FM / AGY: Con una carrera que abarca cuatro décadas y siendo autor de varios edificios cruciales en la historia reciente de la arquitectura, ¿cómo describiría la evolución general del significado de la arquitectura a lo largo de su periodo en activo? ¿Cómo ha evolucionado el concepto y el significado de la arquitectura a lo largo de estas décadas?
RR: El primer cambio fundamental lo supuso la aceptación de la arquitectura del Movimiento Moderno como arquitectura contemporánea. Cuando inicié mis estudios, la Architectural Association de Londres era el único centro donde se enseñaba el lenguaje arquitectónico del Movimiento Moderno; las otras escuelas continuaban enseñando el lenguaje neogótico. Otro cambio crucial lo ha constituido la relevancia decisiva que ha adquirido el urbanismo y el pensamiento sobre la ciudad. Durante mucho tiempo sólo contábamos con ciudades nuevas o barriadas suburbanas. Hoy es un objetivo el lograr que las ciudades estén bien conectadas, bien diseñadas, sean disfrutables y, sobretodo, ecológicamente responsables. Esta adquisición de una conciencia acerca de la responsabilidad ecológica es el tercer gran cambio que he comprobado se ha producido desde mis comienzos.
Ahora mismo somos plenamente conscientes de que nos hallamos en un momento crucial y que, a corto plazo, la humanidad debe reducir sus niveles de polución urgentemente para evitar un colapso. Esto se convierte en un factor básico de cambio inmediato. Nuestros edificios consumen ahora menos energía y emplean más energías limpias.
FM / AGY: Su arquitectura siempre ha permanecido atenta a la tecnología de última generación. ¿Cómo se incorpora a su trabajo actual la tecnología de la información?
RR: La tecnología de la información nos permite conocer de primera mano e instantáneamente lo que está ocurriendo en diferentes ciudades del mundo y saber cómo están funcionando ciudades – como Curitiba, en Brasil – que proponen ejemplos de sostenibilidad ecológica. Barcelona supone también un ejemplo positivo en este sentido en el ámbito europeo, actualmente colaboro con su consistorio como asesor en estos temas. Actualmente, mi trabajo al servicio del ayuntamiento de Londres se basa en mi observación de diversos tipos de soluciones y en estudiar cómo sería posible adaptarlas para dar solución a problemas específicos en la ciudad, como la congestión.
FM / AGY: Y en este contexto de crisis ecológica global, ¿necesitamos menos edificios o seguir construyendo a partir de nuevos criterios?
RR: Necesitamos definir criterios de crecimiento. El concepto de una ciudad compacta, que no fuerce a sus habitantes a residir en el área de extrarradio, es en este momento el que puede garantizar una mayor sostenibilidad ecológica con alta calidad de vida. El plan que estoy desarrollando para Londres implica también la construcción con materiales ecológicamente responsables para el ahorro de energía como una estrategia fundamental y un aspecto que introduce un cambio esencial.
FM / AGY: De esto se deduce que no tiene usted el menor interés en hacer de su arquitectura un sujeto icónico.
RR: No me interesan las estructuras abstractas. Podría sin embargo argumentar que el edificio de la T4 es icónico, en el sentido de que se trata de un lugar en cuyo interior puede disfrutarse. Pero no lo concebimos como un edificio icónico sino como un edificio que transmitiese a las personas la emoción del emprender un viaje. Que fuese un lugar alegre, placentero. Iluminado con los colores del arco iris, con techos altos y sugiriendo el movimiento de las olas.