Habemos unos cuantos cientos de loquitos que pretendemos generar "la satisfacción habitable" construyendo ‘lo apropiado’… Hablamos de la habitabilidad de millones de personas que, en su vida cotidiana, necesitan con urgencia de una arquitectura ‘otra’, la del agua potable, la de drenaje, la de hospitales, la del derecho a una vivienda digna, la del derecho al trabajo, la del derecho a la felicidad. Porque nosotros los tercos creemos que, una de las vocaciones primarias de la ARQUITECTURA (así, con mayúsculas) es proporcionar felicidad y alegría, lo que algunos llaman... ¡La poética del habitar!
Actualmente más de 1.200 millones de personas (una de cada cinco del mundo) sobrevive con menos de un dólar al día, lo que quiere decir: 5.000 millones de habitantes viven en condiciones de pobreza y marginados de los planes sociales y de los beneficios de la “supuesta” globalización financiera actual.
Leo en la GAZZETTA DEL APOCALIPSIS: “Nuestro cerebro se ha convertido en un drogadicto de la información rápida, en un yonqui ávido de continuos chutes de datos que ingerir, a poder ser pensados y analizados por cualquier otro cerebro, para no tener que hacer el esfuerzo de fabricarnos una compleja y contradictoria opinión propia. Porque odiamos la duda, pues nos obliga a pensar. Ya no queremos hacernos preguntas. Solo queremos respuestas rápidas y fáciles” (1)
Por ello debemos inevitablemente re-fundar nuestra visión y posición ‘arquitectónica’ desde la Urgencia y la Necesidad, dejando de lado la banalidad, la mediocridad, la estupidización (¿se me permite la palabra?) en que han convertido en los últimos años la llamada arquitectura de autor actual, donde lo inocuo, lo anodino, lo insustancial, lo soso que puesto con luces de colores y publicitado de manera adecuado, quiere transformarse en algo importante, cargado de sentido como es creo, la nueva propuesta para la Fundación Louis-Vuitton del californiano y veterano Frank Gehry.
Perdonad, pero como pertenezco a estos cientos de loquitos que no queremos quitar el dedo del renglón prefiero, no odiar la duda y si obligarme a pensar y a hacerme preguntas y a cuestionarme este mundo fashion, superfluo y consumista que deliberadamente, está acabando con la felicidad humana y la quiere sustituir con espejitos brillantes o banales arquitecturas caras que quieren simplemente ocultar al menos, parte de la realidad humana.
Pero como siempre, esta solo es la opinión de quien escribe!
nota
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POR QUÉ NO ESTALLA UNA REVOLUCIÓN. Consultado en internet en enero de 2014- GAZZETTA DEL APOCALIPSIS. http://gazzettadelapocalipsis.wordpress.com/2014/01/07/por-que-no-estalla-una-revolucion/
sobre el autor
Humberto Gonzalez Ortiz es arquitecto por la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (1993-Graduado con mención honorífica). Doctor en Arquitectura por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, de la Universidad Politécnica de Cataluña. Tesis Doctoral: Carlos González Lobo... Caminos hacia lo alternativo dentro del ámbito conceptual, proyectual y contextual de la arquitectura” (2002 – sobresaliente). Investigador Independiente desde el año 2002