La arquitecta y crítica Ruth Verde Zein nos obsequia con otro libro inteligente y singular: una carpeta, escrita en inglés, que contiene un librito y seis folletos desplegables entorno a la revisión crítica del brutalismo en la arquitectura contemporánea.
El texto versa sobre el concepto, características, bibliografía y relación con la actualidad del denominado brutalismo. Sin duda, el punto de partida es la relectura del texto de Reyner Banham, The New Brutalism, de 1966, que fue traducido al castellano por El brutalismo en arquitectura. Curiosamente quien tradujo el libro al castellano en 1967 fue el poeta, escritor y artista Juan Eduardo Cirlot, experto en la obra de Gaudí.
Ruth Verde Zein repasa los argumentos de la bibliografía existente y revisa el repertorio de obras de las décadas de los cincuenta a los setenta, no deteniéndose solo en Europa, que concentraba los ejemplos planteados por Banham desde su mirada británica, sino sobre todo en Norteamérica, que Ruth Verde Zein visitó y recorrió específicamente para este trabajo y, lógicamente, Brasil, cuyo brutalismo paulista fue motivo de su tesis doctoral.
Ruth explica su método en el póster nº3, que tienen tres fases: un amplio y riguroso repaso de la bibliografía; la preparación de notas, mapas y rutas; y la visita in situ de cada obra, fotografiándola y elaborando un archivo en web. Este último paso es sumamente importante y responde al pragmatismo de Verde Zein: lo esencial es la experiencia real de cada obra interpretada sin ningún a priori ideológico.
Verde Zein acierta al considerar que, pasado su momento de eclosión hace décadas, ahora tenemos la oportunidad para plantear nuevas interpretaciones, tal como está sucediendo en relación a otras corrientes, como el proyecto crítico italiano de Manfredo Tafuri, Aldo Rossi y otros, revisado por Pier Vittorio Aureli. Tras la lectura de este texto, que nos aclara cuáles fueron los conceptos, coordenadas y características fundamentales de la arquitectura brutalista, y el repaso a los seis carteles, se nos abre la mente para hacer nuevos y lúcidos análisis y comparaciones.
Como se ha dicho, los seis desplegables con esquemas y diagramas sirven para sintetizar, ilustrar y dar pistas, de manera muy pedagógica, sobre cómo Ruth Verde Zein ha investigado y cómo se debe investigar. El póster más sugerente es el número 6, que con ironía y hedonismo se enfrenta a la cuestión del brutalismo, que tuvo su referente inicial en Le Corbusier. La autora se pregunta si hoy sigue habiendo brutalismo y, también, si alguna vez existió, y ella misma propone tres obras contemporáneas distintas, como conexiones contemporáneas con el brutalismo: la Praça das Artes en São Paulo (2012), de Brasil Arquitetura, precisamente de los arquitectos Marcelo Ferraz y Francisco Tonucci, discípulos de Lina Bo Bardi, quién desarrolló creativamente cierto tipo de brutalismo realista y humanista, utilizando materiales sencillos; el Campus de la USJ en Beirut (2005-2011), de 109 Architects, proyectado por Ibrahim Barberi y Nada Assaf, con la colaboración de Youssef Tohme; y el Museo de Historia en Ning Bo (2003-2008) de Wang Shu y Lu Wenyu, un complejo volumétrico configurado de manera brutalista como grandes muros, contrastadas texturas y huecos muy diversos, hecho en gran parte opor el amontonamiento de materiales reutilizados. Este folleto es una propuesta sugerente y un botón de muestra de las vías interpretativas que la autora abre con su libro desplegable.
El póster 1 ofrece un glosario del término según la cronología. El 2 establece relaciones en el tiempo y el lugar para demostrar que, por similitud y proximidad de las fechas y por dispersión geográfica, no se puede establecer que hubiera un lugar de origen, sino una evidente simultaneidad. El póster 4 desarrolla las características de los edificios brutalistas, habiendo partido Ruth Verde Zein de un repertorio de 300 obras en 20 ciudades, y demostrando que la mayoría tienen cierto carácter monumental e institucional, al ser, generalmente, proyectos de las administraciones públicas. Y el póster 5 presenta fotos de una docena de casos ejemplares fuera de Gran Bretaña.
Verde Zein evidencia las contradicciones de esta construcción mítica de Banham, hecha para revalorizar la arquitectura británica de los años sesenta. Sorprendente y gratuitamente, Banham partía de un hipotético brutalismo del que ya establecía una nueva generación. Una selección que se centraba en Gran Bretaña y que se pretendía modelo internacional. Un subtítulo que dudaba entre ética y estética. Banham llegó a escribir que el brutalismo no es una estética sino una ética; pero al final del libro habla del estilo brutalista y el lenguaje es lo que ha pasado a la posteridad del Brutalismo. En este sentido, Ruth da una visión más abierta que la de Banham y concluye señalando que la mayor característica de esta arquitectura, casi siempre hecha de hormigón visto, es, precisamente, su apariencia; su esencia está en la superficie.
Si es evidente que el brutalismo según Banham tomaba dos referentes tan distintos, la Unité d’Habitation de Le Corbusier y el Campus de la IIT de Mies van der Rohe, también es cierto que Ruth no destaca otra evidente referencia: la obra y la figura de Louis Kahn, el otro inspirador del brutalismo. Y Verde Zein no da literatura a la explicación que Peter y Alison Smithson daban siempre, irónica y coloquialmente, al origen del término inventado por Banham: el nombre no tenía ningún significado más que estar dedicado a Peter Smithson por tener un perfil igual al del emperador romano Brutus.
sobre el autor
Josep Maria Montaner es arquitecto, doctor y catedrático de la Escola Tècnica Superior d'Arquitectura de Barcelona de la Universitad Politécnica de Cataluña. Es director del Master Laboratorio de la vivienda del siglo XXI en la ETSAB.