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architexts ISSN 1809-6298


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Ramón Gutiérrez traça um panorama do urbanismo na Argentina através da trajetória de Ernesto Estrada, sua formação e sua atuação no Cone Sul


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GUTIÉRREZ, Ramón. Los inicios del urbanismo en la Argentina. Parte 2 – La acción de Ernesto Estrada. Arquitextos, São Paulo, año 08, n. 088.00, Vitruvius, sep. 2007 <https://vitruvius.com.br/revistas/read/arquitextos/08.088/203>.

La formación de Ernesto Estrada

Cuando Ernesto Estrada ingresó a la Escuela de Arquitectura de Buenos Aires en 1927 desarrollaría una carrera signada por el reconocimiento a sus habilidades y conocimientos con varias medallas y premios, de acuerdo al sistema pedagógico de Beaux Arts y graduándose muy rápidamente (2). Luego va a cumplir la beca que le otorgó la Universidad de Buenos Aires en julio de 1932 para perfeccionarse en Europa y, para ello, recibirá una serie de cartas de presentación del Dr. Adolfo Bioy (1882-1968), presidente del Instituto de la Universidad de París en Buenos Aires (3). Las cartas estaban dirigidas a personajes de distinto perfil mostrando la apertura de relaciones que Bioy preveía para su becario: Lucien Simon (1861-1945) pintor naturalista, Charles Diehl (1859-1944) Historiador especializado en los temas Bizantinos y Gustave Glotz (1862-1935) Profesor de la Universidad y el máximo especialista en el mundo greco-romano (4). Otra de ellas estaba dirigida a Louis Hourticq que era uno de los más prolíficos críticos de arte de Francia ya que había escrito cientos de artículos y libros sobre los más variados temas. Uno de ellos “Génie de la France” (editado posteriormente) marcaba la tónica triunfalista de las posguerras que también tendría Jacques Gréber al hablar de la influencia francesa en la arquitectura y el urbanismo de Estados Unidos. Hourticq escribiría en esos años con otros colegas sobre la École des Beaux Arts y junto a Marcel Poete sobre la formación histórico urbana de París, mostrando su directa vinculación con el ámbito en el cual habrían de desarrollarse los estudios de Estrada (5).

Estrada se inscribió en el Colegio Libre de Ciencias Sociales de París donde estudió Urbanismo, Viviendas higiénicas y Arquitectura Escolar, titulándose en mayo de 1933. Entre ese año y 1935 Ernesto de Estrada estuvo realizando os cursos del Instituto Superior de Urbanismo en París. Estos años fueron de mucha importancia en las concreciones de obras teóricas y de acciones prácticas que le permitieron familiarizarse con el grupo más importante de urbanistas franceses. Fue justamente el tiempo en que Henri Prost impulsa la edición de la revista Urbanisme y que Jacques Gréber publicaba en 1933 su Plan para la ciudad de Marsella y se realizaba en Atenas la reunión del IV CIAM donde se redactaría la famosa “Carta de Atenas” que serviría de guía al nuevo urbanismo del Movimiento Moderno.

En ese tiempo se publicarían obras claves del urbanismo francés como los trabajos de Jean Raymond, René Danger, Emile Mondon y Pierre Lavedan (6). Gastón Bardet haría un análisis del plan Cornudet y también se formaría el GECUS (Groupe d´Etudes et de Coordination de l´Urbanisme Souterrain). En Francia Estrada podría apreciar la Exposición de “La urbanización de la región de París” que se instaló en el Pabellón Marsan en 1934 y asistir al Primer Congreso Nacional de Urbanismo que se efectuó en Bordeaux (1934) y al Segundo que se concretaría en Besancon en 1935.

Estrada sería alumno en el Instituto Superior de Urbanismo de profesores como Bonnier, Fuster, Poete, Picard, Ovalio, Jezé y Sentemae (7). A la vez trabajaría durante el período de sus estudios en Francia con Alfred Agache quien lo consideraba especialmente capacitado en la composición de planos de ciudades. Sus tareas estuvieron vinculadas a los planes para la ciudad de Orleáns donde había nacido su maestro y al diseño de una Ciudad jardín “balnearia” en los alrededores de San Pablo (Brasil) (8). Luego trabajó en estudios de rutas de acceso y remodelaciones en el puerto de Lisboa y la Torre de Belem, así como la llamada “Costa do Sol” que va a Estoril (Portugal) proyectando en esos 25 kms. barrios-jardín en terrenos montañosos y a orillas del mar, un gran estadio de deportes y el trazado de rutas turísticas, tareas todas ellas sin duda vinculadas a lo que sería su posterior práctica profesional en la Argentina.

Sabemos que en Orleáns hubo un primera plan de acondicionamiento y embellecimiento entre los años 1919 y 1924 y que luego Alfred Agache realizaría su Plan entre 1934 y 1938, es decir que comenzaría exactamente en el momento que Estrada colaboraba con él (9). Pero sin dudas fueron los trabajos sobre la costa portuguesa los que tenían la escala y la temática precisa de lo que le tocaría abordar en la Argentina. Para Estrada Agache estaba en su línea porque él se consideraba a sí mismo “tradicionalista” aunque no lo veía como muy novedoso (10).

En 1936 año en que el Frente Popular triunfa en las elecciones francesas, Estrada ha pasado por Alemania en la circunstancia clave por la consolidación del Partido Nacional Socialista y la organización de los Juegos Olímpicos de Berlín.

En Alemania Estrada llegó en el tiempo en que se programaban los Juegos Olímpicos de Berlín donde la inversión en estadios y sedes deportivas fue notable y formaba parte de la propaganda social del régimen nazi. Estrada quedó impresionado por estas obras que narraría luego en un artículo publicado en la Revista de la Sociedad Central de Arquitectos (11). En esa misma época estaba también en Alemania Mauricio Repossini quien adquirió las obras sobre estos conjuntos deportivos que significaban el avance de la modernidad y la arquitectura de masas (12).

En sus trabajos de varios meses con Jansen estuvo vinculado no solamente a sus diseños sobre poblados de Alemania sino muy especialmente a Plan de Ankara. Esta fue realmente una experiencia notable ya que esta ciudad de escasos 20.000 habitantes se transformaría en 1923 en la capital de Turquía. En 1928 se crearía el Departamento de Planeamiento que convocaría a un concurso internacional para una nueva estructura urbana. Este concurso ganado por Jansen en 1932 le permitió supervisar a la vez los proyectos edilicios de obras públicas y en 1937 reacondicionar el plan ante la multitudinaria migración que se generó a la nueva ciudad. Sus planteos se vinculaban, en la época en que contó con la colaboración de Estrada, en la definición de un gran cinturón verde, la formación de parques públicos (sobre todo el central denominado de la Juventud) y de bulevares, en una política ambientalista de primer nivel que incluyó también la Granja experimental Ataturk.

También pudo apreciar la génesis del proyecto de planeamiento territorial a partir de la red nacional de carreteras implementada en Alemania y que sin dudas tendría influencia en la generación de la Dirección Nacional de Vialidad creada en 1937 en Argentina como una alternativa integradora del territorio (13).

Estrada no se limitó a estas estadías de trabajo y recorrió con apoyo de municipios diferentes ciudades de Alemania, Italia, Dinamarca, Suecia e Inglaterra, analizando las gestiones urbanísticas y proyectos. Como podemos apreciar desde el punto de vista profesional la tarea de Estada estuvo claramente signada por una vinculación a temas paisajísticos y de ordenamiento urbano en proyectos de primer nivel.

Con certeza otras de las temáticas que más influyeron en la formación de Estrada fueron las vinculadas a los aspectos de la gestión del planeamiento (14). En este sentido tuvo un papel relevante el Curso dictado por el jurista Gastón Jezé (1869-1953) quien había estado en Buenos Aires invitado por el Decano de la Facultad de Ciencias Económicas Eliodoro Lobos en el año 1923. Raúl Prebisch recordaba la importancia que había tenido para su formación este curso de Jesé que era el Presidente del Instituto Internacional de Derecho (15). Jezé constituía uno de los pilares del Curso del Instituto Superior de Urbanismo en París dado que explicaba los aspectos administrativos y financieros de las políticas de planificación urbana. Sus textos sobre “Finanzas públicas” y derecho administrativo tenían una vigencia que se prolongó en reiteradas ediciones hasta cubrir el siglo XX (16). El tema tendría ya un espacio interesante de discusión en Argentina por parte de abogados caracterizados como Rafael Bielsa y Alcides Greca (17).

Otra fase interesante es la de la vinculación de Estrada con los aspectos turísticos íntimamente vinculada a las políticas de Parques Nacionales en sus inicios y también en su trayectoria inmediata respecto de las Hosterías nacionales. En 1942, Estrada es designado junto al arquitecto Enrique Blaquier de la Dirección de Arquitectura y el Ingeniero Roberto M. Ortiz como Delegados al Congreso Nacional de Turismo (18). Su participación gremial fue también importante actuando como Vocal de la Sociedad Central de Arquitectos entre 1939 y 1941.

Su acción como urbanista se proyectó luego, en 1944, como Presidente de la Comisión Honoraria de Urbanismo del Partido de Las Conchas (Tigre), designado por el Comisionado Municipal Marcelo White. Nuevamente en 1952 lo convocan para integrar junto con los arquitectos Carlos Mendióroz y Jorge Spika una Comisión de Zonificación del Partido de las Conchas.

Los Congresos de Urbanismo

En la década del 30 y con nuestras primeras cátedras de Urbanismo en las escuelas y facultades de arquitectura en desarrollo, se habrían de generar los primeros grandes encuentros de urbanistas americanos. Si bien los Congresos Panamericanos de Arquitectura inaugurados en Montevideo en 1920 y con realizaciones consecutivas en santiago de Chile (1923), Buenos Aires (1927) y Río de Janeiro (1930) habían consolidado una dinámica de interacción profesional en el Cono Sur, los temas urbanos aun tenían pendiente su propio escenario (19).

En Santiago de Chile se realizaría en 1934 el Primer Congreso Chileno de Arquitectura y Urbanismo que proponía la creación de una “Escuela de Urbanismo” señalando que Chile contaba “con el grupo más preparado de urbanistas de América Latina” y por ende organizando en 1938 el Premier Congreso Chileno de Urbanismo.

En el Congreso Panamericano de Buenos Aires en 1927 se planteó la conveniencia de realizar un Congreso de Urbanismo, lo que sería impulsado por el Arquitecto José Hortal de la Dirección General de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas quien buscó el apoyo de entidades no estatales como el Museo Social Argentino y la Comisión de “Amigos de la Ciudad”.

Este hecho marcó sin dudas un perfil al Congreso, del cual sorprendentemente no participaría Carlos María della Paolera (enfrentado con Hortal por la construcción del Ministerio de Obras Públicas obliterando la traza de la Avenida 9 de Julio) ni tampoco Martín Noel, ni obviamente Estrada que se encontraba en 1935 en Europa (20).

El Congreso evidenció la pluralidad de temas y enfoques que los problemas urbanos habían generado en lo que los participantes coincidían en denominar una “nueva ciencia”. Aunque los debates fueron más de forma que de fondo llama la atención que los temas de la estética edilicia tuvieran más presencia en la Exposición de trabajos que en las ponencias y que en los debates. Se señalaba la poca importancia que la historia urbana tenía a la hora de tomar decisiones y la necesidad de valorarla como punto de partida de cualquier proyecto de urbanización.

Rouco Oliva de los “Amigos de la ciudad” recordó como en 1933 había solicitado a della Paolera la preparación de un emblema del urbanismo y que el mismo había alcanzado resonancia internacional por lo que fue aceptado como expresión definitiva hasta nuestros días.

Entre los temas que abordó el Congreso los referentes a los problemas viales, los espacios verdes y la vivienda de interés social fueron prioritarios, aunque había poca coincidencia entre los renovadores urbanos y los preservacionistas. Los temas económicos y de la plus valía por acciones urbanas aparecieron con frecuencia ratificando la preocupación de los participantes en la manera de frenar la especulación inmobiliaria. Fue muy ponderado el trabajo de Werner Hegemann y Jorge Kálnay sobre las normas científicas a aplicar en los Planes Reguladores, para establecer proporciones de zonas verdes y vivienda en atención a la población. Ello requería una acción necesaria en la legislación de loteos y construcciones previendo la adecuada extensión de las ciudades. Los proyectos sobre intervención urbana, centros cívicos y embellecimiento de espacios públicos mostraron la perdurabilidad de los principios de “arte público” de la Academia aunque el lenguaje de las propuestas arquitectónicas estuviera emparentado con la renovación racionalista.

La obra urbanística de Ernesto Estrada

Como se ha señalado Ernesto Estrada a su regreso de Francia y Alemania se vinculó por una parte a la Escuela de Arquitectura como docente y por otra a la Dirección de Parques Nacionales (21). Este organismo estaba recientemente creado (1934) y en él revistaba el Arquitecto Miguel Ángel Cesari y actuaba como “Asesor” (omnipotente) el arquitecto Alejandro Bustillo, hermano del Presidente de Parques Nacionales Exequiel Bustillo. Aunque el organismo era nuevo el marco de referencia ideológico reconocía también las influencias francesas. por una parte la idea de los Parques Nacionales esbozada por Carlos Thays en 1913 y por otra la política de consolidación territorial mediante la formación de un poblamiento estable como preconizara el Mariscal Lyautey en sus campañas de Marruecos como menciona Exequiel Bustillo en sus memorias (22). No era tampoco ajena a estas ideas la experiencia norteamericana del National Park Service (23).

Aunque Estrada realizaría un conjunto de intervenciones más vinculadas a loteos y trabajos de agrimensura y partición de extensiones de tierra para urbanización nos parece adecuado tratar de discernir estas acciones de lo que fue su planteo esencial en torno a las intervenciones en la urbanización de Bariloche y, sobre todo, en la formación de las “Villas” regionales para la generación de una red de asentamientos satélites que marcaran la plena vertebración territorial.

Estrada fue contratado por Exequiel Bustillo, a cargo de los Parques Nacionales en pleno conocimiento de su formación urbanística y también en la valoración que otorgaba al paisaje y al hacer una arquitectura que se vinculara “con las características del lugar” (24). Esta premisa lo llevaría a privilegiar el uso de la piedra y la madera configurando un imaginario formal y material que caracterizaron las operaciones arquitectónicas de esa fase inicial de Parques Nacionales y que abarcaba la obra de Bustillo, Césari o el mismo Jacques Braguinsky, arquitecto ruso formado en Francia que haría el Hospital Regional de Bariloche (25).

El primer desafío urbanístico de Estrada fue la configuración de una estructura urbana más clara para Bariloche, que se había configurado por un proceso de agregación espontáneo que desdibujó la cuadrícula original y que por las diferencias de cotas topográficas requería justamente una acción que le diera no solamente una forma urbana integrada sino que, a la vez, la dotara de un equipamiento de otra escala (26). Aunque Estrada viajó a Bariloche con proyectos arquitectónicos de Bustillo para ser colocados en forma dispersa su idea fue desde un comienzo el dotar a la ciudad de un punto de referencia social, cultural y espacial. La idea del Centro Cívico de 1937 reconoce la deuda con la experiencia de las plazas europeas considerando la plaza como un centro de reunión y punto de confluencia de la vida social. Algo que se había logrado paradigmáticamente en las plazas coloniales americanas. Sin embargo, Estrada atiende también a los temas de ensanche y reordenamiento mediante una política de adquisición de tierra urbana en la periferia (corralones de Capraro) a la vez que induce un proceso de homogeneización de la obra pública.

La otra idea central fue la del trazado de las villas rurales que respondían a una política nacional de poblamiento y consolidación de fronteras. Es claro que esta no fue una idea original de Estrada sino de la Dirección de Parques Nacionales pues ya figuraba en la Memoria de 1935 la propuesta de crear villas en El Correntoso, Lago Mascardi y Traful en tiempos en que Estrada estaba en Francia estudiando. Lo cierto es que con el ingreso de Estrada como técnico de Parques Nacionales los aspectos urbanísticos tomaron particular relieve como señaláramos en su oportunidad (27). Si las obras de arquitectura estuvieron a cargo de Alejandro Bustillo y Miguel Ángel Césari, es evidente que los aspectos urbanísticos quedaron a cargo de Estrada.

La preocupación paisajística ocupó el centro de las ideas fuerza del nuevo urbanismo. Ello puede apreciarse desde la dimensión panorámica en la que se instala el Centro Cívico respecto del Lago Nahuel Huapí. En las decisiones urbanas Estrada apostó más hacia las ideas de la “ciudad jardín” que a las composiciones “beaux arts” que eran las que prefería Alejandro Bustillo. Así mientras planteaba jardines frontales y la permanencia o forestación con macizos de árboles que cualificaran el espacio y el paisaje, Bustillo insistía en los ejes clásicos y grandes volúmenes propios de las antiguas ideas del “arte urbano”. En esto probablemente Estrada manejó dosificadamente los criterios de Gréber, quien había transitado ambos andariveles. Sin embargo sus propuestas son coherentes con el tema de su Tesis, buscando realzar el paisaje urbano con un diseño cuidadoso de todo el equipamiento Las escalinatas pasa salvar desniveles, los senderos, los bancos y faroles muestran esta visión integrada que Estrada tiene en el diseño arquitectónico a escala urbana.

Su adopción de rasgos formales arquitectónicos de carácter pintoresquista tiene también que ver con la valoración de la arquitectura espontánea donde predominaría su preocupación “por la armonía con lo existente, con el lugar, con la naturaleza”. Estrada aplicó las experiencias normativas aprendidas en Francia introduciendo en 1937 unas normas de construcción que regulaban no solamente la obra pública sino también la privada con la intención de crear un imaginario homogéneo en el paisaje urbano. Asi se prohibiría construir en tierra y el uso del zinc o de materiales que no fueran típicos de la zona, regulando que el ladrillo solo podría usarse en interiores. La Oficina Técnica destacaba en 1938 que continuaba en su empeño “de dirigir la arquitectura privada en Parques Nacionales”.

La idea fuerza del poblamiento de fronteras introducía una situación dialéctica respecto de la densificación de un territorio destinado a Parque Nacional y a la vez inducir una política turística bajo el lema institucional “Conocer la patria es un deber”. Este fue un tema que Estrada tuvo claro tratando de paliar las contradicciones que tal política encerraba en la medida que quería preservar el paisaje natural (28). La forma de afianzamiento y de sustentabilidad pensada en torno a una movilización del turismo planteaba, sin embargo, unas exigencias de infraestructuras y equipamientos viales y de servicios que generaban una dinámica superpuesta a las políticas de Parques y que se reiterarían en el tiempo. la llegada del ferrocarril en 1934 fue decisiva en este sentido para la dinamización del proyecto. Así en 1938 Parques nacionales reconocía que su obra pública tendía “a convertir las zonas de los parques en regiones al servicio del turismo” (29).

En este contexto la formación de las Villas tendían a “afincar cierta población lugareña o turística para darle vida a determinada zona”. En 1936 se daría forma a la Colonia Pastoril Nahuel Huapí y las villas iniciales serían las de La Angostura, Traful y Llao Llao, esta última pivotando en torno al Hotel cuyo emplazamiento había seleccionado Alejandro Bustillo siguiendo la antigua propuesta de Bayley Willis (30). El norteamericano había planteado en 1913 no solamente la posibilidad de un polo de desarrollo agropecuario-industrial de la Patagonia sino también el fomento del turismo para un país que carecía de lugares de veraneo con paisaje de calidad en la extensión de la llanura pampeana. Willis proponía entonces que se otorgaran tierras fiscales en parcelas pequeñas a bajo costo y adecuada financiación y que junto a ellas se instalara una hostería que asegurara la presencia de un turismo itinerante, sobre todo de carácter local (31).

Las primeras de las Villas fueron Traful y La Angostura que fueron formadas con 53 y 82 lotes respectivamente. Luego se trazaría la Villa Llao-Llao que tuvo inicialmente 43 lotes a los que se agregarían 16 más en 1940 (32). Las últimas que formaría Estrada serían la Villa Lago Mascardi, Tacul y la Villa El Rincón junto con la Villa Cerro Catedral con 36 lotes para la cual se habían destinado hasta 100 Ha. Como puede apreciarse se trataba inicialmente de conjuntos pequeños que preveían una localización controlable de familias. Las Villas tenían un área central de carácter comercial, otra definida por las localizaciones residenciales y una tercera definida por su vocación agrícola que aseguraba una relación sin solución de continuidad con el paisaje natural.

Para asegurar la persistencia de los valores paisajísticos Estrada planteó un acomodamiento a las condiciones topográficas diseñando un sistema de vías de comunicación envolventes que aseguraran el fácil acceso. El loteo de las tierras agrícolas se hizo sin un patrón unitario utilizando la ribera del lago y la red vial como referencias para la subdivisión de la tierra. En el caso de La Angostura (considerada como una “aldea de montaña”) se ubica estratégicamente entre los faldeos de los cerros y el istmo que conecta a elementos paisajísticos sobresalientes como la península de Quetrihue, acceso al excepcional Parque de los Arrayanes. A ambos lados los Lagos Nahuel Huapí y Correntoso perfeccionan un emplazamiento de alta calidad paisajística. La accesibilidad determinaba la localización del núcleo comercial-residencial, rodeado del loteo agrícola. Se pensaba que esta realidad rural-urbana tenía la escala de control adecuado para fijar un poblamiento y una interacción territorial sin fricciones espaciales y funcionales (33).

Sin embargo, la realidad regional acusaba un crecimiento exponencial en un lustro (de 1935 a 1940). Los habitantes de la zona de Nahuel Huapí habían crecido de los 1.524 existentes antes del comienzo de la política de Parques Nacionales a 9.800 que se distribuían dentro del conjunto de las 760.000 Ha. que tenía el Parque. Es necesario aclarar que buena parte de ellos se habían radicado en el ensanche de Bariloche donde Estrada había localizado barrios de viviendas de interés social y también realizado acondicionamientos topográficos como las escalinatas y los accesos.

Si alguna de las villas significaron un reordenamiento de antiguos pobladores, otras fueron los motores de la dinamización regional. La Angostura dispuso inicialmente de unas 400 Ha. pero en poco tiempo en el paraje denominado “El Cruce”, inmediato a la ruta trocal se organizó otro asentamiento que adquirió un perfil comercial más dinámico dejando a la antigua Villa como núcleo predominantemente residencial. La organización municipal comenzaría en 1948 con la creación de una Comisión de Fomento, abarcando su jurisdicción una extensión de 8000 Ha.

El aluvión poblacional exigió una política de control e inclusive urbanizaciones especiales como la realizada en 1947 bajo el gobierno peronista para los empleados del Parque Nacional. El cambio que se genera en 1945 cuando Parques Nacionales es transferido del Ministerio de Agricultura al de Obras Públicas bajo la nominación de Administración General de Parques Nacionales y Turismo está vinculado a la inserción de numerosas actuaciones dentro de los Planes Quinquenales, pero a la vez significa la disolución de la Oficina Técnica pasando sus funciones a otras reparticiones del estado.. Dentro de la política de equilibrio entre el entorno y la urbanización, en 1949 se declaró el año de “recuperación del paisaje” y se expropiaron extensas superficies de tierras de alta calidad paisajística. A la vez se realizarían las obras del cable-carril de Cerro Catedral y las instalaciones de la Isla Victoria, así como el Centro Atómico de la Isla Huemul (34).

Estrada, ya desvinculado de sus funciones profesionales en el estado, encarará urbanizaciones de carácter privado como la Villa Cumelén, a la vez que realizará una extensa cantidad de obras de arquitectura atendiendo a las características de la arquitectura regional que habían impuesto desde la Oficina Técnica de Parques Nacionales. Sus obras como el Hotel Tunquelén demuestran que su manejo de la arquitectura pintoresquista respondía no solamente a los condicionamientos de carácter que se habían definido para el imaginario de la arquitectura oficial sino aquel compromiso que mencionaba con el sitio y sus materiales.

En la zona del Parque Nacional de Iguazú en la Provincia de Misiones (entonces territorio Nacional), Estrada tuvo a su cargo el diseño de varios edificios públicos, el centro cívico del entonces llamado Puerto Aguirre (hoy Puerto Iguazú) y el Hotel de Turismo que tenía un magnífico emplazamiento próximo a las Cataratas.

Luego de su etapa en Parques Nacionales, Estrada accede en julio de 1941 al Ministerio de Obras Públicas en la Dirección General de Arquitectura como Jefe de la Oficina de Hoteles y Hosterías de Turismo. Así quedará vinculado al Plan de Hoteles y Hosterías del territorio argentino concretado conjuntamente con el Automóvil Club Argentino. Diseñaría entonces las sedes de Andalgalá y Ancasti en Catamarca (lugar de nacimiento del entonces Presidente Castillo) y de Chilecito en La Rioja. También aparentemente tuvo vinculación con otros emprendimientos de ese plan, concretamente con el Hotel de Turismo de Corrientes.

En esta etapa participaría como Presidente de la Comisión de Urbanismo de Catamarca realizando un proyecto para la remodelación de la zona céntrica. En 1944 y 1945 atendió por solicitud del Gobierno de Tucumán estudios para la urbanización de diversos centros urbanos existentes como fue el plan para Trancas y otros de nueva fundación (35). Planteó en la ciudad de San Miguel de Tucumán la ampliación de la planta urbana hasta 80 Ha y diseñó a 12 kilómetros de la capital la “ciudad jardín” Lomas de la Granja con una extensión de 1400 Ha.

En Córdoba se ocupó de la urbanización de los barrios-parques “Mendiolaza” y “La Falda”, proyectando la realización de un balneario en el río “Los Molinos”.

En la Provincia de Buenos Aires entre los años 1947 y 1950 estuvo vinculado a urbanizaciones de tipo turístico el papel de Estrada también fue relevante. Le cupo por ejemplo diseñar el balneario barrio Golf de 150 Ha y el Barrio Parque “el Tejado” en Camet con 100 Ha. En la Ciudad- Balneario “Mar de Cobo” de una superficie de 300 Has. Hizo un trazado de barrio parque para la familia Guerrero cuyo loteo fue adquirido especulativamente por residentes en Buenos Aires que apostaban a la valorización de los lotes. La carencia de una política de construcción y radicación de habitantes generó el insuficiente desarrollo de la urbanización a diferencia de otros emprendimientos similares de la misma familia como fue el de Cariló.

En la región del Gran Buenos Aires hizo trazados en Pacheco para la zona del “Talar” y la extensión del pueblo de Don Torcuato. Formó el Barrio Haras Trujui y actuó en la ampliación de barrios parques en San Isidro, Boulogne, Castelar, Morón y Matanzas. Encaró los planes de extensión de San Miguel del Monte, de General Rodríguez y el Barrio Parque San Antonio de Luján. Fue el diseñador de la “ciudad jardín” La Tradición en la localidad de Álvarez (Partido de Moreno) con la construcción de un barrio de viviendas chalets y un centro comercial y otro asistencial.

También acometería en el Uruguay el diseño del Barrio Parque del Golf en Punta del Este (Uruguay) con una superficie de 150 hectáreas y en 1948 encaró el balneario “El Pinar” (Departamento de Canelones) con una extensión de 1250 Ha. Además de la traza del conjunto y parcelario Estrada diseñó la arborización, la localización de centros deportivos, el centro cívico, las hosterías y hoteles, la iglesia y los edificios de la administración.

Está claro, para nosotros, que Estrada encaró esta enorme tarea de trazados de pueblos, balnearios y urbanizaciones como parte de una acción profesional muy condicionada por una realidad económica que puede entenderse en una familia con diez hijos que debía mantener exclusivamente de su esfuerzo laboral. La necesaria movilidad de residencia en el Tigre, años en Bariloche, otras veces en Mar del Plata o en el Uruguay, contribuían sin dudas a la zozobra y dificultades de esta tarea cuya dedicación era de notable eficacia. El silencio sobre la obra de Estrada se puede explicar por esta razón de una tarea dispersa y discontinua, pero por sobre todo por una modalidad muy suya de llevar un “perfil bajo” y de no participar de los fastos de la “cultura arquitectónica” publicando sus trabajos. Esto habla de su modestia y de su temperamento y por ello nos congratulamos hoy de poner en relieve una trayectoria virtuosa y esforzada de la profesión.

Reflexiones finales

Recientemente Arturo Almandoz manifestaba que la influencia de los textos latinos en el urbanismo latinoamericano habían tenido más fortuna que los anglosajones, particularmente ingleses y norteamericanos, con excepción de Lewis Mumford. También percibía que Jorge Enrique Hardoy era el urbanista latinoamericano de la segunda mitad del siglo XX que había tenido una visión más abarcante y de manejo universal de fuentes, lo cual es claramente cierto (36).

Cabe sin embargo hacer algunas precisiones que me parecen oportunas, sobre todo cuando estamos en la etapa de profundización de las investigaciones y queda mucho terreno por explorar en las acciones de los urbanistas en América, como esta misma aproximación a la obra de Estrada lo demuestra. La primera es que si hemos desarrollado aquí sobre todo el perfil de la influencia francesa a tenor de la formación específica de Estrada no podríamos soslayar el aporte esencial del urbanismo austríaco y alemán en el propio Estrada como antes en Mauricio Cravotto o en la persistente acción de Karl Brunner, Werner Hegemann, Fritz Schumacher y Eugenio Steinhoff entre otros que encuentran oportunos ecos en la acción de arquitectos europeos radicados en nuestros países como Jorge Kálnay o Emil Ludewig en Argentina. La vinculación de España con Alemania en el plano cultural y filosófico también traería aparejado los trabajos de Oskar Jurgens (1926) sobre ciudades españolas, la traducción del libro de Sitte (1928) hasta la reciente edición castellana del “Civic Art” de Hegemann que realizara póstumamente Ignacio Solá Morales (37).

La estadía del uruguayo Juan A. Scasso en Alemania estudiando sus sistemas de parques y jardines y su colaboración con Fritz Schumacher, nos muestran que esta línea de conexión no fue endeble y merecería una mayor profundización pues Scasso también se refiere a los antecedentes de la ciudad jardín inglesa y a los sistemas de parques norteamericanos, además de proyectar el notable Estadio Centenario de Montevideo (38). También Ernesto Vautier tenía en su biblioteca una buena cantidad de libros de procedencia alemana e inclusive norteamericana, sobre todo en lo referente a los sistemas de”parkways” (39). No por ello debemos soslayar que un libro de Abercrombie fue traducido y editado en castellano en 1936 (40).

Podemos finalmente, para relativizar esta lectura sobre las fuentes de los urbanistas rioplatenses acotar que en 1930 estaban disponibles para su adquisición en Buenos Aires los textos de Avray Tipping sobre “English gardens”, G.H. Edgell sobre “ The American architecture of today”, “La cité jardín du Weissenhof a Stutgart”, O. Reagan “American architecture of the 20th century”, Shelton, “Beautiful gardens in America”, A.D Taylor “The complet garden” y las obras de Bruno Taut entre numerosos textos franceses, italianos o españoles (41).

Nos parece sin embargo importante remarcar que entre los latinos debería darse mayor importancia al papel que en la segunda posguerra tuvieron los urbanistas italianos en la Argentina, particularmente Enrico Tedeschi, Cino Calcaprina (ambos fallecidos en ese país), los que permanecieron allí mucho tiempo como Ernesto Lapadula enseñando urbanismo en Córdoba o los que estuvieron esporádicamente como Devoto, Enrico Rogers y Luigi Piccinato (42).

La importante tarea de Arturo Almandoz requiere justamente el creciente aporte de los historiadores urbanos de cada país americano para analizar paulatinamente estos aportes y transferencias como marco de referencia a la comprensión de los resultados del urbanismo en nuestras ciudades. Este artículo quiere justamente incitar a acompañarlo en la tarea que ha emprendido.

notas

1
Para ver la primera parte de este artículo: GUTIÉRREZ, Ramón. "Los inicios del urbanismo en la Argentina. Parte 1 – El aporte francés". Arquitextos, n. 087. São Paulo, Portal Vitruvius, ago. 2007 <www.vitruvius.com.br/arquitextos/arq087/arq087_01e.asp>.

2
En la familia recuerdan la anécdota de que estudiaba con sus hermanos ya que eran varios de similar edad y uno de ellos extrañado de que hacía tiempo no venía a estudiar en los mismos horarios que ellos, le preguntó si le pasaba algo y Ernesto contestó: “es que ya me recibí de arquitecto”. Esto muestra su talante poco dado a la autopromoción y a la modestia.

3
Adolfo Bioy era según Enrique de Gandía un “hombre de salón tanto de París como de Buenos Aires”. Había sido Ministro de Relaciones Exteriores de Uriburu (1931) y fundador de la Academia de Ciencias Morales y Políticas (1938) que luego presidiría. Fue el Padre de Adolfo Bioy Casares.

4
GLOTZ, Gustave. The greek city and its institutions. London, Keegan Paul, Trench, Tubner & Co, 1929.

5
HOURTICQ, Louis. Genie de la France”. París, Presses Universitaires de France, 1943; HOURTICQ y otros. L´Ecole Nationale Supérieure des Beaux arts. París, La Grande Masse, 1937; HOURTICQ, Louis ; POETE, Marcel y otros. Comment s´est formé Paris. París, Librairie Hachette, 1924-1926 (20 volúmenes).

6
DANGER, René. Cours d´urbanisme. París, Eyrolles, 1933. RAYMOND, Jean. Guide pratique dúrbanisme. Paris, Dunod, 1933. RAYMOND, Jean. Précis d´urbanisme moderne. Paris, Dunod, 1934. MONDON, Emile. Assainissement general des villes et des petites collectivités. Paris, Dunod, 1933. LAVEDAN, Pierre. La Géographie des villes. Paris, Gallimard, 1936.

7
INSTITUTE SUPERIEURE D´URBANISME. Anné Scolaire 1933-1934. 1° Anné d´Étude et 2° Anné d´Étude. París, Éditions de la Université de Paris, 1933-1934. 6 volúmenes impresos a mimeógrafo.

8
Antecedentes profesionales de Ernesto Estrada. Buenos Aires Julio de 1939.

9
PREFECTURE DE LOIRET. Schéma de cohérence territoriale de la Communauté d´Agglomération Orleáns-Val-de-Loire. Janvier, 2004.

10
Entrevista a Ernesto Estrada realizada en octubre de 1995 por Roxana Di Bello. Atención de Gonzalo Estrada.

11
ESTRADA, Ernesto. “El campo de deportes de Berlín”. En Revista de Arquitectura. Buenos Aires, Mayo de 1936.

12
Se trata del libro MARCH, Werner. Bauwerk Reichssportfeld. Aufnahmen Charlott Rohrbach. Berlín, Deustche Kunstuerlag, 1936 con la firma de Repossini en Berlín 1936. Biblioteca del CEDODAL.

13
SCHULZ, Guillermo. Últimas innovaciones urbanísticas en Alemania. Separata del Boletín N° 11 del Honorable Concejo Deliberante. Buenos Aires, 1940.

14
En la biblioteca de estrada se encontraba el libro de A. POSADA. El régimen municipal de la ciudad moderna y bosquejo del régimen en España, Francia, Inglaterra, Estados Alemanes y Estados Unidos. Madrid, Victoriano Suárez, 1916.

15
JEZÉ, Gastón. Las finanzas públicas en la República Argentina Conferencias dadas en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires y el Instituto Popular de Conferencias de La Prensa. Buenos Aires, 1923.

16
JEZÉ, Gastón. Cours de finances publiques. París, Marcial Girard, 1930 (Corresponde al curso dictado en 1929-30, hay otra edición del curso 1931-32). Tenían particular interés en la legislación francesa el libro “Les contrats administratifs de l´Etat, des Departaments, des Comunes et des Etablissementes Publics” Paris, DGDJ, 1927-1936, 4 Volúmenes. Véase también JEZÉ, Gastón. Los principios generales de Derecho Administrativo. Traducción y prólogo de Carlos García Oviedo. Madrid, Reus, 1928.

17
BIELSA, Rafael. “Consideraciones sobre los problemas jurídicos del urbanismo”. En La Prensa. Buenos Aires, 12 de octubre de 1935; GRECA, Alcides. Problemas del urbanismo en la República Argentina. Santa Fe, Imprenta de la Universidad Nacional del Litoral, 1938.

18
Resolución de Salvador Oría del 4 de agosto de 1942.

19
GUTIÉRREZ, Ramón; TARTARINI, Jorge; STAGNO, Rubens. Congresos Panamericanos de Arquitectos.1920-2000. Aportes para su historia. Buenos Aires, CEDODAL – Federación Panamericana de Asociaciones de Arquitectos, 2007.

20
La única participación de della Paolera fue en una conferencia que acompañó a la Exposición. No estuvo en ninguna de las Comisiones del Congreso, aunque sí o hizo Ángel Guido su socio en el Plan de Rosario. Otra de las conferencias fue del francés Armando D´Ans sobre “La exposición Internacional de París de 1937 y su repercusión en el urbanismo y la arquitectura”.

21
Estrada fue Profesor Adjunto de Teoría de la Arquitectura en 1939 y también durante el año 1953 tuvo a su cargo la Cátedra de Urbanismo. En 1947 en oportunidad de crearse la Facultad de Arquitectura autónoma (antes era Escuela dependiente de la Facultad de Ciencias Exactas) el Decano Ermete De Lorenzi le envía una circular invitándolo a sugerir modificaciones al Plan de Estudios.

22
BUSTILLO, Exequiel. El despertar de Bariloche. Buenos Aires, Pardo, 1971. Para entender la visión de largo alcance de Lyautey quien en 1912 ocupó Marruecos poniendo la capital del “Protectorado”en Rabat es interesante esta anécdota: El mariscal Lyautey contemplando en Marruecos unas laderas peladas tuvo un pensamiento que confió a su ayudante: Podríamos plantar estas laderas de abetos. Y el ayudante observó: «Mariscal, el abeto tarda treinta años en crecer»: Treinta años ¿está seguro?: “Completamente seguro”. Lyautey dijo: “Entonces tenemos que empezar a plantarlos esta misma tarde”.

23
Estrada tenía en su biblioteca el libro del National Park Policy. Natural and Historic Resources Branch. Editions by the Department of Northern Affairs and National Resources, S/d.

24
HANONO. Miguel. “Entrevista al Arq. Ernesto de Estrada”. En Arquitectura Andina N°25. Bariloche, Marzo/Abril 1997.

25
LOLICH, Liliana. “Jacques Braguinsky”. En GUTIÉRREZ, Ramón (ed) Reencuentro con la arquitectura del siglo XX. Buenos Aires, SCA – CEDODAL, 2006.

26
BERJMAN, Sonia; GUTIÉRREZ, Ramón. “La arquitectura de los Parques Nacionales. (1935-1955). Nahuel Huapí e Iguazú”. En Revista de la Sociedad Central de Arquitectos. Buenos Aires, 1986.

27
BERJMAN, Sonia; GUTIÉRREZ, Ramón. La arquitectura en los Parques Nacionales . Buenos Aires, Instituto Argentino de Historia de la Arquitectura y el Urbanismo, 1988.

28
BUSTILLO, Exequiel. Huellas de un largo quehacer. Buenos Aires, Depalma, 1972.

29
DIRECCIÓN DE PARQUES NACIOALES. Memoria correspondiente al año 1937. Buenos Aires, Talleres Gráficos Argentinos de L. J. Rosso, 1938.

30
LOLICH, Liliana. “La obra de Alejandro Bustillo en la Patagonia” En AAVV. Alejandro Bustillo. La construcción del escenario urbano. Buenos Aires, CEDODAL, 2005.

31
WILLIS, Bailey. El norte de la Patagonia. Buenos Aires, Dirección de Parques Nacionales y Turismo, 1943.

32
DIRECCIÓN DE PARQUES NACIONALES. Memoria correspondiente al año 1939. Buenos Aires, 1940.

33
El crecimiento poblacional de La Angostura es hoy vertiginoso. En 1991 había 3056 habitantes en el 2001 ya eran 7325 pobladores y hoy se estima que superaron los 10000.

34
MARISCOTTI, Mario. El secreto atómico de Huemul. Buenos Aires, Sigma, 2005.

35
Véase “La arquitectura hotelera y residencial de Ernesto Estrada”, en esta misma edición.

36
ALMADOZ, Arturo. “The emergence of Modern Town Planning in Latina America – after a Historiographic Review”. Ponencia presentada al Seminario Finlandés de Investigaciones sobre América Latina. Helsinki, 2003. Véase www.helsinki.fi/hum/ibero/simposio/2003. Más allá de las ediciones castellanas de Lewis Mumford más recientemente se ha editado HALL, Peter. Ciudades del mañana. Historia del urbanismo en el siglo XX. Barcelona, Ediciones del Serbal, 1996. (reeditado en el 2002)

37
HEGEMANN, Werner, El Vitrubio Americano.Manual de arte Civil para el Arquitecto. Barcelona, Fundación Caja de Arquitectos, 1993.

38
SCASSO, Juan A. Espacios verdes. Política del verde en Alemania hasta el año 1932. Montevideo, Atlántida, 1941.

39
Agradecemos a Roberto Vautier las referencias sobre estas obras y la consulta de muchas de ellas. Vautier merece estudios más detallados de su actividad urbanística. En 1949 justamente cuando visitaba Buenos Aires su amigo Gastón Bardet, Vautier editaba una “Introducción al urbanismo” (CEA. 1949). recientemente publicamos u trabajo sobre su acción en vivienda rural, “Ernesto vautier, un arquitecto con compromiso social”. Buenos Aires, CEDODAL, 2005.

40
ABERCROMBIE, Patrick. Planeamiento de la ciudad y del campo. Madrid, Espasa Calpe, 1936.

41
Librería El Ateneo de Pedro García. Arquitectura y artes decorativas. Buenos Aires, 1930.

42
Véase GUTIÉRREZ, Ramón y otros. Italianos en la arquitectura argentina. Buenos Aires, CEDODAL, 2004.

sobre el autor

Ramón Gutiérrez es arquitecto argentino. Profesor de Historia de la Arquitectura. Consultor de UNESCO para temas de Patrimonio en América Latina. Investigador del Consejo de Investigaciones Científicas de Argentina. Autor de numerosos libros sobre arquitectura iberoamericana. Director del Centro de Documentación de Arquitectura Latinoamericana (CEDODAL) en Buenos Aires.

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