La tematización de los centros históricos y los ejes comerciales, que se repite en todas las grandes ciudades, es la escenificación de procesos urbanos, sociales y económicos mucho más complejos, lejanos de la casualidad, el azar o el aparente crecimiento “natural” y espontáneo. Todas estas franquicias ocupan también los centros comerciales que se desparraman fuera de las grandes ciudades, tensando el territorio de manera ficticia.
Se trata de una peligrosa transformación de las estructuras productivas y comerciales. Las mismas empresas productivas, de servicios y financieras que se instalan en las nuevas áreas, como 22@ en Barcelona, son las que están relacionadas con la industria hotelera y comercial que tematizan los centros urbanos. Todas estas franquicias se basan en lo que podríamos considerar subsidios encubiertos, como la ampliación de puertos y la ampliación de redes de transporte terrestre, para distribuir y fagocitar planetariamente las producciones realizadas a miles de kilómetros de distancia. Estas políticas económicas de grandes almacenes y franquicias arrincona la posibilidad de regenerar las estructuras comerciales locales, que no pueden competir en un falso libre mercado con los privilegios impositivos y laborales de estas empresas. Incluso las mismas tiendas de souvenirs y de alimentos “típicos”, en apariencia negocios individuales y de pocos recursos, forman partes de redes similares a las anteriores; sino como se puede explicar la manutención de locales tan bien situados y por lo tanto de muy alto coste.
Un sistema de producción y consumo que ya ha dejado huellas ecológicas insostenibles en todo el planeta: desperdicios, esclavitud de los trabajadores y trabajadoras, desaparición de redes de producción local, consumo de energías no renovables, etc. El aumento anunciado del petróleo hará inviable este consumo basura, basado en su bajo precio, y que desprecia los saberes y singularidades locales ¿pagaremos una vez más los ciudadanos ante el chantaje de la quiebra de unos negocios que son insostenibles y por los que ya hemos pagado con la destrucción de los tejidos productivos locales?
sobre el autor
Josep Maria Montaner es arquitecto, doctor y catedrático de la Escola Tècnica Superior d'Arquitectura de Barcelona de la Universitad Politécnica de Cataluña. Es director del Master Laboratorio de la vivienda del siglo XXI en la ETSAB.
Zaida Muxí Martínez es arquitecta, doctora, professora y coordinadora de la Escola Tècnica Superior d'Arquitectura de Barcelona y codirectora junto Josep Maria Montaner del Master Laboratorio de la vivienda del siglo XXI en la ETSAB.
Josep Maria Montaner y Zaida Muxí Martínez, Barcelona España