La urgencia de otra arquitectura
Dice la Real Academia de la Lengua Española que la indiferencia es: “el estado de ánimo en que no se siente inclinación ni repugnancia hacia una persona". Y la arquitectura del merchandising actual se atrinchera perfectamente en esta definición, es decir, es “indiferente” (1) a la realidad que cada día se muestra mas y mas evidente.
Y no hablo por hablar, la actual separación cada vez más evidente entre el norte industrializado y vanguardista, y el sur dependiente y endeudado nos enfrenta a datos escalofriantes. A día de hoy, puedo afirmar que cerca 5.000 millones de habitantes (2) viven en condiciones de pobreza y marginados de los planes sociales y de los beneficios de la globalización financiera del mundo actual, hablamos de casi el 83% de la población mundial (3) que se encuentra excluida también, de los planes “oficiales” de desarrollo arquitectónico y urbanístico. Según datos del Banco Mundial el 10% más rico de América Latina acumula el 48% del ingreso total de la región; mientras, el 10% más pobre percibe solo el 1.6% de esos recursos (4).
Yo sigo esperando que las editoriales arquitectónicas, los grandes despachos de arquitectura o los repartidores de afamados premios internacionales, hablen de las condiciones miserables en las que habitan las mayorías pobres del planeta y que “reconozcan”, que los pobres y marginados sin ayuda de los “arquitectos proyectistas”, “han sido los principales constructores de vivienda de finales del siglo XX” (5).
Los países del Tercer Mundo no pueden hacer frente en el marco político actual al cúmulo de necesidades de sus pobladores. Por ello la inmigración, la marginalidad, la falta de vivienda, la falta de agua potable, de luz, de áreas verdes, de calidad de la enseñanza, etc., serán los lastres sobre los cuales debemos inevitablemente re-fundar también la visión y la posición arquitectónica en este nuevo siglo.
Es aquí donde recae mi preocupación por la necesidad que existe de “otra arquitectura”. La arquitectura de los sin voz, la arquitectura creada con urgencia por las noches en solares invadidos por los sin techo, arquitectura deslegitimada por los grupos mediáticos creadores de la “arquitectura bien”, una arquitectura que tiene mas relación con la necesidad que con la objetividad del oficio arquitectónico, una arquitectura alejada de manera frontal de la propia arquitectura y donde los pobladores pobres han tomado la palabra, y los ladrillos, y los cartones para escribir y dejar constancia de su paso por el mundo.
¿Condiciones para una arquitectura de urgencia?
Según de la Según la Comisión Económica para América Latina – CEPAL (6), en Latinoamérica cuatro de cada cinco de las construcciones que se realizan en este momento, no cuentan con la participación de ningún técnico titulado... “porque la gente no puede pagarlo”.
Había escuchado una teoría que hablaba acerca del tamaño de las personas en el 3er Mundo, en la que se decía que las personas son pequeñas por defecto, es decir, por la aglomeración en que viven, en América Latina lo “normal” (sic) es vivir todos los miembros de una familia en un habitáculo medio de 40 m2 (7); por ello no alcanzarán nunca la estatura media europea o norteamericana de 1.80 m, quedándose en la media de 1.60 m, medida normal en los países “subdesarrollados”.
Después de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York, la parte mas reaccionaria del actual gobierno norteamericano se ha aliado a los mas reaccionarios del mundo, consolidando un mapa mundial desesperanzador para los mas pobres del planeta. Las grandes trasnacionales manejan el negocio de la pobreza en sus despachos de Wall Street, amenazándonos constantemente con cifras catastróficas de una economía mundial “en recesión”, recortando ayudas económicas para planes de desarrollo, recortando fondos para países pobres, recortando incluso estos fondos públicos en los países de primer mundo, ocultando y filtrando las informaciones para que no conozcamos mas allá de lo necesario (nos convertiríamos en peligrosos divulgadores de la verdad) y promoviendo con ello una desinformación global. Estableciendo así la pobreza en las mayorías miserables del planeta, dejando por descontado, que el “subdesarrollo” forma parte de la cotidianidad en esta llamada “nueva” economía.
¿ Y la arquitectura?... ¿y los arquitectos?... ¿que decimos al respecto?
En el marco político actual es incomprensible la pasividad de muchos arquitectos ante la desesperanzadora realidad que nos envuelve. Debemos hablar del Derecho a la vivienda que recoge la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 que, en su artículo 25 señala que toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado, concretando que la “vivienda” forma parte del conjunto de componentes de ese derecho. Y debemos exigir a los Estados que han reconocido “el derecho a la vivienda” en su Constitución Política sean congruentes y pongan los medios y establézcanlos apoyos necesarios para que todos los habitantes de sus respectivos países puedan hacer efectivo tal derecho (8).
Lanzó pues, un reproche a ese afán de protagonismo que tiene el minoritario mercado arquitectónico que publica en las revistas “para arquitectos” sus grandes bibliotecas, sus grandes catedrales, sus grandes halls de convenciones o sus grandes rascacielos, con el solo empeño de destacar “su” nombre en el marketing global de la arquitectura insolidaria que se practica actualmente.
Considero que aparte de la Gran Ciudad (la “Gran Escala” la llaman algunos)del merchandising se necesita también, consolidar una arquitectura alternativa que se reclama diariamente en las calles de las caóticas ciudades del 3er mundo, una arquitectura que se requiere con urgencia en los gethos de inmigrantes de las ciudades de los países desarrollados, donde los nómadas habitantes “de segunda”, habitan espacios insalubres, con hacinamientos enfermizos, lo que les obliga a apropiarse de plazas y calles para aliviar esta “in-habitabilidad” en la que transcurre la vida de las mayorías empobrecidas del planeta.
Hambre de vivienda
Ante esta realidad abrumadora solo hay un camino posible en la arquitectura actual y es, sin duda, el de intentar paliar el “hambre de Vivienda” (9) que existe a escala planetaria.
Las desigualdades entre Norte-Sur o Desarrollo-Subdesarrollo agudizan sus diferencias de manera casi exponencial. Actualmente más de 1.200 millones de personas (una de cada cinco del mundo) sobrevive con menos de un dólar al día (10).
Para entender mis hipótesis acerca de la actual necesidad arquitectónica, parto de dos premisas primordiales:
- Actualmente se construyen metros y metros de arquitectura rentable bajo una piel que “vaya” con el estilo de la temporada, lo cual muchas veces crea una especie de “dislexia” entre lo netamente construido y su envolvente formal, que responde mas a cánones “de clase” pretendidos por los futuros dueños-usuarios.
- Mientras que la realidad planetaria es inevitablemente “la pobreza”. Condición que no ha sido superada sino mas bien, por el contrario, sigue agudizándose en el tiempo presente.
La primera premisa es la que me preocupa menos. Ya que existen infinidad de Escuelas de Arquitectura que debaten sobre “teorías de arte”, y se acompañan de miles de publicaciones bien encuadernadas, con fotos a color, “a doble página” y “sin gente”, así como la publicación correspondiente de detalles constructivos y planos en autocad para analizar si la forma tiene que ver con la función o si por el contrario la función define la forma... “y la tendencia”. En definitiva existen profesionales empecinados y capacitados para definir y defender las “ultimas tendencias” de la moda arquitectónica del momento.
Es por esto que a la segunda premisa le dedico mis esfuerzos, ya que pocos foros existen para dar a conocer el trabajo de profesionales arquitectos vinculados a las comunidades que necesitan “construir” lo que podríamos denominar: “arquitectura pobre”.
América Latina en concreto, necesita de una arquitectura de urgencia, pero con calidad. Soy consciente de que ni hay, ni habrá vivienda para todos en el creciente tercer mundo, por ello es importante destacar la “necia labor” de muchos profesionales que siguen en la brecha de encontrar soluciones “reales” a las necesidades “reales” de vivienda y habitabilidad en el llamado Tercer Mundo.
Es por eso que cualquier aportación en el terreno de la “arquitectura alternativa” respecto a la “arquitectura de best seller” que se consume y se enseña actualmente en todas las Escuelas de Arquitectura, es imprescindible para allanar el camino hacia, al menos, una hipotética igualdad en la distribución del conocimiento arquitectónico.
Y las propuestas tecnológicas que para cubiertas de autoconstrucción realiza Carlos González Lobo (México 1940), parten de la “necesidad real” de los pobladores de escasos recursos para acceder a una vivienda “de material”, “que dure”, que sea tecnológicamente accesible y arquitectónicamente bella.
Carlos González Lobo... búsqueda de una arquitectura apropiada
Las cubiertas de hormigón armado sin encofrado que proyectó y construyó Carlos González Lobo, comenzaron siendo una búsqueda plástica de la organicidad en la arquitectura (11), buscando formas que se adaptaran al organismo o a cómo funciona el organismo humano, que de ninguna manera está a atado a formas ortogonales y ángulos rectos, mas bien el hombre (al igual que la naturaleza) crece y se desarrolla a partir de una lógica natural del mínimo esfuerzo con la mayor capacidad de adaptación.
Las aportaciones tecnológicas de Carlos González Lobo parten originalmente de una necesidad “estética”, más que de “un problema moral”. Sus primeras cubiertas respondieron a experiencias plásticas que buscaban conformar espacios habitables nuevos, con dinámicas estéticas que revolucionaran “formalmente” la percepción de los espacios habitables. Y buscando esta “posibilidad estética” el joven Carlos González Lobo descubrió que el metal desplegado era un medio perfecto para “modelar en hormigón” y conseguir formas audaces que permitieran construir espacios arquitectónicos dinámicos y de gran belleza formal.
Carlos González Lobo comienza con una propuesta proyectual arquitectónica netamente personal consiguiendo que sus usuarios habiten territorios de belleza (12). Y a través de la experimentación formal ha liberado, de alguna manera, este “vacío enajenado” en que se debate la producción arquitectónica mercantilista actualmente.
Los experimentos formales y técnicos que llevaron a Carlos González Lobo (13) a la conclusión de sus diversos sistemas constructivos, están ligados a una “visión personal” de entender el oficio del arquitecto, y que tiene que ver con la investigación sistemática ligada a la “necesidad” de “su” realidad social inmediata, que es la del grupo de mayoritario de población pobre que construye de manera desordenada, caótica y sin ninguna posibilidad estética de valor.
¿Una tecnología Apropiada y Apropiable?
He hablado en el principio de este artículo de la necesidad de una arquitectura de urgencia pero con calidad, por tanto, si se requiere una arquitectura digna para una inmensa capa de población que la reclama es bueno proponer soluciones apropiadas a la necesidad de los pobladores-usuarios, creando elementos de fácil construcción y que se puedan “repetir” para crear más viviendas para pobladores pobres con cierta calidad estética y técnica. Y es en este campo donde el arquitecto mexicano Carlos González Lobo realiza importantes aportaciones en el campo de la arquitectura de “autor” para pobladores pobres.
Las propuestas que en tecnologías aporta Carlos González Lobo miran hacia el aire y lo ensanchan. Curiosamente este enfoque tridimensional es el que los pobladores de escasos recursos entienden... ¡si con el mismo dinero obtienen el doble de espacio!.
Insisto en que antes que diseñar y proyectar, debemos pensar que proyectamos y construimos para usuarios que sus medios económicos disponibles son escasísimos y hay que administrarlos de la mejor manera posible. Y no malgastarlos construyendo “proyectos de arquitecto”.
El enfoque teórico de Carlos González Lobo al proponer sus cubiertas de bajo coste, apunta en esta dirección:
“Ante la evidente imposibilidad de atender la satisfacción de las demandas espaciales-habitables de los grupos mayoritarios pobres, empleando tecnologías más eficientes y avanzadas… dirigimos nuestros esfuerzos a la exploración de tecnologías ‘alternativas’, aplicables al proyecto de arquitectura pobre. Buscando por tanto las que reduzcan el costo, que sean apropiadas a la demanda espacial tanto a la estricta como a la sentida; por lo tanto ser accesibles a las posibilidades reales de los usuarios necesitados, como por ser amplias, perdurables y resistentes (‘de material’ se dice en nuestras colonias populares), y que además de una buena ‘presentación’ formal, sean seguras y que ‘garanticen’ la permanencia de la obra y con ello del usuario en el lugar…” (14)
Carlos González Lobo aporta un modo “otro”, de enfrentar el proyecto arquitectónico, una metodología de trabajo que acerca al poblador pobre a una especie de modernidad apropiada para “sus necesidades” y para “sus recursos”.
El sistema del “Gran Galpón”
Con la aplicación de este sistema constructivo, según los estudios y la experiencia de Carlos González Lobo, se logra reducir hasta en un 36% el coste real de las viviendas. Lo cual quiere decir, que se pueden construir 36 viviendas más, por cada 100. Y con el mismo dinero.
Basado en una construcción típica de muros de ladrillos y losas planas de aproximadamente 6.30x3.60 m., con cimentación de piedra, muros de ladrillo (o similar) y losa plana, su coste en el mercado en Unidades de Coste (UC) sería de un valor que denominaremos de 100 UC.
¿Qué pasa entonces, si colocamos en lugar de losa plana, una bóveda construida con el sistema CGL-2, a partir de dovelas de ladrillo?. Y en lugar de cimentación de piedra, colocamos una losa de cimentación con acabado integral, para los suelos de la casa. Los muros más bajos debido a la ampliación espacial de la bóveda. Colocamos unidades integrales de instalaciones en baño y cocina. Pasa que el coste de la vivienda se reduce a 73 UC. Pero el “volumen habitable” aumenta de 54 a 71 m3.
Y si ahora, utilizamos el sistema del Gran Galpón, aumentaríamos potencialmente la superficie en planta (teniendo en cuenta el crecimiento futuro de la planta primera) de 22.6 a 45.3 m2, y el volumen real habitable, pasa de 54 a 107.8 m3. Y lo más importante: el coste real de la vivienda, se reduce de 100 UC a 83 UC... ¡pero con el doble de espacio!.
Si los pobladores de escasos recursos construyen sus viviendas con piedra en las cimentaciones, ladrillo en sus muros y sueñan (al menos) con hormigón en sus forjados. La puesta en práctica del sistema de Gran Galpón ofrece “formalmente”, una alternativa práctica y eficaz a los productores masivos de vivienda.
Una opción apropiada, sobre todo en países dependientes y pobres como son los latinoamericanos. Rentabilizar los recursos sin dejar de lado la estética arquitectónica y sí incorporando la técnica, al desarrollo integral de los proyectos de arquitectura.
Son destacables las aportaciones proyectuales, técnicas y constructivas de Carlos González Lobo en el ámbito de la vivienda pobre. Nos ofrece de manera clara pautas sobre soluciones posibles para el problema de la vivienda de los mas necesitados de América Latina.
El Gran Galpón es una realidad de innegable valor para la producción de la vivienda pobre en América Latina (15). El concepto de crear una gran habitación articulada entre sí, por todos sus elementos constructivos, concreta las ideas de proyecto, con la técnica apropiada y aprovecha al máximo los recursos finitos de los usuarios pobres (16).
Y el Gran Galpón, nos conduce a la mesa habitable. Un caso extremo de escasez de recursos, que permite construir una vivienda a partir prácticamente de sus huesos. E irla revistiendo a través de la obtención de recursos por parte de sus usuarios.
Con la Mesa Habitable, se entrega un pie de casa de 40 m2 en planta, y empleando el sistema del Gran Galpón, se reduce su coste inicial hasta 64 UC. Lo cual indica un ahorro real del 36%.
Es decir, hablamos de la posibilidad real de que las instituciones pro-vivienda de los países en vías desarrollo o países pobres, otorguen pies de casa a usuarios ahorrando el 36% del coste inicial de las obras. O dicho de otra manera, con la Mesa Habitable se ofrece la posibilidad de entregar 36 viviendas más de cada 100 con el mismo dinero. Con los cual los usuarios auto constructores irían acabando sus viviendas conforme sus posibilidades económicas.
El Gran Galpón es, un camino abierto hacia una arquitectura posible y abre un camino alternativo “real” hacia la modernidad verdadera e igualitaria.
Arquitectura sin indiferencia. aportaciones a la arquitectura pobre
Los sistemas descritos, parten “de la forma” como lógica para conseguir una mayor rentabilidad espacial y una reducción considerable de los materiales y en los recursos empleados. Y con ello solventan algunas cuestiones técnicas importantes:
- Abaratan el coste del encofrado de la cubierta. Sin tener que elaborar encofrado especial para sostener las bóvedas durante su fraguado. Más aún, con la forma de la bóveda, se consigue un encofrado mínimo indispensable. Lo cual abarata el coste final de la obra.
- Carlos González Lobo consigue que sus “bóvedas” puedan ser “construidas por todos los usuarios”, hombres, mujeres, ancianos y niños. Mano de obra cautiva y ampliamente participativa y que con sistemas constructivos tradicionales se ven relegados a un papel de meros observadores. Ya que se requiere de jóvenes fuertes capaces de subir por las andamiadas de las obras para construir las losas planas tradicionales de hormigón. Y,
- Los sistemas constructivos propuestos cumplen ampliamente con la “apropiación” por parte de los usuarios de la tecnología empleada para la construcción de las cubiertas. Y una vez aprendido el sistema, los usuarios convertidos en constructores, son capaces de reproducir la tecnología aprendida. Lo cual permite la repetición de la técnica aprendida.
Carlos González Lobo desarrolla una tecnología pensada para construir cubiertas baratas y en autoconstrucción, partiendo de un problema estético inicial y consiguiendo finalmente que las señoras también... “puedan construir” sus techos “en el suelo” y “sin peligro”.
Las apuestas arquitectónicas de Carlos González Lobo lo ligan de una manera clara con la cultura de un mundo que necesita “todo” y que necesita soluciones para una arquitectura pobre, “su arquitectura”, en rigor.
En este artículo nos acercamos a una arquitectura “entrometida” y “sumergida” en una realidad concreta y, donde la “indiferencia”, no tiene cabida en la propuesta arquitectónica.
Abrimos pues, un camino necesario que nos conduzca hacia la planificación arquitectónica “para” (o de) los marginados, aportándonos innumerables posibilidades en planteamientos arquitectónicos prácticos, que ofrecen una (otra) “ciudad posible”.
Dejo abierta aquí “la posibilidad” y aliento el debate (y las propuestas) para “incluir” también, las necesidades “reales” de pobladores “reales”, al cotidiano quehacer de los arquitectos de hoy.
Sostengo que arquitectura e indiferencia son, mas bien, conceptos antagónicos en la realidad actual.
El camino esta marcado y el debate esta sobre la mesa... ojalá
notas
1
”Indiferente”, según la Real Academia de la Lengua Española es “que no importa que sea o se haga de una o de otra forma”.
2
Tan solo en América Latina unos 140 millones de personas viven en la pobreza y cerca de ¾ partes de la población, obtiene ingresos familiares inferiores a los 80USD mensuales.
3
Actualmente la población mundial se cifra en 6.000 millones de habitantes y se afirma que 5.000 millones viven en condiciones de pobreza. Consultar el libro: PORTO ALEGRE (Foro Social Mundial 2002). Una Asamblea de la humanidad. Varios autores. Icaria Editorial, S.A. Primera Edición: marzo 2002, p. 58.
4
Publicado en el periódico mexicano La Jornada del día 8 de octubre de 2003.
5
Bolívar, Teolinda (Coordinación). Hacedores de ciudad. Facultad de Arquitectura y Urbanismo de Venezuela. Caracas, 1995, p. 13
6
En su pagina Web: www.cepal.org. Enero de 2004.
7
Al menos en México se construyen y se entregan por parte de las instancias gubernamentales, los llamados “pies de casa” de 40 m2 y “DOS HABITACIONES”, habitación de padres y habitación de hijos, se entiende.
8
Tal como lo cita el arquitecto y viviendita mexicano Enrique Ortiz Flores en su articulo: Carta por los derechos de la ciudad y la vivienda. Del libro: Iberoámerica Ante Habitat II. Actas de los Jornadas celebradas en la Casa de América. Madrid 30 y 31 de mayo de 1996. Programa CYTED. Secretaría General Técnica, Ministerio de Fomento. Madrid 1996.
9
Utilizando el concepto empleado por el Dr. en Ing. Ind. Julián Salas Serrano.
10
Según el último Informe para el Desarrollo de las Naciones Unidas. Julio 2003.
11
La primera cubierta de hormigón armado sobre metal desplegado sin encofrado la realizó en el año 1958, en colaboración con Rodolfo Gómez Arias, Darío de Hoyos, R. Pacheco y A. Guerrero.
12
“Frente a la proliferación de unas arquitecturas ligadas a la espectacularidad...()... se hace necesario innovar un pensamiento crítico-racional que, apoyado en los reductos de libertad marginal en el sistema dominante, permita desenmascarar las manifestaciones formales que rodean la colonización del espacio metropolitano y la construcción de la arquitectura en los ámbitos de esta civilización mercantil”. Fernández Alba, Antonio. La metrópli vacía. aurora y crepúsculo de la arquitectura en la ciudad moderna. Editorial Antrhopos. Primera Edición. Barcelona 1990, p. 10 y siguientes
13
Para conocer mas detalladamente los antecedentes a la obra de Carlos González Lobo recomiendo la lectura cuidadosa de la Tesis Doctoral: Carlos González Lobo... Caminos hacia lo alternativo dentro del ámbito conceptual, proyectual y contextual de la arquitectura. Dr. en Arq. Humberto González Ortiz. Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona. Junio 2002. (Consultar en Internet: www.tdcat.cesca.es/TDCat-0619102-190229)
14
González Lobo, Carlos. De la revista: Tres arquitecturas y un solo destino. crónicas de la cultura en México. Editada por El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Año 3. Número 6. Junio de 1993, p. 107.
15
“Necesitamos construir millones de “grandes galpones” con materiales, elementos, componentes y subsistemas constructivos...()... tanto en el sector formal como en la construcción de lo que el maestro Álvaro Ortega llamaba “proarquitecturas del bienestar”. Sí, ¡a la calidad por la cantidad!, con rigor y ¿por qué no?, con poesía”. Del prologo del Dr. en Ing. Ind. Julián Salas Serrano al libro de Carlos González Lobo: Vivienda y ciudad posibles. Editorial Escala. Colección Tecnologías para Vivienda de Interés Social. Colombia, enero de 1999.
16
Siguiendo el camino abierto por grandes arquitectos viviendistas mexicanos como Juan O’gorman (México 1905-1982), Juan Legarreta (México 1908-1934) o Antonio Pastrana (México 1913-1967), que también incorporaron a su discurso proyectual la “necesidad” de los pobladores pobres por habitar viviendas cargadas de poesía y habitabilidad, y que respondieran a su vez y “eficientemente”, a la posibilidad de sus recursos. González Ortiz, Humberto. Tesis Doctoral: Carlos González Lobo... Caminos hacia lo alternativo dentro del ámbito conceptual, proyectual y contextual de la arquitectura. Op. cit., p. 43-74.
sobre el autor
Humberto González Ortiz es Doctor en Arquitectura por la Universidad Politécnica de Cataluña y arquitecto de la Universidad Nacional Autónoma de México