Giuliano Pelaio: El concepto global de sustentabilidad se presenta en 1987 con el informe Bruthland y después de 23 años todavía no existe un concepto claro sobre la sustentabilidad aplicada al ambiente construido. Es subjetivo y cada uno lo ve de una manera diferente. ¿Por qué no difundir el concepto real, a fin de romper las muchas inercias en torno a este tema?
Luís de Garrido: Me alegra mucho tu pregunta, ya que da de lleno al verdadero problema del desarrollo sustentable, en general, y de la arquitectura sustentable en particular.
El concepto de desarrollo sustentable que empieza conformarse en la sociedad es falso, ya que ha nacido en el seno de un sistema capitalista corrupto y en decadencia. Por tanto, todo, absolutamente todo, de lo que se ha dicho respecto al desarrollo sostenible no ha ido en la dirección correcta, ya que el único objetivo ha sido seguir creando riqueza del mismo modo habitual, pero con otra apariencia. Un lobo disfrazado de oveja.
En el caso de la arquitectura sustentable es mucho peor todavía. A los enormes intereses económicos del sector se le suman los problemas de la visión “subjetiva” del arquitecto, incluso de los aspectos completamente objetivos de la arquitectura (como son todos los temas relacionados con la sustentabilidad).
Los intereses creados en torno a la arquitectura están haciendo que la sociedad vea como “sustentable” un edifico repleto de supuestas tecnologías avanzadas, y de supuesta eficiencia energética, y con supuestos materiales ecológicos, y con “aditivos” gratuitos que hacen parecer al edifico mas ecológico, aunque en realidad lo convierten en mucho menos ecológicos (como jardines verticales, cubiertas aljibe, sistemas domoticos, y caros “gadgets” similares.
La verdadera arquitectura sustentable debe rechazar lo gratuito y conseguir los mismos fines de forma más sencilla y económica.
GP: Luís, como conceptualizas la arquitectura sustentable?
LG: Pues lo tengo y siempre lo he tenido muy claro. De hecho a continuación expongo mi definición de arquitectura sustentable, que fue aceptada y validada por 12 de los mejores arquitectos del mundo, con ocasión de la Exposición Mundial de Arquitectura Sostenible, en la Fundación Canal, de Madrid, en el año 2010. Los arquitectos que la validaron fueron: Ken Yeang, Emilio Ambasz, Norman Foster, Richard Rogers, Antonio Lamela, David Kirkland, Jonathan Hines, Rafael de la Hoz, Iñigo Ortiz, Enrique León, Mario Cucinella y Winny Maas (MVRDV):
“La Arquitectura Sustentable es aquella que satisface las necesidades de sus ocupantes, en cualquier momento y lugar, sin por ello poner en peligro el bienestar y el desarrollo de las generaciones futuras. Por lo tanto, la arquitectura sustentable implica un compromiso honesto con el desarrollo humano y la estabilidad social, utilizando estrategias arquitectónicas con el fin de optimizar los recursos y materiales; disminuir al máximo el consumo energético, promover la energía renovable; reducir al máximo los residuos y las emisiones; reducir al máximo el mantenimiento, la funcionalidad y el precio de los edificios; y mejorar la calidad de la vida de sus ocupantes”. (Luís de Garrido. 2010)
Soy consciente que una simple definición no sirve para mucho. Por ello, y tras más de 20 años de experiencia, he creado un conjunto de acciones, cuya aplicación garantiza la consecución de una auténtica, verdadera y completa arquitectura sustentable.(1)
Invito a los lectores de esta entrevista que estudien estos puntos y que con ellos analicen algunos de los edificios que la sociedad actual les ha “vendido” como “sostenibles” (o “sustentables”). Es evidente que la desproporción entre lo que hay que hacer y lo que hay hecho es descomunal, y lo que es peor, en muchos casos hay que ir en la dirección contraria.
GP: La sostenibilidad dentro de un proyecto es medible? Puede medir cuán sostenible es un proyecto?
LG: Por supuesto. Para medir el grado de sostenibilidad de un edificio se han definido los indicadores sostenibles.
La formalización de un conjunto de indicadores sustentables es una tarea compleja. Cada indicador debe tener un carácter general y debe ser muy fácil de evaluar. Del mismo modo no debe solaparse con ningún otro y, no debe ni sobrar ni faltar ninguno. Por último, la totalidad de los indicadores debe proporcionar de forma precisa el grado de sustentabilidad de una determinada construcción.
Con la finalidad de identificar los indicadores que deban regular el grado de sustentabilidad de un edifico, en primer lugar habría que empezar por identificar los objetivos generales que deben lograrse para conseguir una arquitectura exhaustivamente sustentable. Estos objetivos constituyen, por tanto, los pilares básicos en los que se debe fundamentar la arquitectura sustentable.
Estos pilares son los siguientes:
1. Optimización de los recursos y materiales
2. Disminución del consumo energético y fomento de energías renovables
3. Disminución de residuos y emisiones
4. Disminución del mantenimiento, explotación y uso de los edificios
5. Aumento de la calidad de vida de los ocupantes de los edificios
El grado de consecución de cada uno de estos pilares básicos constituye por tanto el nivel de sustentabilidad de una construcción.
Sin embargo, estos pilares básicos son muy generales y ambiguos. Por ello, se hace necesario dividirlos en varias partes, de tal modo que sean diferentes entre sí, y al mismo tiempo, fáciles de identificar, de ejecutar, y de evaluar. Estas partes se denominarán “indicadores sustentables” (2), y servirán tanto para evaluar el grado de sustentabilidad de un determinado edificio (si el edificio ya está construido), como para dar las pautas para la construcción de un edificio 100% sustentable (para el proyecto de nuevos edificios).
Una arquitectura realmente sustentable debería cumplir de forma exhaustiva con todos los indicadores.
GP: El término "arquitectura sostenible" siempre ha sido y sigue siendo adotada por un vacío de significados. ¿Usted no cree que dicho termino debería estar implícito en el concepto de una buena arquitectura?
LG: Si, debería. Pero el caso es que no está. Piense usted en un arquitecto que se considere que hace una “buena arquitectura”. Acto seguido haga un análisis de sus características sostenibles, respecto de los 5 pilares expuestos y los 38 indicadores sostenibles. Como resultado se tiene que dicho arquitecto no hace “buena arquitectura”, es decir, es mal arquitecto. Una deducción sencilla.
notas
1 y 2
Ver artículo "Las Naturalezas Artificiales de Garrido" en la revista Drops.