La sugerencia del proyecto está en la vivienda de unos amigos de Sao Paulo: una planta baja acristalada permite habitar todo el solar, de modo que el espacio se prolonga hasta el muro que cierra la propiedad. Lo que allí ocurre en una vivienda de gran presupuesto y dimensiones podía utilizarse para una vivienda mas modesta en ambos aspectos.
La planta piso, en cambio, donde se sitúan los dormitorios, se cierra con unos paneles de lamas practicables que permiten controlar tanto el ambiente como las vistas, no siempre deseables, en un área de construcciones de baja densidad.
El solar cumple los mínimos de separación a las medieras que establecen las ordenanzas de urbanizaciones de ese tipo: la vivienda está a tres metros de las vallas que cierran el terreno.