Flavio Coddou: ¿Cómo es ese proceso de trabajo? ¿Antes de ir a visitar un edificio miras las plantas u otras fotografías?
Duccio Malagamba: Suelo mirar otras fotografías pero lo hago por obligación ya que en muchos casos necesito información previa (cuán grande es la intervención, como es el entorno, cual es su grado de terminación, etc.). También me importa saber si es un tipo de arquitectura que cumple con mis expectativas de calidad. Si no fuera por estos motivos, no sentiría especial necesidad de ver unas fotografías antes.
Lo que sí que me gusta mucho y que intento hacer siempre que puedo es pasearme por el edificio con el autor de la obra o, al menos, con el responsable del proyecto. Como me esfuerzo por trabajar con profesionales de buen nivel siempre es muy interesante escucharles, ver cómo presentan los edificios, memorizar en qué aspectos ponen el acento, de qué detalles no están contentos, qué les ha decepcionado… Ese paseo es muy gratificante y enriquecedor, aunque no suele ser muy largo porque los buenos arquitectos están generalmente muy ocupados.
Tras este primer contacto, empiezo a pasearme yo solo. Antes, cuando tenía menos trabajo, igual estaba un día entero dando vueltas sin tomar una sola fotografía, pero ahora con la presión de los encargos y con la fotografía digital ese tiempo se ha reducido. Aún así, no soy una persona que llega y empieza a disparar: siempre me tomo mi tiempo. Incluso me alegro si el primer día la luz es mala, porque así no hay la preocupación de estar desperdiciando unas condiciones favorables que igual no van a repetirse en los días sucesivos. Tengo bastantes colegas que en un día o día y medio hacen un reportaje, pero eso es algo que no puedo emular; no me resulta posible, ni agradecido, ni interesante y por tanto no lo hago excepto casos muy excepcionales.
FC: El trabajo de acompañar la trayectoria de un arquitecto a través de sus obras y la relación estrecha que existe con autores como Siza o Moneo te permite hacer ensayos muy amplios de sus edificios. ¿El resultado de la expresión de las fotos es el conocimiento profundo del discurso del arquitecto o ya es una interpretación particular del fotógrafo?
DM: Ambas cosas. Cuando trabajas en colaboración con alguien esperas que esté contento con tu trabajo, especialmente si es alguien a quien respetas y admiras. Desde luego, hay un intento por mi parte de hacer las cosas teniendo en cuenta sus gustos, preferencias e intereses. A pesar de eso, el trabajo lo hago yo, no hay nadie que esté a mi lado y que me diga lo que tengo o no tengo que hacer: cada imagen está tomada con un amplio margen de discrecionalidad por mi parte.
Para poner un ejemplo banal: si estás haciendo un reportaje y te fijas en un detalle del edificio que ya existía parecido o incluso más logrado en otra obra anterior no vas a dedicar mucho esfuerzo para retratarlo. Sin embargo si piensas que lo que estás viendo es una evolución perfeccionada de esa misma solución, sí le dedicas atención. Eso es sólo posible cuando conoces muy bien la trayectoria de un arquitecto.