
Universidad Laboral de Almería. 1976
AG/FC/MC: ¿Existe en este sentido una voluntad de mirar de forma más atenta a la cultura popular mediterránea?
ACB: ¿Cómo podría alguien trabajar en Almería sin intentar entender bien su claro carácter mediterráneo? Insisto en que no es tanto un cambio lo que se produjo como el seguir intentando hacer una arquitectura de la mano de la razón, de la lógica.
AG/FC/MC: Desde los años 1980 existió una intensa actividad en su despacho marcada por una variedad de programas. ¿Cómo influyó esta diversificación en su obra?
ACB: Nunca he tenido un Estudio grande. Y si la actividad ha sido, y lo es, intensa, es porque podemos controlar bien el trabajo que hacemos. En este momento sólo estamos 3 personas. Hay gente que cree que somos muchos más. Y es que los arquitectos que trabajan conmigo son excepcionales en la calidad y en la hondura de su trabajo. Creo que es una buena decisión trabajar así.
AG/FC/MC: Desde 1992 su estudio empieza a tener encargos fuera de España. ¿Ha cambiado en algo su trabajo al enfrentarse con entornos y contextos tan distintos del europeo (o español) como pueden ser los Estados Unidos?
ACB: En lo esencial es lo mismo. En lo instrumental hemos funcionado con equipos radicados en el lugar del trabajo, tanto en Nueva York como en Venecia. He tenido la suerte de que el sistema ha funcionado siempre muy bien y hemos controlado muy bien el resultado. He rechazado algunos trabajos en países orientales porque no se me daban garantías de poderlo hacer de esta manera. Ahora vamos a hacer un edificio para Benetton en Rusia.
Casa Turégano, Pozuelo, Madrid, 1988