Bangkok es una de las impresionantes metrópolis asiáticas que crecieron radicalmente –vertical, horizontal y económicamente– en los 90 y donde, actualmente, conviven modernidad y tradición, lo urbano y lo rural, desarrollo y pobreza. Debajo de enormes viaductos donde corren vías de trenes súper modernos hay una compleja trama urbana con innumerables mercados y puestos callejeros; al lado de rascacielos high- techs coexisten silenciosos templos budistas; y junto a monjes vestidos de color azafrán caminan adolescentes que crecieron mirando a MTV con pantalones apretados, bambas de cano alto y pelos “despeinados” sobre las orejas.
El rio Chao Phraya corta al medio a esa agradable y caótica ciudad y sirve a uno de los principales medios de transporte público urbano, el fluvial, un ejemplo de eficacia a precio justo. El rio da soporte a un sistema integrado por diferentes tipos de barcos, con diferentes precios dependiendo del tamaño y de la comodidad, que conectan a diferentes embarcaderos distribuidos a lo largo de la orilla del Chao Phraya. Desde algunas de esas paradas –las más estratégicas– se puede aun optar por barcos más pequeños que atraviesan constantemente de un lado a otro del rio. Rápidamente se percibe que usarlos es la opción más rápida, económica y cómoda de moverse por la ciudad y que además sirve como un bienvenido descanso del caótico transito de coches y motos
Aunque los rascacielos jueguen un papel fundamental en el paisaje urbano divisado desde el rio, no compiten con los templos budistas de la ciudad, relativamente recientes cuando los comparamos a otros complejos religiosos del sudeste asiático, como por ejemplo los erigidos durante el imperio Khmer que ocupo las áreas pertenecientes en la actualidad al Camboya, Tailandia y Vietnam entre los siglos IX y XIII. Prácticamente todos los templos distribuidos por Bangkok fueron construidos desde el período conocido como Rattanakosin que se inició en el siglo XVIII. Los más importantes forman grandes recintos amurallados que contienen un conjunto de edificios destinados al ejercicio del budismo (estupas). Generalmente esos conjuntos son organizados considerando aspectos simbólicos de la orientación solar, dejando claro la jerarquía entre los diferentes edificios y sus usos. Por lo tanto los edificios de menor importancia se ubican en la periferia del conjunto, mientras los “Bots” –edificios destinados a los monjes– y los “Wihans – destinados a peregrinos y visitantes ocasionales – ocupan la parte central y se destacan por sus dimensiones y formas. En la mayor parte de los casos los edificios singulares –los Bots y los Wihans– llaman a la atención por su complejidad volumétrica, por su sistema constructivo y su ornamentación, todos los tres aspectos concentrados en sus cubiertas que contrastan radicalmente con la simplicidad de los muros blancos en los que se apoyan.
Entre los conjuntos más importantes de Bangkok se destaca el Wat Pho, no exactamente por sus dimensiones o por tratarse del más antiguo de la capital tailandesa, sino por la espacialidad alcanzada a través de la sucesión de sus diferentes patios que conectan el Bot a los Wihans.
Otro ejemplo singular es el Wat Arun, un complejo caracterizado por cinco torres –prangs–, una central y de mayor altura y otras cuatro en las extremidades del conjunto. Todas fueron recubiertas por un detallado trabajo de mosaicos de cerámica. Al contrario de Wat Pho, el Wat Arun niega por completo cualquier idea de espacio interior, asumiendo claramente un papel monumental. Sin ninguna duda, su expresividad está dirigida a su presencia en el paisaje urbano junto a las orillas del Chao Phraya.
Detrás del exotismo, de la exuberancia y singularidad –al menos para ojos occidentales– estos templos son capaces de crear espacios de gran tranquilidad en medio de la turbulenta Bangkok, proporcionando elocuentes espacios (públicos) que transcienden su papel religioso y se funden con la trama urbana y la dinámica de la metrópoli.
notas
[Este texto también fue publicado en portugués de forma fragmentada en el blog: www.marciocotrim.blogspot.com]
sobre o autor
Marcio Cotrim es arquitecto, doctor por la ETSAB-UPC y uno de los editores responsables por el Vitruvius en España.