En la Finca de La Grajera, al Oeste de la ciudad de Logroño y a pocos metros del Camino de Santiago se sitúa la Bodega Institucional La Grajera. Un lugar privilegiado, en una pequeña colina, de gran atractivo gracias a las vistas hacia el lago y los viñedos.

Desde la pequeña carretera de acceso, oculto tras los pinos, el edificio se insinúa levemente a su llegada. Huyendo del exhibicionismo, se busca un descubrimiento pausado y progresivo, en el que la sorpresa sea un ingrediente fundamental de la experiencia.

El conjunto reúne diversos programas de producción de vino, investigación y divulgación, así como un área institucional.

Viñedo, vino e investigación

La Finca de La Grajera pertenece al Gobierno de La Rioja, y en ella se realizan numerosos trabajos de investigación acerca del vino y del viñedo. La Grajera es una de las bodegas pioneras en la investigación y elaboración de vino ecológico en La Rioja.

En sus más de 80 hectáreas se guarda un gran patrimonio genético de variedades de uva: hay un inventario de más de 1,300 ecotipos de variedades tradicionales de uva de Rioja, y otras variedades en peligro de extinción que se han venido recuperando. Una prueba de estos trabajos es el excelente tempranillo blanco fermentado en barrica de acacia. Un trabajo que ayuda a mejorar los vinos de la Rioja y a explorar nuevos caminos -o a recuperar los buenos que se olvidaron.

La Bodega de La Grajera forma parte del Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (ICVV), cuyo complejo se completará con la construcción del edificio científico que está acometiendo el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Un centro que aspira a convertirse en un referente internacional en investigación vitivinícola.

Bodega Institucional La Grajera. Virai Arquitectos. Londroño, España, 2011
divulgación

En un mismo complejo conviven diferentes usos: de producción de vino, investigación, divulgación y de carácter representativo e institucional.

Un diseño contemporáneo y tranquilo, que busca integrarse en el paisaje.

El proyecto busca un equilibrio entre su carácter representativo y su vocación de integrarse en el paisaje, evitando tanto el exhibicionismo como el mimetismo excesivo. Los volúmenes se adaptan a los accidentes del terreno y se quiebran ante la proximidad del bosque cercano, pegándose a su límite y respetando así el arbolado existente.

Un gran zócalo semienterrado de piedra arenisca que alberga la zona de producción de la bodega se pliega y asciende para dejar de ser un elemento del edificio y convertirse en un elemento del paisaje. La gran cubierta vegetal del edificio acompaña el paso de las estaciones y redibuja el perfil de la colina sobre la que se asienta.

Frente a esta construcción masiva, la parte institucional de la bodega se materializa en un cuerpo ligero y alargado de vidrio y cerámica oscura. El perfil quebrado de esta pieza va ajustándose al lindero del bosque y abriéndose al mismo tiempo hacia las vistas que ofrece el entorno.

El tercer volumen, una pequeña torre quebrada que alberga los usos administrativos, completa y cierra por el oeste el conjunto, ayudando a crear la plaza peatonal de acceso a los distintos edificios del conjunto. Una plaza abierta al bosque, al paisaje y a las vistas.

Funcionamiento

La carretera de llegada rodea el emplazamiento permitiendo el acceso por sus dos extremos y a distintas alturas, lo que facilita las necesidades de llegada, abastecimiento, carga y descarga de la bodega.

Alzado sur. Sección longitudinal gravedad. Bodega Institucional La Grajera. Virai Arquitectos. Londroño, España, 2011
divulgación

La existencia de estos dos accesos a distintas alturas permite a la bodega propiamente dicha quedar semienterrada aprovechando la pendiente del terreno, lo que favorece aspectos del proceso productivo como pueden ser la temperatura constante del terreno, el uso de la gravedad o la ventilación natural.

El área de producción se sitúa en la cota inferior, y sobre ella se asienta el área institucional.

De esta manera la zona de barricas queda enterrada aprovechando la mayor inercia térmica del terreno, y la zona institucional, se apoya en la anterior, para abrirse al paisaje.

La diferencia de cotas permitirá facilitar el movimiento del mosto y del vino por gravedad, siguiendo el modo tradicional de las bodegas riojanas.

La importancia del recorrido

Los recorridos son determinantes en la configuración final del proyecto. Han sido diseñados, no sólo para la correcta producción vinícola, sino también para responder adecuadamente a las necesidades didácticas e institucionales, permitiendo la simultaneidad entre visitantes y procesos industriales.

El circuito de visitantes busca explicar el proceso de producción del vino, un camino pausado en el que la sorpresa es el hilo conductor de los diferentes espacios.

El gran ventanal que enmarca la cubierta inclinada señala la entrada de la uva y el punto de inicio de la visita. Los visitantes caminarán sobre una plataforma elevada sobre los depósitos, para después descender hasta la sala de barricas. La luz se va atenuando y la temperatura refrescando. Tras una pequeña parada en la sala de catas, se asciende hacia el pequeño pabellón, abriéndose de nuevo hacia el paisaje de viñedos y olivos.

Bodega Institucional La Grajera. Virai Arquitectos. Londroño, España, 2011
divulgación

El itinerario es una metáfora de la producción del vino: pasamos del viñedo, del paisaje y de la luz, y nos introducimos poco a poco en un mundo subterráneo, de oscuridad, de quietud, de profundidad, de frescor, en el lugar en que se produce la transformación de la uva en vino, para posteriormente volver de nuevo al mundo de la luz, al paisaje y los colores; devolviéndonos el vino tal como llega a nosotros.

Los materiales del edificio acompañan estos cambios, pasando del exterior luminoso a los interiores de piedra oscura, en un recorrido didáctico que participa de todas las etapas de elaboración del vino, desde el cultivo de la uva hasta la degustación del producto.

El área institucional superior se ha concebido como un lugar donde poder impartir cursos, charlas, conferencias, encuentros, así como albergar presentaciones y actos institucionales. Son espacios donde los protagonistas son la luz natural y el paisaje del entorno.

El edificio se convierte en icono y presagio de lo que se trama en su interior, un gran vino.

Sostenibilidad y estrategias bioclimáticas: enterramiento y energía geotérmica

Estrategias pasivas bioclimáticas

El edificio intenta buscar soluciones bioclimáticas sencillas, acordes al clima y al lugar en que se encuentra, que muchas veces tienen su origen en las construcciones tradicionales. De esta manera las zonas habitables se disponen al sur, protegiendo las zonas de producción y de fermentación que quedan enterradas y arropadas por la colina, reduciéndose de esta manera las necesidades de climatización. En la cubierta inclinada de la zona de elaboración se dispone una cubierta vegetal que, además de reforzar la integración en el paisaje, aumenta el aislamiento térmico de la misma.

Los materiales de fachadas buscan reforzar la inercia térmica de la edificación.

La orientación y la sección de la bodega permiten garantizar la ventilación natural del edificio y disminuir la necesidad de ventilaciones mecánicas para los procesos industriales.

Sección. Bodega Institucional La Grajera. Virai Arquitectos. Londroño, España, 2011
divulgación

Los porches y voladizos del pabellón junto con las celosías cerámicas garantizan una adecuada iluminación al tiempo que ofrecen una buena protección solar. En los edificios de oficinas se utiliza una pieza cerámica especialmente desarrollada para este proyecto, que conforma una fachada cerámica ventilada y proporciona un buen comportamiento ante el frío y el calor. La pieza ofrece un aspecto homogéneo para los paños opacos de fachada y de celosía.

Estrategias activas bioclimáticas

Por otro lado, el proyecto utiliza de manera integral el uso de la energía geotérmica para la climatización de los dos edificios. 75 perforaciones a más de 100 metros de profundidad permiten extraer el calor del subsuelo para aportar calor y frío de forma simultánea a todas las estancias y utilizarla también en el proceso de elaboración y crianza del vino. Este sistema, utiliza la temperatura constante del interior de la tierra, cercana a los 17º, que a lo largo del todo el año permanece estable y no depende de las variaciones climáticas del exterior.

El trasvase de calor entre la tierra y la bodega se realiza mediante intercambiadores geotérmicos y bombas de calor, extrayendo en invierno el calor del suelo y transfiriéndolo al edificio y, en verano, trasladando el calor del edificio al terreno.

Construcción

La pieza cerámica de fachada.

Dentro de los sistemas constructivos utilizados es destacable el uso de una pieza cerámica de fachadas diseñada por el estudio Virai Arquitectos conjuntamente con la empresa española Favetón.

La necesidad de establecer celosías que aumentaran la protección solar en los grandes paramentos acristalados del pabellón institucional llevó a buscar un material que pudiera comportarse visualmente de manera homogénea en las zonas opacas de fachada y en las transparentes de celosía.

Se pensó en la utilización de la cerámica por estar realizado con materiales naturales, por su gran durabilidad y la posibilidad de utilizar colores en masa que introdujeran pequeñas variaciones en cada una de las piezas.

Bodega Institucional La Grajera. Virai Arquitectos. Londroño, España, 2011
divulgación

Para la celosías se utiliza una pieza de barra cerámica postensada ya existente, mientras que para las zonas opacas se diseña una pieza cerámica especial de fachada ventilada con salientes que sigue el mismo ritmo y dimensiones que las piezas de la celosía.

La pieza resultante crea así mismo unos tubos que aumentan la circulación de aire en la fachada ventilada, mejorando los valores de aislamiento térmico.

La fachada gana en texturas, con más sombras, ritmos y vibraciones.

ficha técnica

Ubicación
Finca de La Grajera , Logroño, La Rioja, Spain

Concurso Primer Premio
Mayo de 2000

Proyecto de Ejecución
2004 y 2007

Construcción
Septiembre 2009- Junio 2011

Superficie
6.900 m2

Cliente
Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural. Gobierno de la Rioja

Arquitectos
Virai Arquitectos

Ingenieros Agrónomos
Ingenieria Proyectos Navarra

Concurso
Marta Parra (Arquitecta, Jefa de Equipo) , Jesús Aramendía (Ingeniero Agrónomo, Jefe de Equipo); Laila Arias, Juan Manuel Herranz y Federico Wulff (arquitectos)

Proyecto de Ejecución
Marta Parra Casado, Juan Manuel Herranz, Laila Arias, Federico Wulff, Jorge Garrudo, Christian Alvarez y Rodrigo Aragón, (arquitectos), Guillermo Lacarra y Jesús Aramendía (Ingenieros Agrónomos)

Consultores
Instalaciones
Ingeniería Proyectos Navarra; Arquitelia
Estructuras
Ingeniería Proyectos Navarra, GV 408
Instalaciones Vinificación
Ingeniería Proyectos Navarra

Dirección de Obra
Juan Manuel Herranz (arquitecto), Guillermo Lacarra (ingeniero agrónomo) y Amaia Martinez (aparejadora ,quantity surveyor)

Equipo Dirección de Obra
Marta Parra, Stepan Martinovsky, Jorge Garrudo, Teun Van Veggel,María Aramendía, (arquitectos), Gorka Ducay, Oscar Huarte, Roberto Urdangariz, Cristina Pellejero;Oscar Canalejo, Jesús Ilarraza (ingeniería instalaciones)