Ribas y Cia desde su contexto
Marcio Cotrim y Mónica Cruz Guáqueta
El periodo que caracteriza el inicio del estudio de Arquitectura Ribas y Cia está condicionado por factores históricos que han marcado una época en la que se alzaron las bases de la arquitectura catalana actual. El efímero episodio del GATCPAC durante los años 30 había sentado los fundamentos de una arquitectura renovada, dispuesta a tender puentes entre la modernidad más vanguardista y la tradición local para encontrar nuevas respuestas al dilema arquitectónico.
Quienes se encargaron de dar forma y llevar aquellos proyectos al mundo cotidiano, estableciendo un hilo conductor desde aquella experiencia hasta su tiempo, fueron los protagonistas de la década de los 50, que impulsaron con sus obras la creación de un modo de hacer propio de Barcelona. Durante estos años España contó con el impulso económico necesario para situar a la arquitectura en uno de sus momentos más representativos.
Si durante los años 30 en Barcelona se buscaba el protagonismo de la arquitectura moderna a nivel institucional, como una marca registrada de modernidad en los edificios y en la experimentación en pequeños proyectos de vivienda, los 50 y 60 se caracterizaron por la difusión y traducción de estas formas –que antes, cuando realizadas, eran privilegio de unos pocos– al “anonimato” del ciudadano común. La mejora de las condiciones de habitabilidad y las propuestas de vivienda cobraron entonces un protagonismo que durante los planteamientos de los años 30 apenas se perfilaban como utopías, y que tuvieron un espacio para realizarse durante los años 50 a partir del desarrollismo español, y los 60 como la década que recibió los resultados de este impulso.
Es en este contexto donde se crea el Estudio Ribas y Cia, que durante la década de los 60 se configuraba como uno de los estudios de arquitectura más dispuestos a continuar con esta tradición renovadora; su búsqueda constante de vincular la arquitectura al usuario y el lugar le hizo participar de diversos proyectos que definieron durante esta época los lineamientos sobre los que se sustentaría su modo de hacer. La entrevista que se publica a continuación es el resultado de una conversación en la que Francisco Ribas Barangé, a sus 74 años, después de una vida dedicada a la arquitectura, habla de este contexto, de sus influencias, de la trayectoria del Estudio y la búsqueda de hacer de la arquitectura producida un mediador entre el cliente y el lugar en el que se produce, lo que ha derivado en una especial capacidad de adaptación a las transformaciones de su entorno, siempre presente en sus diseños, y del que nunca ha sido ajeno.