FM / AGY: Finalizada la Terminal 4 en el Aeropuerto de Barajas, Richard Rogers Partnership sigue embarcado en este momento con importantes edificios en construcción en España: la transformación de la antigua Plaza de Toros de las Arenas en Barcelona en un centro cultural y lúdico, un centro de servicios múltiples en la Ciudad de la Justicia de Madrid y las Bodegas Protos (Peñafiel). Cuentan con oficinas en Madrid y Barcelona. ¿A qué se debe su particular interés por España?
RR: No hemos contado nunca con oficinas fuera de Londres, pero sí decidimos abrirlas España porque deseábamos absorber su cultura. Culturalmente, España es el país más interesante de Europa en este momento. Y esto no se refleja sólo en la calidad de su arquitectura, sino también en la integridad de su estilo de vida. Es un país con una gran calidad de vida en todos los sentidos. Me atrae su belleza, su interés histórico.
La Terminal 4 es uno de los proyectos de mayor envergadura en los que he trabajado durante mi carrera. Fue un trabajo apasionante, que disfruté enormemente. La asociación con el estudio Lamela fue excelente, la calidad profesional de los contratistas…No es habitual que en un proyecto que en su momento representaba la construcción de una de las mayores infraestructuras se concluyese a tiempo, ajustándose al presupuesto establecido, y manteniéndose una relación cordial entre todas las partes implicadas.