de veraneo y resuelta en una síntesis muy personal de elementos provenientes tanto del purismo corbusierano, la unitariedad volumétrica y vinculada a las estructuras de puentes de Maillart, sobre todo del puente de Salginatobel.
Lo singular de su implantación hace que su elevación sobre el terreno no se dé sobre pilotis, sino sobre un arco de lámina de hormigón martelinado que cumple a su vez de soporte de los accesos por una escalera rampante de exquisito diseño.
Su distribución dentro de un prisma rectangular puro de ventanas corridas es una de sus características modernas más claras a simple vista, pero esta forma es a su vez una reinterpretación de la galería de la casa tradicional pampeana.
Son importantes, para mostrar el nivel de búsqueda en lo constructivo, los estudios que sobre el hormigón armado realiza Williams, este hormigón debería tener una apariencia muy especial, por lo que realizó una serie de ensayos en laboratorio y experimento diferentes técnicas de vibrado para llegar a la dosificación de piedras y arenas de diferentes orígenes que finalmente y después de un martelinado y tratamiento con ácido dejara la capa externa con una rugosidad dada por los ingredientes del compuesto.
“Aquí se puso por primera vez a la vista el material de construcción, el hormigón, sin hacer uso de camuflajes o disfraces, es decir, sin dar la impresión de lo que no es en realidad. En nuestro taller siempre se busco la honestidad en la expresión de los materiales.
El único antecedente que había en el uso del hormigón armado era el que había hecho el francés Pret, que fue profesor de Le Corbusier, en el Ministerio de Trabajo de Paris, en la década del ’30. Sin embargo lo utilizo para construir columnas griegas” (3).
Los interiores son austeros, casi minimalistas, con una sala de estar de 28 metros de largo con distintos usos y las divisiones internas un sistema prefabricado de paneles de madera diseñados por el arquitecto y montados en obra, todo el mobiliario de apoyo es parte de estos tabiques y el sistema de puertas es pivotante. Aislada de la casa se encuentra la residencia de los cuidadores y pabellón de servicio construido en piedra y bóvedas de ladrillo en forma radial.
En la casa se vuelve a experimentar tipológicamente para su repetición en la escala urbana, nuevamente un encargo individual y específico sirve de excusa para replantearse problemas de la ciudad.
“No es una casa mas, ni una vivienda hecha así por razones de capricho. Yo estaba estudiando nuevas estructuras que dejaran el suelo libre, ya que el urbanismo moderno necesita del suelo libre. Esta casa consigue liberar el suelo prácticamente en su totalidad… diferente de lo que intento Le Corbusier. Es totalmente distinto y me parece más avanzado porque es a través de una estructura tridimensional” (4).
La casa en su tiempo de construcción formaba parte de una zona periférica de la creciente y pujante ciudad de Mar del Plata, una ciudad que recibía el auge de la construcción en propiedad horizontal para el turismo masivo y cambiaba poco a poco su paradigma de visitantes de la elite aristocrática por el turismo de masas que proponía las políticas sociales del primer peronismo. Hoy se encuentra rodeada de barrios ya consolidados y en un sector residencial en cercanías al complejo universitario.
Su destino, luego de la venta por los descendientes de Williams, fue para ser sede de una de las radios más tradicionales de la ciudad que recordaba y posicionaba la misma con su pegadizo slogan “LU9. Desde la casa del puente un puente hasta su casa” recordado por cualquier marplatense que se precie de tal.
Más tarde, en 1977, la radio fue cerrada por la dictadura militar y allí comenzó un proceso paulatino de abandono de la misma por sus propietarios, saqueos, incendio y destrucción que recién tendrá un comienzo de restauración 30 años después.
Primeros pasos para su puesta en valor
Después de la etapa de decidía que describimos, donde fuimos culpables muchos por inacción pero especialmente el Estado ausente de las primeras décadas de la recuperada democracia, los colegios profesionales y hasta la misma y cercana Universidad local llegamos a la actualidad donde lo que intentaremos hacer es poner blanco sobre negro en el proceso de restauración de la ya mítica Casa sobre el Arroyo, comenzado en el año 2006 y hoy aun inconcluso.
Esta obra paradigmática de la arquitectura moderna no escapa (por qué debería hacerlo) a la contradictoria realidad patrimonial y jurídica de Argentina. Esta casa es, quizás, junto con la residencia del Dr. Curuchet de Le Corbusier en La Plata, la pieza de arquitectura domestica con mayor amparo declaratorio del país: Monumento Histórico Artístico Nacional por Decreto del P.E.N. n. 262-97, Monumento Histórico Arquitectónico Ley Prov. 13599/06 y bien declarado de interés patrimonial Municipalidad de Gral. Pueyrredón. Ordenanza n. 10075/95.
Mucha ampulosidad y solemnidad de títulos, pero resultaron en los echos solo palabras con membretes y sellos que no impidieron el vandalismo e incendio con destrucción parcial de los últimos años. Así, en estado calamitoso fue encontrada en el año 2007 por la empresa Construcciones La Plata luego de ganar el llamado a licitación Municipal con el objeto de la “Puesta en valor de las carpinterías metálicas y de madera y trabajos adicionales” (5).
Es con estos anuncios de trabajo que se despiertan infinidad de conciencias adormecidas de la ciudad y del país, entre ellos muchos cruzados del purismo de la preservación que, con razones algunos y por falta de protagonismo otros, se oponen a los trabajos por realizar. Se argumentan muchos motivos; el más respetable, entendible y compartido es el que argumenta que no se trata de un proyecto integral de puesta en valor, que no son los pasos adecuados para su reconstrucción o que deberían convocarse a la Universidad, el Colegio de Arquitectos , el Archivo Williams y otros, para controlar los trabajos.
Lamentablemente el llamado estaba hecho, la licitación ganada en todas las de la ley y el capital que había disponible por primera vez en 30 años solo era de $ 148.500. Como tema también conflictivo, este dinero público se encontraba afectado sobre un bien privado que contaba con un convenio leonino firmado por el intendente arquitecto Daniel Katz, por solo 5 años (hoy vencido) con el propietario, Sr. Héctor José Lago Beitía.
Mientras los actores de esta película, invitados o no, se debatían entre oponerse a los trabajos, parar las obras, realizar un abrazo solidario, juntar firmas por enésima vez y otras acciones inconducentes, los vidrios de la casa seguían rotos, sus maderas podridas, la corrosión avanzando sobre los metales y la lluvia y el viento castigando lo poco que quedaba en el interior, poniendo en peligro lo todavía casi intacto, la estructura de hormigón.
Manos a la obra
Aquí es cuando comienza el trabajo sobre la obra, se realizó previamente un exhaustivo relevamiento y archivo de lo existente, constatando estado, posicionamiento y condición de las piezas retiradas o a restaurar mediante un fichaje diseñado para tal fin.
Previo a la limpieza y remoción de elementos sueltos dentro de la vivienda, se determinó una grilla numerada sobre la planta de la casa a modo de identificar donde estaban situadas las piezas que se irían a retirar, estas piezas fueron etiquetadas con el numero asignado y se enviaron al depósito.
Los elementos de pequeño tamaño fueron embolsados e identificados para su posterior guardado en cajas, los herrajes existentes se separaron de las hojas para su análisis, posible restauración o copia para reemplazo.
Los paneles del mobiliario y tabiques divisorios sueltos o en riesgo fueron clasificados, numerados y retirados, muchos de ellos fueron afectados por el incendio de 2004, algunos de estos paneles no son originales y fueron agregados en la etapa de funcionamiento de la Radio LU9.
Terminadas estas tareas se comenzó el relevamiento de carpinterías de hierro y de madera para su verificación con los planos de detalle entregados junto con el pliego de licitación. Por nuestra parte agotamos las instancias de pedido de colaboración al Arq. Claudio Williams, responsable del archivo de su padre y el de la obra propiamente dicha, pero esta ayuda nos fue negada con argumentos valederos y entendibles, relacionados a la falta de un proyecto total de puesta en valor, por lo que seguimos avanzando con la mayor seriedad y la documentación existente y profundizando los relevamientos in situ.
Se contrataron dos empresas de prestigio para los trabajos principales; una carpintería tradicional de la ciudad y una metalúrgica. En los dos casos sus responsables comprometieron un empeño particular reconociendo la importancia de los trabajos además de su exposición pública.
Estudiando el sistema de carpinterías de madera que rodea la casa se concluyó que consta de tres elementos, guía superior, guía inferior y hojas. Terminados los relevamientos se decidió la reconstrucción al 100% de las hojas de madera corredizas de Cedro, pidiendo el acopio de madera y su envío a secadero. Estas hojas se encontraban en estado de total destrucción en la zona afectada por el incendio, y con avanzado estado de disgregación y fallas estructurales en el resto, principalmente por la acción del agua y el tiempo sin mantenimiento.
Una curiosidad de la que pocos fueron testigos ocurrió durante el desarme de toda la carpintería de ventanas donde se pudo tener nuevamente aquella imagen con la que soñó A. Williams, una ventana corrida en todo el perímetro de la casa, similar a esos primeros croquis ideales.
Con el análisis de las piezas se detectó que uno de los principales problemas en las hojas se debió a un error de diseño, los rodamientos de las ventanas corredizas de gran tamaño, colocados en nichos dentro de la estructura de la hoja dejando muy poca sección de madera para el trabajo estructural de la misma, sumado al peso de la gran superficie de vidrio y el movimiento de la hoja hicieron que el sector afectado fuera el primero en colapsar.
Se decidió en forma conjunta con la dirección de obra el cambio de estas piezas por otras más modernas, de menor tamaño con rodamientos de silicona silenciosos y sellados; dejando los originales como testimonio en las carpinterías de ángulo que son las de menor movimiento. De esta manera se soluciona la futura e insalvable patología ya detectada, dejando a las carpinterías en perfecto funcionamiento, igual apariencia (los rodamientos nunca estuvieron a la vista) y con una sección de trabajo de madera mayor y mejor.
En el relevamiento se vio que también sería necesario cambiar el 100% de las guías inferiores, madera de incienso, debido al total estado de disgregación de las mismas; sus molduras faltas de mantenimiento y limpieza eran refugio para el agua, tierra, hojas y ya se encontraban con secciones faltantes por este estado. Se hizo un estudio dimensional de los diferentes detalles y tipos de guía con lo existente donde la empresa confeccionó una maqueta de un sistema completo de hojas y guías para la aprobación. A los umbrales se les sumó un sistema de drenajes para el agua que no fue encontrado en el original.
Una vez fabricadas todas las piezas y tratados los sectores de anclaje se procedió al armado y ajuste, montando un pequeño taller en la misma casa, donde se adecuaron medidas y colocaron herrajes similares a los originales de bronce.
Las guías superiores fueron recuperadas en un 90% así como los tapa rollos que escondían el sistema de cortinas. Los sectores en contacto con mampostería fueron impermeabilizados con pintura asfáltica las superficies vistas con fondo blanco para base, y de una terminación con esmalte sintético brillante verde oscuro según cateos originales. Se colocaron vidrios en todas las aberturas.
En las carpinterías metálicas las patologías eran de menor incidencia estructural y en su mayoría por falta de uso y mantenimiento, solo fue necesario reemplazar las partes inferiores de las puertas de entrada, algunas partes de las lucarnas y contravidrios de bronce faltantes en las ventanas del arco. Se construyó en base a fotografías y planos la puerta trampa de acceso a la terraza que no estaba en el lugar. Se repararon los mecanismos de las ventanas corredizas con un sistema de accionamiento con cables de acero y se construyeron las manivelas de accionamiento faltantes.
Se realizaron como trabajos adicionales al llamado de licitación la iluminación exterior de la casa y se volvió a recomponer el cerramiento de alambre romboidal del predio. En la vivienda de los caseros se estableció una guardia policial permanente y finalmente se retiraron las estructuras agregadas en terraza, enormes cañerías para el aire acondicionado colocadas durante el periodo del funcionamiento de la radio.
Sabemos que ni la secuencia de trabajos realizados fueron los ideales, que la documentación y proceso pudieron ser mejores, sin embargo estamos convencidos que ante la emergencia en la que encontramos la propiedad y su estado, se ha logrado un trabajo más que aceptable. Que la casa lleve ya más de cuatro años cerrada, resguardada de los elementos, el vandalismo y el saqueo es un logro en sí mismo, algo que no se pudiera haber logrado durante la espera del dinero o el proyecto ideal para una recuperación integral.
La situación legal actual de la casa es compleja, un proyecto de expropiación de la misma fue vetado por el gobernador por vericuetos económicos, en la actualidad retomado por otros Diputados y Senadores para su nueva votación. Durante los últimos días de mayo llego la feliz noticia que la Presidenta, Cristina Fernández, envió una partida presupuestaria para la adquisición de la casa, primero fue una excelente novedad pero con el correr de los días se fue transformando en un nuevo problema, el Municipio, intermediario comprador de la casa, decide con ese dinero solo la compra de una de las dos manzanas que ocupa el predio de la casa. Realmente esta decisión y el loteo de la otra parcela provocarían casi mayor daño que el paso del tiempo, perdiendo la obra las propiedades paisajísticas y ambientales que el arquitecto Amancio Williams tanto se esforzó en conseguir.
En síntesis, luego de esta modesta pero seria intervención se logró, al menos, cerrar la casa, preservar su integridad estructural, detener el vandalismo y darle un grado de seguridad que hace muchos años no tenía. No es mucho, pero tampoco es la nada en la que estaba; quedan innumerables promesas por cumplir, una lucha por la integridad del terreno y un uso coherente después de su puesta en valor total; esperemos poder realizarlas.
notas
1
AMBAZ, Emilio. “Algunas notas sobre una correspondencia mental que mantuve a través de los últimos veinticinco años con Delfina Gálvez de Williams sobre la obra de Amancio”. En Amancio Willams Buenos Aires 1990. p. 14
2
MIRALLES Enric. Enric Miralles en Buenos Aires. Arquitectura Digital, Buenos Aires, n. 9, marzo 2001, p. 52.
3
WILLIAMS, Amancio. Reportaje Revista Crisis N 39, Buenos Aires, Julio 1976, p. 26
4
Idem, ibidem, p. 26.
5
Expte. n. 17655 Dig .02 Cuerpo 01Año04 Alc.00, inicio de obra marzo 2007.
sobre el autor
Pablo Mastropasqua, arquitecto, docente e investigador de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño. Doctor en Historia del Arte y la Arquitectura Hispanoamericana. Universidad Pablo de Olavide UPO Sevilla España. Magíster en Urbanismo Universidade Federal de Rio de Janeiro. Brasil. Tesis sobre los proyectos urbanos de Sergio Bernardes y Amancio Williams.