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research

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architexts ISSN 1809-6298

abstracts

english
The theme of the article is the origin and significance of public parks in Bogotá from the end of the 19th century until the 20th century. The aim is to analyze the conditions, which led to an increasingly urgent demand for a public park

español
El artículo trata la aparición, desarrollo y significado de los parques públicos de Bogotá de finales del siglo XIX hasta el siglo XX, demuestra su importancia a nivel social y urbanístico, caracteriza los elementos más importantes de su diseño


how to quote

CENDALES PAREDES, Claudia. Creacion y significado de los parques publicos en Bogotá:. Un análisis desde finales del S. XIX hasta 1930. Arquitextos, São Paulo, año 12, n. 138.07, Vitruvius, dic. 2011 <https://vitruvius.com.br/revistas/read/arquitextos/12.138/4135>.

Este artículo trata sobre la aparición, desarrollo y significado de los parques públicos de Bogotá en el lapso de finales del siglo XIX hasta la tercera década del siglo XX. El lapso está marcado por dos hechos importantes, que marcaron la historia de la ciudad y del país: en 1886 fue proclamada la primera constitución de la República y en 1938 se celebraron los 400 años de fundación de Bogotá, un evento que dio lugar a la planeación y realización de proyectos urbanísticos. Se tratará demostrar la importancia de los parques públicos para la ciudad, su papel a nivel social y urbanístico, así como de caracterizar los elementos más importantes de su diseño.

En su visita a Bogotá en 1836 declaró el viajero escocés John Steuart “Que pudo haber inducido al gobierno español a seleccionar un sitio tan singular y desfavorable para la capital de una gran provincia (…) Cualquier otro sitio habría sido mejor que el actual de la capital, recostada contra los picos de los Andes, alrededor de los cual se reúnen sin cesar las lloviznas del páramo y las nubes, que envuelven la ciudad durante tres cuartas partes del año”. (1) Esta descripción se refiere a la peculiar situación geográfica de la ciudad. Santafé de Bogotá había sido fundada al pie de la cordillera de los Andes por Gonzalo Jiménez de Quesada el 6 de agosto de 1538, en un territorio habitado anteriormente por los chibchas. (2) Como muchas otras ciudades latinoamericanas Bogotá fue construida con base en un trazado de damero. (3) El punto de partida del trazado era la Plaza Mayor, en cuyo alrededor fue distribuido el territorio en grandes cuadros. La Plaza Mayor era el centro de la ciudad no solamente en sentido urbanístico, sino también simbólico.

Desde su fundación Bogotá fue marcada por tres elementos topográficos, que influyeron su forma y fisonomía y que fueron vistos por mucho tiempo como parte de ella: los Cerros Orientales, una formación montañosa perteneciente a la Cordillera de los Andes, la Sabana de Bogotá y numerosos ríos. En el siglo XIX, por la época de la visita de Steuart, la ciudad fue descrita por numerosos viajeros como una pequeña aldea. Sin embargo y a pesar que Bogotá no alcanzaba la extensión y la población de otras ciudades suramericanas, ella si padecía lamentables condiciones higiénicas. Esta situación resultaba por la alta densidad y el precario abastecimiento de servicios públicos: en 1801 Bogotá contaba con 21.394 habitantes y en 1912 con 116.951. (4) Por estas condiciones higiénicas se empezó a deteriorar la ya descrita estrecha relación de la ciudad con sus alrededores.

Por otro lado después de la Independencia de Colombia en 1810 la búsqueda de una identidad propia había sido un tema importante. En la fisonomía de la ciudad resultaron algunos cambios, que respondían a esta búsqueda, entre ellos la supresión del nombre colonial de la ciudad –Santafé- en 1819, así como el cambio de la nomenclatura que databa de la época colonial en 1849: muchas calles y plazas fueron renombradas con nombres de sitios, en los que tuvieron lugar algunas batallas de las guerras de Independencia o según provincias latinoamericanas. (5)

En este ámbito aparecieron a finales del siglo XIX los primeros parques y jardines públicos de Bogotá, resultado de la conversión de las antiguas plazas coloniales. Entre ellas estaban la Plaza de Bolívar, la Plaza de los Mártires y la Plaza de Santander. (6) Después de su conversión en parques o jardines, las antiguas plazas coloniales tenían una apariencia similar: contaban con una estatua de uno de los héroes de la Independencia, entre ellos Simón Bolívar, (7) o con un monumento relativo a las Guerras de la Independencia, como el Monumento a los Mártires. El monumento se encontraba localizado centralmente y estaba rodeado por un jardín o parque, diseñado geométricamente, y protegido por una verja, que en la mayoría de los casos, había sido elaborada en Europa. Los parques tenían numerosas especies de árboles y flores autóctonas, como el sietecueros y el amarrabollos y algunas importadas, como el eucalyptus globulus, traído de Australia.(8)

Plano de Bogotá 1910. Dibujo CAD

Plaza de Bolívar - Archivo Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá (ASMOB), Archivo José Vicente Ortega Ricaurte (AJVOR)
No. registro XV-1234c

Parque Santander, escultura Santander [ASMOB, Archivo JVOR, No. registro VI-430b]

En 1883 fue construido el Parque Centenario, a raíz de la conmemoración del primer centenario del nacimiento de Simón Bolívar. Este fue el primer parque de la ciudad concebido como tal, y no del resultado de la transformación de una plaza colonial. Para la construcción del parque, que sería destruido en 1957, se destinó un terreno localizado, en ese entonces, en el extremo norte de la ciudad. Se trataba de un terreno triangular, cuyo diseño se caracterizaba por su simetría y por un eje que lo atravesaba en dirección oriente-occidente. En la mitad del parque se erigió un templete de piedra diseñado por el arquitecto italiano Pietro Cantini (1847-1929), destinado a alojar una estatua de Bolívar. (9) En 1910 se concibió, un nuevo parque, el Parque de la Independencia, en el marco de una exposición industrial y agrícola, realizada en Bogotá con motivo de la celebración del primer centenario de la Independencia. En esta exposición estuvieron representados los principales productos elaborados en el país, entre ellos productos agrícolas y maquinaria. (10) Para el Parque se eligió un terreno que se encontraba justo al frente del Parque Centenario.

Parque Centenario, templete [ASMOB, Archivo JVOR, No. registro XV-1235]

El Parque de la Independencia estaba marcado por un eje central, que lo atravesaba en dirección occidente-oriente y que constituía su camino principal. Este camino retomaba el eje del Parque Centenario, continuándolo hasta la salida del de la Independencia en dirección oriental, hasta el Paseo Bolívar. A ambos costados del camino fueron construidos diferentes pabellones para la exposición, entre ellos el pabellón industrial y el pabellón egipcio (11). Además fueron erigidos algunos monumentos, entre ellos una estatua ecuestre de Bolívar, diseñada por el escultor francés Manuel Fremiet. (12) Además se reubicaron en 1910 dos estatuas precolombinas de San Agustín traídas por el presidente Rafael Reyes en 1907, para una exposición que había tenido lugar en éste terreno. El Parque de la Independencia constituyó con su mobiliario, diseño y vegetación un digno representante de la celebración de la Independencia Nacional, en el ámbito de una exposición con un alto sentido patriótico.

Parque de la Independencia, vista hacia el occidente [ASMOB, Archivo JVOR, No. registro XIII-1025b]

Parque de la Independencia, Pabellón de las Industrias [ASMOB, Archivo JVOR, No. registro XIII-1037b]

Parque de la Independencia, Pabellón egipcio [ASMOB, Archivo JVOR, No. registro XIII-1028c]

Parque de la Independencia, escultura precolombina [ASMOB, Archivo JVOR, No. registro XV-1252a]

La función principal de estos parques y jardines públicos erigidos en la ciudad fue salvaguardar monumentos de los héroes de las Guerras de Independencia y símbolos de la patria. En su diseño, tamaño y composición eran comparables con los squares parisinos, diseñados durante las medidas urbanísticas realizadas de 1853 a 1869 bajo la reestructuración de París hecha bajo Georges-Eugène Baron Haussmann (1809-1891). (13) La orientación hacia prototipos de Europa era de una manera consciente, como fue expresado, entre otros, después de la inauguración del Parque de la Independencia “Aquellos soberbios edificios son como una revelación fulgurante del campo de Marte, de Versalles, del Palacio de Cristal, de la maravilla europea (…), trasladada de repente y por arte mágico a Bogotá”. (14) La orientación hacia Europa se puede aclarar con la autoconciencia de los colombianos después de la terminación del régimen colonial. Por un lado el país buscaba una identidad propia, por el otro quería ser visto como un país avanzado y civilizado. Ser civilizado fue visto como necesario para el deseado progreso del país. Sin embargo el concepto de civilización era ambivalente: Las guerras de la Independencia habían liberado al país del régimen colonial, que había sido implantado bajo las premisas de la civilización. El futuro y el deseo de ser civilizado implicaban de todas maneras un encuentro con esa cultura europea y representaban de esta manera un dilema. Este no podía ser resuelto con el rechazo de la cultura europea, sino con la creación de un sentimiento igualitario y distanciado hacia los europeos. Se trataba de una doble misión para la cual los criollos, se sentían predestinados. (15)

Después de que el poder español ya no estaba presente los criollos intentaban identificarse con la civilización europea abiertamente. La ciudad, y sobre todo Bogotá, debería convertirse en el escenario de la civilización por excelencia. (16) El progreso también fue asociado con el cuidado de la lengua española, las buenas maneras y el concepto de urbanidad, todas cualidades que hacían de Bogotá la “Atenas suramericana”. (17) La supuesta falta de higiene y urbanidad, la existencia de algunas costumbres, como el consumo de chicha, (18) ponían en peligro, ante los ojos de la clase alta, el progreso. A pesar de haber tenido una función principalmente representativa, los parques empezarán entonces a ser vistos también como un instrumento para cambiar ciertas costumbres y alcanzar el anhelado progreso, así como un antídoto para los problemas higiénicos de Bogotá. Varias personas exigieron la creación de parques que realmente respondieran a las necesidades de la ciudad, entre ellas estaban Eufemio Moreno, quien en 1896 agregó en una carta dirigida al Ministerio de Fomento “En todas las capitales civilizadas del mundo hay un centro que atrae en los días de descanso a las gentes, en donde encuentran diversiones honestas y apropiadas para ellas y sus familias, que aleja de ciertos focos de corrupción especialmente a la juventud, tales como el Central Park en New York, el High Park (sic) en Londres y el Bois de Boulogne en París. La mayor parte de los habitantes de estas felices poblaciones se trasladan allí en busca de expansión y alegría, y vuelven, al empezar la semana al trabajo o al estudio, sin que un pesar les acompañe. Nuestra capital, ya un poco populosa, necesita de un canto y de algo que aleje a nuestra juventud de los clubs o casinos”. (19)

Genaro Valderrama, administrador de parques y jardines públicos, se ofreció en 1899 para diseñar un parque, que según las fuentes, ya se estaba planeando, pero que sin embargo en ese momento no se llegaría a construir. (20) Aunque no se haya construido ningún parque es importante resaltar que ya a finales del siglo XIX existía una discusión sobre la necesidad de su construcción y un conocimiento e intercambio de teorías europeas. También se debe destacar la presencia de algunos paisajistas europeos en Bogotá a finales del siglo XIX como fueron el británico Robert Thompson, (21) y el francés Edouard André, (1840-1911), (22) aunque ellos no llegaron a realizar ningún proyecto en Bogotá.

En las primeras décadas del siglo XX se resaltó más aun, que el contacto con la naturaleza, así como la práctica de deportes y de la educación física al aire libre, ejercían una influencia positiva sobre el ser humano. En este contexto se pidió también un parque para la ciudad, no solo para uso exclusivo de un determinado grupo de personas, sino como se menciona en una revista en 1918 sobre el Parque Santander “Si algo, a la verdad, necesitan las ciudades anchas, frías, melancólicas (…) cuando llega la noche, es un sitio con árboles, con bancos, con viento, con música (…) un sitio, en fin, a donde puedan ir unos y otros, sin boleta de entrada, sin traje de etiqueta, en busca de un rato de paz, de reposo o de olvido, en busca de un poco de aire para los pulmones y de un poco de música para el espíritu”. (23)

La función representativa de los parques pasó pues a un segundo plano, para dar lugar a una función más social. Sin embargo a pesar de las numerosas peticiones de la creación de un parque con esas características, este no fue construido. Hubo varias razones: por un lado existían problemas de presupuesto, de manera que hasta el mantenimiento y cuidado de los parques existentes se veían en peligro. Por otro lado no existía aun en la ciudad una planeación y regulación urbanística. Las discusiones sobre la necesidad de la planeación, en las que también se hablaba sobre la necesidad de la creación de parques, eran numerosas, sin embargo no llegaban aún a concreción. (24) Durante los años 1920 se modificaron algunos de los parques existentes: se construyeron nuevos elementos como balaustradas, terrazas y fuentes. También se levantaron algunos bustos, que ya no representaban solamente héroes de las guerras de Independencia, sino también personajes de la vida pública como poetas, entre ellos un busto de José Asunción Silva levantado en el Parque Santander.

Parque Santander, Busto del poeta José Asunción Silva [ASMOB, Archivo JVOR, No. registro VI-437a, detalle]

La modificación más importante fue, sin embargo, el retiro de las verjas, que antes encerraban a los parques. Su retiro permitió un mayor acceso a ellos. Aparte de las modificaciones a parques existentes, se crearon nuevos parques como el Parque de Chapinero y el Parque de las Cruces. Otros parques resultaron de la transformación de antiguas plazas coloniales, como la Plaza de Caldas, modificada en 1918. El diseño de los parques siguió respondiendo a esquemas regulares y geométricos con variado equipamiento como puentes, balaustradas y terrazas, orientados en su lenguaje arquitectónico hacia el City-Beautiful Movement.

Parque de la Argentina, vista hacia el occidente [ASMOB, Archivo JVOR, No. registro VX-1231b, detalle]

Parque de las Cruces [ASMOB, Archivo JVOR, No. registro II-137a]

A principio de los años treinta se siguió repitiendo la urgencia de la planeación de la ciudad y la necesidad de la creación de parques públicos. En 1932 se aprobó el proyecto para la construcción del Parque Nacional, principal intervención urbana del Ministerio de Obras Públicas durante los años treinta. (25) El arquitecto Pablo de la Cruz, encargado del diseño del parque, consignó en un artículo de 1934 la idea del parque “(…) para mí el principal objeto de un parque no es el de darle pulmones a la ciudad y demás palabrerías, sino que debe tener un fin educativo. (…) El parque es para el pueblo y el pueblo debe enseñarse a cuidarlo como se cuida su propiedad”. (26) Las metas e intenciones del parque fueron pues formuladas desde su concepción: debería ser abierto para todo el público, sin distinciones de ninguna clase, debería tener un fin pedagógico, además de ofrecer espacio y mobiliario para actividades deportivas, recreativas y de juego. Estas premisas definieron su diseño. La búsqueda de un terreno adecuado duró algunos meses. Finalmente se tomó la decisión por un terreno que abarcaba un área de 47 hectáreas al oriente de Bogotá con una topografía variada con zonas planas y parte de la falda de los cerros, así como fuentes de agua. Uno de los principales elementos, que imprimieron su diseño general, fue una avenida circunvalar para autos, que recorría todo el parque. La parte occidental del parque recibió un diseño geométrico, con variado equipamiento, como una pérgola hecha en piedra que estaba decorada en sus esquinas con dos jarrones con motivos indígenas, así como un lago circular denominado “El lago de las Américas”.

Parque Nacional, pérgola [ASMOB, Archivo JVOR, No. registro X-777c]

Parque Nacional, Lago de las Américas [Archivo JVOR, No. registro XVI-1277a]

En la parte sur oriental del parque se hicieron varias canchas de tenis, “para que en ellas jueguen los pobres, los que no pertenecen a ningún Club de deportes, por un derecho que será mínimo”. (27) También fueron realizados en esta parte del parque un mini-campo de Golf, una zona para juegos de niños y un Teatro infantil, edificio reconocido como uno de los primeros ejemplos de arquitectura moderna en Bogotá. (28) En todo el parque fueron erigidos lámparas y bancos de cemento, así como algunos elementos en estilo rústico, entre ellos puentes y casetas para los paseantes. Con fines pedagógicos y para que el Parque Nacional se convirtiera en una especie de museo natural de la Nación, en el que se encontraran representadas su fauna y su inmensa flora, se planeó que la mayoría de la vegetación fuera nacional. Igualmente con ideas pedagógicas se realizó un mapa en relieve de Colombia, hecho en concreto de cemento, cuyo fin era sobre todo permitir que “en el centro del país, en Bogotá, en su Parque Nacional, los obreros admiran un mar que acaso no lograrán ver nunca, en su destino de mediterráneos”. (29) A pesar de que en la planeación inicial del Parque Nacional no era previsto el levantamiento de monumento alguno, se erigirían algunos, probablemente bajo la influencia de la celebración de los 400 años de la fundación de Bogotá en 1938. Entre ellos se encontraban el monumento en Honor de la Bandera, situado en la parte oriental del parque y el monumento al político Rafael Uribe Uribe, erigido en 1940.

Parque Nacional, Monumento a Uribe Uribe
Fotografia de la autora 2008

El Parque Nacional suplió en gran parte la necesidad de un parque para la ciudad. En sus premisas de apertura y acceso libre para todos los habitantes, utilidad, función social y moral, y realización de un mobiliario y elementos acordes a sus metas el Parque Nacional es comparable con las ideas propagadas en la discusión norteamericana y el concepto de Volkspark alemán. (30) Aparte de esto se intentó con el Parque Nacional, por primera vez en la historia de Bogotá, integrar a los cerros orientales y sus hoyas hidrográficas en la estructura de la ciudad. Este tema lo retomó el urbanista austriaco Karl Brunner (1887-1960) dentro de su plan urbanístico para Bogotá, realizado casi contemporáneamente con la aparición del Parque Nacional, en el marco de la celebración del Cuarto Centenario de Bogotá en 1938. (31) Brunner había llegado al país en 1933, contratado por el Gobierno Nacional para dirigir el recién fundado Departamento de Urbanismo y para realizar la planeación de la ciudad. La creación de parques jugó un papel esencial dentro de sus proyectos. Brunner planeó variados parques diferenciados por su tamaño y equipamiento, además de intentar su distribución sistemática por toda la ciudad. Uno de los proyectos más importantes fue el Bosque Popular, que debería ser realizado al occidente de Bogotá. Con este proyecto y con la construcción de la Ciudad Satélite, Brunner intentaba promover el crecimiento de Bogotá hacia el occidente, y de esta manera contrarrestar el espontáneo desarrollo de norte a sur.

El Bosque Popular, también llamado Parque Forestal, debería ofrecer en un área de 150 hectáreas distracción y entretenimiento para todos los ciudadanos (15). Un eje debería dividir al parque en dirección oriente-occidente. En la parte sur del parque se planearon canchas deportivas, un hipódromo, grandes áreas para el juego infantil y mobiliario pedagógico. El elemento más importante del parque era el Bosque Panamericano: un jardín, en cuya mitad debería realizarse un mapa del continente americano hecho en flores: cada país americano sería pues representado por sus flores características. El centro del Bosque Panamericano sería conformado por un jardín que representaba a Bogotá. El Bosque Panamericano debería tener un alto carácter pedagógico, sobre todo para los niños que lo visitaran, afirmó Brunner.

Aun cuando algunos de los proyectos de Brunner no fueron realizados, entre ellos el Bosque Popular, es importante resaltar que él realiza, por primera vez en la historia de la ciudad, un estudio de un sistema de parques. Algunos de sus proyectos servirían como base para la posterior realización de parques. Entre ellos está el parque Metropolitano Simón Bolívar, realizado en 1968 y construido en parte en el sitio estipulado por Brunner para la construcción del Bosque Popular, (32)así como el Parque del Renacimiento, que había sido previsto de una manera similar por Brunner en 1938, al planear “la transformación del Cementerio Central en un jardín conmemorativo y en un parque”, (33)idea que finalmente fue realizada a principios del siglo XXI. Muchos de los parques nombrados en este artículo no existen hoy o existen solo de manera parcial, como el Parque Centenario y el Parque de la Independencia. El Parque Nacional, declarado Monumento Nacional, conserva su parte occidental casi de manera original, como fue planeado en 1934. Un análisis de la planeación actual de parques demuestra que la importancia de la creación de parques en una ciudad como Bogotá, que con ca. 8 millones de habitantes, ha dejado atrás la imagen de aldea descrita en el siglo XIX, sigue siendo tematizada y sigue teniendo una inmensa vigencia y actualidad.

notas

1
IRIARTE, Alfredo.
Ojos sobre Bogotá. Bogotá: Sociedad de Mejoras y Ornato, 1999, p. 106.

2
El 6 de Agosto de 1538 se ha establecido como la fecha oficial de la fundación de la ciudad, a pesar de que no existe el acta oficial. La falta de un acta ha dado pie para varias especulaciones con respecto a la fundación, ver, entre otros IRIARTE, Alfredo. Breve historia de Bogotá. Bogotá: Editorial Oveja Negra, 1988, p. 21 y ESCOVAR, Alberto; MARIÑO, Margarita; PEÑA, César. Atlas histórico de Bogotá 1538-1910. Bogotá: Editorial Planeta, Corporación la Candelaria y Alcaldía Mayor de Bogota, 2004, p. 22.

3
En la literatura existen varias teorías sobre la aparición, utilización y expansión del damero en Latinoamérica, ver p.ej.: HOFER, Andreas. Karl H. Brunner und die Rolle des europäischen Städtebaus in Lateinamerika. 2000. 273 p. Tesis (Doctorado). Fak. für Raumplanung und Architektur Technische Universität Wien. Wien, 2000. p. 13. El trazado de Bogotá ha sido denominado en la literatura como una variación del de Santo Domingo en la República Dominicana, realizado en 1502, ver: MARTINEZ, Carlos. Bogotá – Sinopsis sobre su evolución urbana. Bogotá: Escala Fondo Ed., 1976, p. 26. Las Leyes de Indias, promulgadas en 1573 por el Rey Felipe II., se refieren explícitamente a los procesos de urbanización en las colonias americanas. En estas fueron reguladas la forma y la estructura de las ciudades, también lo referente a la localización de los diferentes edificios, etc., ver: LEJEUNE, Jean-François. Dreams of Order: Utopie, Cruelty and Modernity. En: Cruelty & Utopia – cities and landscapes of Latin America, First published in connection with an exhibition at the CIVA inBrussels, May 22-Oct. 5 2003, New York 2003, p. 31-49.

4
MEJIA PAVONY, Germán Rodrigo. Los años del cambio – Historia urbana de Bogotá 1820-1910. Bogotá: Centro Editorial Javeriano Ceja, 2ª. Edición, 2000, p. 230.

5
MEJIA PAVONY 2000, p. 417.

6
A finales del siglo XIX no existió en Bogotá un consenso general sobre la tipología de los parques y jardines. En el año 1894 se denominan plaza-parque al Bolívar, Santander y Centenario, mientras que los otros son llamados simplemente plazas, ver: PALAU, Lisímaco. Guía Histórica y descriptiva de la ciudad de Bogotá. Bogotá: Imprenta de Vapor de Zalamea, 1894, p. 30-31. El administrador de los parques públicos de Bogotá, Genaro Valderrama, es el único que en ese momento intenta una definición, ver: Archivo General de la Nación (a continuación: AGN), MOP, Bogotá Parques y Jardines Varios 1887-1916, Tomo 823, Folio 93. Además de las plazas nombradas, también fueron jardinizadas otras plazas coloniales, entre ellas la Plazuela de la Capuchina.

7
Simón Bolívar (1783-1830), Libertador de Colombia, Venezuela, Panamá, Ecuador, Perú y Bolivia, es una de las figuras más importante de las Guerras de la Independencia en Suramérica.

8
Casiano Salcedo (?-1918) una de las figuras más importantes en el arte de la jardinería pública de Bogotá a finales del siglo XIX, expresó en un artículo de 1918 haber introducido el eucalyptus globulus en la ciudad, ver: ORTIZ WILLIAMSON, G., Casiano Salcedo. Cromos, Bogotá, n. 106, Vol. I, p. 138-139, p. 138. 16.3.1918.

9
El templete fue inaugurado solo hasta el 20 de julio de 1884, ver: CANTINI ARDILA, Jorge Ernesto. Pietro Cantini – Semblanza de un arquitecto. Bogotá: Corporación La Candelaria, 1990, p. 266. El centro del templete permaneció vacío hasta 1926, año en el cual fue erigida allí una réplica de la estatua de la Plaza de Bolívar, en: CORTAZAR, Roberto. Monumentos, Estatuas, Bustos, Medallones y Placas conmemorativas existentes en Bogotá en 1938. Bogotá, 1938, p. 49.

10
Para una reseña de las obras planeadas ver: Revista del Centenario, Bogotá, 1910. El Parque de la Independencia existe actualmente solo en forma parcial.

11
La exposición contaba en el momento de su inauguración con el pabellón egipcio, el pabellón de la Industria, el pabellón de las Máquinas, el pabellón de Bellas Artes, el “Kiosco de la Luz”, el kiosco de la Música y el pabellón Japonés, así como algunos establos para animales y pequeños pabellones donados por algunas industrias. Los pabellones empezaron a ser demolidos poco después de la finalización de la exposición. El “Kiosco de la Luz” es el único pabellón existente hasta el momento.

12
Revista del Centenario, Bogotá, n. 12, p. 90, 16.4.1910.

13
El diseño de la Plaza Bolívar era similar al del Square Montholon o el Square des Innocents en París. El trazado del Parque Centenario era comparable con el Square Batignolles, el cual también estaba dividido por un eje, ver: ALPHAND, Adolphe. Les Promenades de Paris. Reimpresión de la Edición de Paris 1867-1873. Pennsylvania: Princeton Architectural Press, 1984.

14
Revista de Colombia, en: Primer Centenario de la Independencia, p. 215, citado en: NIÑO MURCIA, Carlos, Arquitectura y Estado. Bogotá: Centro. Ed. 2. Edición, 2003, p. 60.

15
ROJAS, Cristina. Civilización y Violencia - La búsqueda de la identidad en la Colombia del Siglo XIX. Bogotá: Grupo Editorial Norma, 2002, p. 66.

16
En otras ciudades del país también se convirtieron plazas coloniales en jardines y parques, o se construyeron parques con carácter representativo, entre ellos el Bosque de la República en Tunja en 1918, la plaza y parque de la Pola en Riosucio (Caldas), el Parque la Libertad en Pereira, la Plaza de García Rovira, Parque Romero y el Parque de Santander en Bucaramanga.

17
El apelativo “Atenas suramericana“apareció del concepto de Bogotá como una ciudad culta. A varias personas se les ha atribuido ser las primeras en haber dado este nombre a la ciudad, como son Alexander von Humboldt o el viajero francés Pierre d’Espagnat, quien estuvo en Bogotá en 1898, ver: ALJURE, Luis Carlos; RUIZ, Claudia Angélica. En: http://209.85.129.132/search?q=cache:WkXGec
YNka0J:www.revistadiners.com.co/noticia.php3%3Fnt%3D5460+atenas+suramericana+jorge+orlando+melo&cd=5&hl=es&ct=clnk (consultado 1.9.1910). Según Zambrano fue el español Marcelino Menéndez Pelayo (1856-1912) el primero en comparar Bogotá con la capital griega, ver: ZAMBRANO PANTOJA, Fabio: De la Atenas Suramericana a la Bogotá Moderna. La construcción de la cultura ciudadana en Bogotá. En: http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve.
=81501102 (consultado 1.9.1910).

18
La chicha es una bebida alcohólica de maíz, de origen indígena.

19
AGN, MOP, Bogotá Parques, Plazas y Jardines A.C. 1888-1905, Folio 432-433.

20
AGN, MOP, Bogotá Parques y Jardines Varios 1887-1916, Tomo 823, Folio 5, Carta de Genaro Valderrama al Ministro de Fomento 16.4.1889.

21
Robert Thompson estuvo en Colombia en 1893. En una carta del mismo año le propone al Ministro de Fomento algunas mejoras a los parques y jardines públicos de Bogotá, así como la aclimatización de algunas plantas, ver: AGN, MOP, Bogotá Parques y Jardines Varios 1887-1916, Tomo 823, Folio 32-37. En 1859 Thompson publicó el tratado The gardener’s assistant. Como aparece en el subtítulo de su tratado, Thompson fué “Superintendent of the horticultural society's garden in Chiswick”. Además trabajó de1867 a 1877 como Director de los jardines públicos y del jardín botánico en Jamaica, ver: http://yourarchives.nationalarchives.gov.uk/ (consultado 1.9.2010).

22
Edouard André fue enviado en 1875 por el gobierno francés a una expedición al norte de los Andes suramericanos. Entre 1877 y 1883 fué publicado su informe de viaje en varios artículos de la revista Le Tour du Monde, en los cuales existen varias descripciones de Colombia, ver: POSADA, Eduardo. El viaje de Edouard André. En ACEVEDO LATORRE, Eduardo (editor). Geografía pintoresca de Colombia – La Nueva Granada vista por dos viajeros franceses del siglo XIX Charles Saffray – Edouard André. Bogotá: Litogr. Arco, 2a. Edición, 1971, p. 67-180, p. 98.

23
Por esos Parques. Boletín de la Sociedad de Embellecimiento de Bogotá, Bogotá, n. 7. Año I, p. 1, 10.8.1918.

24
Para ver un resumen de las leyes urbanísticas durante los años veinte, ver: CASTILLO DAZA, Juan Carlos. Bogotá – el tránsito a la ciudad moderna 1920-1950. Bogotá: Univ. Nal. de Colombia, Fac. de Artes, 2003, p. 65-69. En las revistas de la época fueron divulgados numerosos artículos que referían la necesidad de parques para la ciudad, también en comparación con otros países, ver: Boletín de la Sociedad de Embellecimiento de Bogotá, Bogotá, 2a época, n. 32, p. 111-114. noviembre 1923.

25NIÑO MURCIA 2003, p. 212.

26
DE LA CRUZ, Pablo. El Parque Nacional. Registro Municipal, Bogotá, Tomo IV, p. 54-56, p. 55, julio-diciembre 1934.

27
AGN, Edificios Nacionales Correspondencia Bogotá, Parque Nacional 1932-34, Tomo 293, Carta de Guillermo Nannetti, 14.3.1934, Folio 268.

28
ARANGO CARDINAL, Silvia. Historia de la arquitectura colombiana. Bogotá: Centro Ed. y Fac. de Artes, Univ. Nacional de Colombia, 1989, p. 191.

29
CANAL RAMIREZ, Gonzalo. Reflexiones ante un mapa de Colombia. Revista Estampa, Bogotá, p. 41-43, p. 41. 19.8.1939.

30
Ver: WIDMAIER, Daniel. Der klassische Volkspark in Berlin. Die Gartenkunst, Worms, 9 Nr. 1, p. 135-179, p. 151-154, 1997. Widmaier caracteriza el Volkspark como un parque, que “(…) über folgende Charakteristika ziemlich exakt definieren und abgrenzen lässt: Lage, Erreichbarkeit, Zugänglichkeit, Ausdehnung, Ausstattung und Nutzbarkeit”, Widmaier nombra como prototipo del Volkspark al Hamburger Volkspark.

31
Para ampliar el tema de la planeación urbanística en el marco de la Celebración del Cuarto Centenario de Bogotá ver, entre otros: CASTILLO DAZA 2003 y HOFER 2003.

32
http://www.idrd.gov.co/www/section-872.jsp#1178 (consultado 1.9.2010). El Parque Metropolitano Simón Bolívar, con 360 hectáreas el parque más grande de Bogotá comprende varios parques e instituciones. y se ha constituido en un sitio apropiado para exposiciones, festivales y conciertos.

33
BRUNNER, Karl H. Bogotá en 1950. Registro Municipal - Homenaje del cabildo a la ciudad en el IV Centenario de su fundación 1538-1938, Bogotá, p. 171-177, p. 177, 1938.

sobre a autora

Claudia Cendales Paredes es P.hD. en Historia del Arte. Tema: “Los parques públicos de Bogotá: su aparición, significado y desarrollo 1886-1938”, TU Berlín. Tiene Master of Science en Restauración de Monumentos Arquitectónicos, TU Berlín y Magíster Artium en Historia del Arte – Etnología y Sociología, Ludwig-Maximilians-Universität Munich. Actualmente trabaja en MWA, Büro für Denkmalpflege, Berlín con Proyectos de restauración de monumentos arquitectónicos.

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