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MARI, Oscar Ernesto. Equipamiento, servicios y funcionalidad de la ciudad de Curuzú Cuatiá en la Provincia de C. Arquitextos, São Paulo, año 02, n. 019.06, Vitruvius, dic. 2001 <https://vitruvius.com.br/revistas/read/arquitextos/02.019/824/es>.

Curuzú Cuatiá es una ciudad que se halla emplazada en el sud-este de la provincia de Corrientes, a 325 km de la capital provincial tomando como base las rutas nacionales Nº12 y Nº119. Es cabecera del departamento homónimo, que posee una superficie total de 9.144 km2 y tiene por límites hacia el norte y nordeste los arroyos Cuenca, Villanueva, Molle, Aguay y Yaguarí; hacia el este el río Miriñay; por el sur, arroyos como el Tunas, Basualdo y los ríos Mocoretá y Guayquiraró, que lo separan del departamento de Sauce y de la provincia de Entre Ríos; y finalmente por el oeste, el Guayquiraró, el río Corrientes y varias trazas artificiales que lo separan de los departamentos de Sauce, Esquina y Goya respectivamente.

Las condiciones naturales que posee el departamento lo han hecho ocupar desde siempre un lugar preponderante en el desarrollo económico de Corrientes, siendo la explotación del ganado vacuno y lanar su principal recurso productivo.

El poblamiento del área circundante a Curuzú Cuatiá comenzó a realizarse desde antes de la época virreinal, cuando el cabildo de Corrientes inició la entrega de concesiones de tierras a partir de 1770. Así se asentaron hacendados grandes, pequeños y medianos que practicaron la ganadería extensiva, y hacia 1796 su número ya fue suficiente como para que unidos por un interés común, solicitaran permiso para levantar una capilla ya que alegaban encontrarse muy distantes del curato de San Roque.

El juez comisionado don Tomás Castillo fue el encargado de gestionar esta petición y también el que concretó la construcción de esta primera capilla en 1797, poniéndola bajo la advocación de "Nuestra Señora del Pilar", antes de que se conformara una planta urbana (1).

En 1799, el nuevo comisionado del partido de Curuzú Cuatiá, don José Zambrano, en carta remitida al Virrey Avilés informaba que había en las inmediaciones establecidos ochenta vecinos españoles y que se requería el nombramiento de un sacerdote estable para esta capilla. Argumentó entonces Zambrano que en el futuro podía llegar a formarse aquí una gran población dadas las características del suelo y la opulencia de las estancias cercanas, siempre que se conceda un eclesiástico "que sea refugio y socorro de las urgencias espirituales de los pobladores" (2).

Si bien este pedido tuvo una acogida favorable, al derivarse el mismo al cabildo de Corrientes los trámites se estancaron, por encontrarse el paraje en litigio entre el pueblo de Yapeyú y el gobierno de Corrientes. De todas maneras, durante este período de indecisiones, Zambrano procedió a organizar una población repartiendo 60 solares que se transformaron al poco tiempo en 15 casas.

A pesar de que se reiteraron las peticiones para legalizar la fundación de un núcleo urbano, la situación se mantuvo prácticamente sin variantes por casi diez años.

Recién en noviembre de 1810, cuando el entonces coronel Manuel Belgrano hizo una escala en el lugar con motivo de su marcha al Paraguay, procedió a la fundación del pueblo "Nuestra Señora del Pilar de Curuzú Cuatiá" el 16 de ese mes, y ordenó la determinación de su jurisdicción y la delineación y demarcación de calles y solares.

En el acta de fundación, Belgrano dispuso que dicho pueblo habría de tener 14 cuadras de largo por otras tantas de ancho, con una longitud de 100 varas de largo y 20 de ancho, orientadas de Nor-Este, Sud-Este; y Nor-Oeste, Sud-Oeste, y que a partir de ese momento los estancieros de la jurisdicción estaban obligados a edificar sus casas en el mismo, como así también aquellos que tuvieren ranchos dispersos, deberían trasladarlos a la nueva planta urbana. Decidió a su vez que cuando sus habitantes alcanzaran el número de cuatrocientos, Curuzú Cuatiá debía ser elevada al rango de Villa, y cuando se sobrepasara la cifra de mil, debería adquirir la categoría de ciudad.

Ordenó también en su decreto que los fondos adquiridos con la venta de los solares debían invertirse en parte para la construcción de una escuela, y fijó además el sitio en donde debía emplazarse la iglesia matriz, y desde luego, la plaza principal (3).

El decreto de creación del pueblo fue cumplido el 1º de diciembre de 1810 por el teniente de gobernador de Corrientes don Elías Galván, y recibió la aprobación de la junta de Buenos Aires. En enero de 1833 se erigió en curato independiente la nueva Viceparroquia de "Nuestra Señora del Pilar de Curuzú Cuatiá", separándose así del curato de San Roque (4).

Por ley provincial del año 1862 Curuzú Cuatiá fue elevada al rango de Villa, y en 1864 el gobierno provincial dispuso una nueva mensura para fijar los ejidos de su ampliada planta urbana, tarea que se encomendó al agrimensor Ramón Figueroa. En septiembre de 1888 y coincidiendo con la inauguración de la actual iglesia de "Nuestra Señora del Pilar", pasó por ley a adquirir la categoría de ciudad. En 1914 se le asignó el régimen de comisión municipal, y en 1920 pasó finalmente a ser una municipalidad autónoma (5).

La incorporación del equipamiento

A partir de la fundación legal de la ciudad en 1810, la estructura urbana se conformó sobre un trazado de calles en damero juntamente con la edificación de los edificios representativos, ayuntamiento, iglesia y escuela, alrededor de la entonces "Plaza de Mayo". La planta urbana fue emplazada en el área comprendida entre los arroyos Sarandí, al norte de los actuales Marote y Curuzú Cuatiá, y el Castillo al sur, de manera que las calles tenían una pendiente natural hacia éstos.

Hacia 1895 y cuando Curuzú Cuatiá contaba con 5.107 habitantes, un relevamiento oficial revelaba que solamente 1.800 vecinos vivían en casas de material bien construídas, mientras que el resto del vecindario ocupaba ranchos de adobe y paja. No obstante, de las 262 casas de material contabilizadas, 210 disponían de algibes y letrinas bien construídas, pero no había sumideros y también aquí se arrojaban las aguas servidas a los patios o las calles. Si bien las ropas se lavaban en los circundantes arroyos Castillo, Marote, Sarandí y Curuzú Cuatiá, no estaba aún difundida la costumbre de hacerlo en un lugar determinado, por lo cual era habitual que se lo efectuara a menudo en los mismos sitios en donde la gente de bajos recursos extraía el agua para consumo, hábito que se mantenía a pesar de que tres años antes una epidemia de viruela había segado la vida de más de cien personas (6).

No obstante, apenas iniciado el siglo XX nuevos relevamientos mostraban cierta evolución en cuanto a las condiciones urbanas de la ciudad. Las calles ya estaban mejoradas con ripio en su mayor parte, y en cuanto a la imagen de la ciudad, Benjamín Serrano en su "Guía de Corrientes" del año 1901 decía que Curuzú Cuatiá rivalizaba en estética con la vecina ciudad de Mercedes.

En las primeras décadas de este siglo, entre la edificación se destacaban la primera estación del ferrocarril que fue habilitada en 1890 y estaba situada a cuatro cuadras de la plaza central, el edificio municipal, la Escuela Popular, las sedes del Club Social, la Sociedad Italiana, el Banco de la Nación y el Hospital de Caridad, sostenido por las damas de beneficencia (7).

El pueblo tenía por entonces tres plazas bien cuidadas entre las que sobresalía la entonces denominada "Constitución". Al sur del pueblo existía un parque arbolado denominado "Los Sauces" (hoy "Parque Mitre"), que se hallaba bien conservado y era utilizado para paseos y recreación de los parroquianos.

En cuanto al equipamiento debe decirse que a comienzos del presente siglo era el necesario, teniendo un hospital importante y bien dotado, dos casas bancarias (Banco Nación y Banco Colectivo Industrial), un hotel bien construído y en general, edificios públicos de buena factura. Aunque no hay datos precisos, es posible que también haya estado en funcionamiento el mercado municipal cuya construcción fue sucesivamente autorizada y suspendida por distintos motivos por la H.C.R. de Corrientes entre los años 1884 y 1888, en medidas que involucraban también a edificios similares para Mercedes y Monte Caseros (8).

La ciudad no tenía sin embargo agua potable ni electricidad, estando por entonces en planes del municipio el establecimiento de una usina eléctrica.

Los proyectos para el suministro de agua potable y corriente comenzarían a tomar impulso durante la década del veinte, luego de que el Ministerio de Obras y Servicios Públicos de la Nación acordara con el gobierno provincial un plan para dotar de este servicio y el de cloacas, a las ciudades de Goya, Mercedes y Curuzú Cuatiá.

El servicio eléctrico aparecerá recién a finales de la misma década prestado por la "Compañía Suiza de Electricidad", y para 1935 dicha empresa ya entregaba el suministro a 798 abonados. A su vez, los servicios telefónicos eran prestados por la misma época por la "Compañía Internacional de Teléfonos", al igual que en otras ciudades intermedias de la provincia (9).

Para el año 1937 Curuzú Cuatiá tenía demarcadas 350 manzanas, una población de alrededor de 15.000 habitantes, y un reciente relevamiento municipal había contabilizado algo más de 2.000 casas de material en el radio urbano.

Además de la tradicional actividad ganadera que sostenía a la población se había comenzado a explotar en las inmediaciones una calera que proporcionaba cal de muy buena calidad. El comercio en su mayoría se dedicaba a los ramos generales, contabilizándose entonces alrededor de 266 casas de diversos rubros dentro de la ciudad, y los establecimientos industriales, fuera de las fideerías, talabarterías, panaderías y fábricas de caramelos, no revestían mayor importancia.

En su paisaje urbano sobresalían ya las grandes instalaciones del regimiento 9 de caballería que cubrían buena parte de ambas márgenes del actual acceso principal a la ciudad, y la fisonomía edilicia también se había modificado con la construcción de barrios para suboficiales y personal del Ejército.

Como parte del equipamiento urbano se habían incorporado también las sedes de varios edificios educativos, como el del Colegio Nacional, la Escuela Nacional de Artes y Oficios, la Escuela "Sarmiento", la Escuela Graduada "Belgrano", el Colegio "Nuestra Señora del Pilar" perteneciente a las hermanas Carmelitas Descalzas, y otras instituciones de menor jerarquía.

Había un teatro, un cine, una biblioteca popular y se editaban varios periódicos, como "Acción", "Cultura", "Crítica", "Justicia", "La Unión", "Renovación" e "Inquietud".

Entre las entidades sociales más importantes se destacaban la Sociedad Rural, la Sociedad de Beneficencia, el Club Social, el Club San Martín, La Sociedad Italiana, La Sociedad Española, el Centro Cultural "Eirete", y la Sociedad Católica. Había también varios clubes deportivos, como la "Sociedad Sportiva", el Club "General Belgrano", el "Club Atlético Huracán", el club "Defensores de Belgrano", el club "Sol de América F.C.", "Sportivo Barracas" y "Sportivo San Lorenzo".

Las comunicaciones de la ciudad con otros centros urbanos estaban suficientemente cubiertas en lo que concierne a la vialidad, y desde luego estaban en pleno funcionamiento las dos líneas ferroviarias (F.C.N.E.A. y F.C.C.N.A.) que partiendo de sus respectivas estaciones, unían a Curuzú Cuatiá con Corrientes capital y con el resto del país.

Existía además un campo de aterrizaje frente a los cuarteles del Regimiento 9 de caballería, donde posteriormente se construiría la base aérea por parte del gobierno nacional (10).

La expansión de la ciudad en las últimas décadas

Respecto a la evolución de la estructura urbana en los últimos años, debe señalarse que hacia la década del sesenta estaba ya bien perfilada la fisonomía general de Curuzú Cuatiá y podía entreverse claramente la dirección hacia la que habría de expandirse la ciudad, que únicamente podía hacerlo para el oeste, ya que por el norte y noreste tenía los arroyos Marote y Curuzú Cuatiá, y por el sudeste y sur, el arroyo Castillo.

No obstante ello, las vías del ferrocarril ya habían constituído antes que los arroyos mencionados un umbral restrictivo del avance de la ciudad hacia el este y sur, y en esta época solamente había sido parcialmente franqueado el ramal que da al este, donde frente a la vieja estación fue ocupándose un limitado espacio con casas de baja calidad.

El núcleo principal de Curuzú Cuatiá ya estaba definido entre las cuatro plazas que eran la Belgrano, San Martín, Alvear y General Paz, y contaba con una vía central que era la avenida Berón de Astrada, continuación del acceso principal a la ciudad que aún se denomina República Oriental del Uruguay. En dicha calle aún se concentra la actividad socio comercial y se encuentran los principales centros de esparcimiento y edificios públicos, entre los que se incluye el municipio y la comisaría.

De modo que a fines de la década del sesenta el centro de Curuzú Cuatiá estaba comprendido entre las entonces calles Sarmiento, Don Bosco, Juan Pujol y Mitre. En este perímetro predominaban las viviendas altas de mayor antiguedad, que contrastaban con las nuevas que iban erigiéndose hacia el oeste, que eran desde luego bastante más bajas y sin estilos definidos.

Desde la calle Sarmiento hacia el oeste se ubicaban también las casas que albergaban a la población castrense, numerosa por cierto en razón de hallarse en la ciudad el asiento de unidades de Ejército y Gendarmería. Precisamente en este sector y a ambos lados del acceso principal se extendían por varias cuadras las grandes instalaciones del Ejército, que aún permanecen activas. Tanto estas dependencias como las viviendas para el personal son de buena construcción.

Si bien en esta época ya existían todos los servicios, los mismos no eran extensivos a todos los habitantes. Por ejemplo sólo el 60% de la población tenía agua potable, las cloacas sólo cubrían el 30% del servicio, los teléfonos estaban reducidos al uso domiciliario de 363 abonados y las calles pavimentadas eran 45 cuadras, las mejoradas con ripio 172 cuadras, quedando 291 sin ningún tipo de mejoras.

Existían amplios sectores, especialmente en el norte y el oeste de la ciudad que no contaban con ninguno de los servicios básicos esenciales (11).

En 1985 se firmó un convenio entre la municipalidad de Curuzú Cuatiá y la Dirección de Planeamiento del Ministerio de Obras y Servicios Públicos de la provincia para expandir la ciudad hacia el oeste y noroeste dados los condicionantes naturales existentes en el norte, este y sur de la misma.

Esta expansión se realizó mediante la construcción de barrios Fonavi y villas militares en el sector noroeste de la ciudad dotándolos de todos los servicios, y tal crecimiento se ha extendido de manera que en la actualidad la urbanización del sector se encuentra ante una nueva barrera a franquear, la cual está representada por la ruta Nº119.

En cuanto a la actual red de servicios, puede notarse la ampliación del pavimento -construído mayormente en hormigón armado-, y el enripiado de las calles, mejora ésta que hoy alcanza a la mayor parte de las arterias.

No ocurre sin embargo lo mismo en lo que concierne a la provisión de agua potable, servicio que hasta hoy continúa siendo deficitario. Uno de los últimos datos conque se cuenta en este sentido data del año 1985, época en la que había registradas 3526 conexiones domiciliarias que en proyección servían a unas 14.500 personas. Si se tiene en cuenta que para 1986 la población de la ciudad era de 27.622 personas, puede deducirse que el 47% de la población no tenía entonces agua corriente domiciliaria.

Hoy Curuzú Cuatiá es una ciudad que denota a primera vista su antiguedad por sus características edilicias, exhibiendo numerosos edificios centenarios los cuales en no pocos casos se encuentran medianamente conservados y en su mayoría aún habitados. Sus calles reafirman su condición de ciudad antigua por ser angostas, de cuadras largas y con aceras de estrecho margen, el cual se ve aún más reducido por la presencia de añosas arboledas.

La ciudad no aparenta un cuidado tan esmerado como la cercana Mercedes, pero ostenta sin embargo algunos lugares públicos que le confieren una estética agradable, como el gran parque Mitre, que a la vez de ser un importante pulmón para la ciudad, es el principal sitio de recreación del vecindario.

Es una ciudad donde también puede percibirse un fuerte apego a las tradiciones criollas ya que es muy común observar el uso de atuendos típicamente rurales en la población masculina. La numerosa presencia de efectivos militares ofrece también rasgos distintivos a esta ciudad, donde es habitual el desplazamiento de uniformados en el ámbito urbano (12).

Conclusiones

Curuzú Cuatiá es tal vez el ejemplo más elocuente en la provincia de Corrientes, de la fundación formal y organizada de una ciudad sobre un núcleo ya poblado y con construcciones preexistentes.

Este centro surge a fines del siglo XVIII con medio centenar de hacendados que deciden reunir sus casas en torno a la capilla "Nuestra Señora del Pilar", construída también por iniciativa común.

Aunque transcurrieron más de diez años de infructuosas peticiones para legalizar esta población, la fundación efectiva se realizó recién cuando Manuel Belgrano en su marcha hacia el Paraguay dictó el acta respectiva en la cual dispuso ordenar el caserío disperso en base a una traza reticulada, precisando a su vez las dimensiones, ejido, y condiciones que debía cumplir este núcleo para acceder a una jerarquía mayor.

Durante varios años Curuzú Cuatiá habría de constituírse como un bastión solitario en la custodia de la frontera centro-sur de Corrientes, y en sede de las autoridades civiles, militares y eclesiásticas que tenían a cargo la atención de una vasta región.

Luego de haber sido durante la primera mitad del siglo XIX el punto de apoyo para la fundación de varias poblaciones en el sur y el este de la provincia, hacia finales de esta centuria la ciudad tendría un fuerte crecimiento con la llegada del ferrocarril desde Monte Caseros, incremento que se reiteraría en el transcurso de las cuatro primeras décadas del siglo XX, motorizado en gran medida por la instalación de unidades militares.

Esta ciudad habría de extenderse indefectiblemente hacia el oeste y noroeste dados los condicionantes naturales (arroyos) que la limitan en el norte, este y sur, como también por el umbral restrictivo que significó el trazado de las vías férreas que circunvalan la planta en las mismas direcciones. Buena parte de esta expansión se realizó mediante la construcción de villas militares, y ultimamente también a través de barrios del Fonavi, siempre hacia el sector oeste.

Actualmente Curuzú Cuatiá es una ciudad que denota a primera vista su antiguedad por sus características edilicias y por el apego a las tradiciones por parte de sus habitantes, y del mismo modo revela también la función que desempeña, que continúa siendo la de proveedora de bienes y servicios a una comunidad dependiente de los recursos ganaderos, y del conjunto de fuerzas de seguridad aquí instaladas.

notas

1
Labougle, Raúl. Orígenes y Fundación de Nuestra Señora del Pilar de Curuzú Cuatiá. Buenos Aires. 1961. Pag. 44.

2
AGN. IX-36-9-6. División Colonia. Sección Gobierno. Citado por: Poenitz, Alfredo Erich. Poblamiento y Evolución Demográfica de Curuzú Cuatiá. En: Cuarto Encuentro de Geohistoria Regional. Resistencia. IIGHI-CONICET. 1983.

3
Gómez, Hernán. Divisiones Administrativas, Judiciales y Municipales de la Provincia de Corrientes. Corrientes. 1929. pp. 164-167.

4
Gómez, Hernán. Divisiones Administrativas, Judiciales y Municipales de la Provincia de Corrientes. Op. Cit. pp. 170-172.

5
Archivo General de la Provincia de Corrientes (A.G.P.C.) Sala Manuel Mantilla. Carpetas con documentación sobre pueblos de Corrientes. Legajo correspondiente a Curuzú Cuatiá.

6
Coni, Emilio R. La Provincia de Corrientes (República Argentina). Descripción General, Higienización, Saneamiento, Profilaxia Práctica, Climatología Médica, Epidemiología, Demografía y Estadística Sanitaria, Asistencia Pública y Beneficencia, Etc. Buenos Aires. Coni. 1898. pp. 317-318.

7
Serrano, Benjamín P. Guía General de la Provincia de Corrientes. Corrientes. 1901. pag. 581-590, y Serrano, Benjamín P. Guía General de la Provincia de Corrientes. Corrientes. 1910. pag. 930-945.

8
El tratamiento de estas autorizaciones y los motivos de las suspensiones en la construcción de mercados para estas tres ciudades puede seguirse a través de la documentación obrante en: A.G.P.C. Sala Manuel Mantilla. Carpetas con documentación sobre pueblos de Corrientes. Legajo correspondiente a Curuzú Cuatiá.

9
A.G.P.C. Sala Manuel Mantilla. Carpetas con documentación sobre pueblos de Corrientes. Legajo correspondiente a Curuzú Cuatiá, y De Bossini, José Francisco. Guía General de la Provincia de Corrientes. Años 1934-1935. Corrientes. Imprenta del Estado. 1934.

10
Datos tomados del Folleto informativo publicado por la municipalidad de Curuzú Cuatiá en 1937. Archivo de la municipalidad de Curuzú Cuatiá.

11
Informe Coyuntural de las Estructuras Urbanas en la Provincia de Corrientes. Corrientes. Gobierno de Corrientes. Subsecretaría de Obras Públicas.Departamento de Planeamiento Urbano. Tomos I a IV. (Incluye planos y croquis de las estructuras urbanas y del entorno geográfico inmediato a las mismas). 1967

12
Para la realización de este comentario se han utilizado fuentes documentales obrantes en el archivo de la municipalidad de Curuzú Cuatiá, aunque las mismas se hallan dispersas y sin orden alguno. La información adicional, así como los planos de la ciudad correspondientes a diversas épocas y con los distintos servicios señalados en los mismos, han sido suministrados especialmente por el personal de la Dirección de Catastro de esta municipalidad. Ha sido de utilidad también la consulta de la siguiente documentación: Informe Coyuntural de las Estructuras Urbanas en la Provincia de Corrientes. Corrientes. Gobierno de Corrientes. Subsecretaría de Obras Públicas.Departamento de Planeamiento Urbano. Tomos I a IV. 1967 y Lineamientos para las políticas de desarrollo urbano de la provincia de Corrientes (1978-1980). Tomo II. Gobierno de Corrientes. Corrientes. Editorial Nueva Etapa. 1981, documentación ésta que fue complementada por una inspección ocular y un relevamiento fotográfico efectuado durante el mes de agosto de 1999. Como dato de interés debe señalarse la cantidad de habitantes de Curuzú Cuatiá en su planta urbana, según cifras de los pertinentes censos nacionales: 1869 (1.824 hab); 1895 (5.107 hab); 1914 (10.709 hab); 1947 (15.440 hab); 1960 (16.656 hab); 1970 (20.636 hab); 1980 (24.955 hab); 1991 (28.806 hab)

bibliografía y fuentes

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fuentes inéditas

-Archivo General de la Provincia de Corrientes (A.G.P.C.) Copiadores de Notas del Ministerio de Gobierno y Correspondencia Oficial.

-A.G.P.C. Censos inéditos, provinciales y municipales (Años varios).

-A.G.P.C. Expedientes Administrativos (Sala Manuel Mantilla).

A.G.P.C. Carpetas de pueblos de Corrientes. Legajos varios. Sala Manuel Mantilla.

-Planos Catastrales y de Obras Públicas de la ciudad de Curuzú Cuatiá correspondientes a los años 1933, 1934, 1967, 1979, 1988, 1993, 1997 y 1999. Proporcionados por las Direcciones de Catastro y de Obras Públicas de la municipalidad.

-Relevamiento documental y fotográfico propio realizado en la ciudad de Curuzú Cuatiá en el transcurso del año 1999.

sobre el autor

Oscar Ernesto Mari es Doctor en Historia, egresado de la Universidad del Salvador (Buenos Aires) 1999; Licenciado en Historia, egresado de la Universidad del Nordeste (1994); y Profesor en enseñanza Media, Normal y Especial en Historia, egresado de esta última Universidad en 1986. Actualmente es becario Post-doctoral en investigación del CONICET y Profesor Adjunto A/C de la cátedra Historia Argentina Colonial en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional del Nordeste (Chaco-Argentina).

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