¿Son conscientes las autoridades brasileñas de que el edificio que, como resultado de sus medidas, dejará de pertenecer al pueblo de Brasil representa no solamente algunos rasgos que están profundamente anclados en su historia sino que, quizás mas importante aún, se trata de una obra brasileña que le mostró al mundo recursos y soluciones que, aún los países mas ricos y avanzados, no habían hasta entonces atinado a transitar?

Nunca antes en ninguna parte los edificios de oficinas habían tomado la forma pura del Ministerio de Educación y Salud – MES. Nunca antes un edifico público había incorporado una cubierta ecológica. Nunca antes la climatización de un edificio de esa magnitud  en áreas cálidas se había basado en un cuidadoso sistema independiente  de medios mecánicos. Nunca antes en la cultura del siglo 20 la pintura, la arquitectura, el paisajismo, y la escultura se habían animado a articularse en esas dimensiones y  con esa calidad.

Es mas, el MES le mostraba al triste mundo atravesado por la destrucción de la guerra, que era posible tener esperanzas en una nueva forma para el futuro e hizo decir a The Architectural Review que

“No caben dudas acerca de que esta guerra va a probar, en palabras del Sr. Churchill una conmoción, iniciando entre otros nuevos órdenes un reacomodamiento del Balance de Poder. Una de las nuevas fuerzas con las que habrá de contarse podría ser la tercera mas grande entidad política del hemisferio occidental, con mas de cuarenta millones de habitantes, y tres millones de millas cuadradas de territorio, Brasil, un país tan grande como los Estados Unidos” (1).

Para ese mundo triste y en plena destrucción el MES era un símbolo de que la luz y la alegría seguían siendo posibles.

El edificio del que las autoridades piensan despojar al pueblo brasileño no es solo un monumento que habla de los brasileños, es una obra cumbre que sigue mostrando caminos, que nos sigue hablando a todos de una arquitectura  mas razonable en su articulación con el planeta y, todavía,  mas humana en su forma de construir la ciudad futura. Transformarlo en una mercancía mas es una afrenta que no debemos permitir.

notas

NE – sobre el tema, ver también:

CAU/BR, Conselho de Arquitetura e Urbanismo do Brasil; et. al. “O MEC não pode ser vendido!”. Manifesto contra ameaça de venda do Palácio Capanema. Drops, São Paulo, ano 21, n. 167.06, Vitruvius, ago. 2021 <https://vitruvius.com.br/revistas/read/drops/21.167/8203>.

CURTIS, William J. R. A destruição da memória. Contra a privatização de um importante monumento histórico e cívico. Minha Cidade, São Paulo, ano 21, n. 253.07, Vitruvius, ago. 2021 <https://vitruvius.com.br/revistas/read/minhacidade/21.253/8220>.

FRAMPTON, Kenneth. Carta de Kenneth Frampton a Ana Tostões e Renato Gama-Rosa Costa, presidentes do Docomomo International e Brasil. Palácio Capanema em risco. Minha Cidade, São Paulo, ano 21, n. 253.06, Vitruvius, ago. 2021 <https://vitruvius.com.br/revistas/read/minhacidade/21.253/8218>.

ROLNIK, Raquel. Feirão de um sonho de país. Palácio Capanema à venda. Minha Cidade, São Paulo, ano 21, n. 253.03, Vitruvius, ago. 2021 <https://vitruvius.com.br/revistas/read/minhacidade/21.253/8204>.

TOSTÕES, Ana; COSTA, Renato da Gama-Rosa; INTERNATIONAL, Docomomo; BRASIL, Docomomo. Patrimônio sob cerco no Brasil. Palácio Capanema à venda. Minha Cidade, São Paulo, ano 21, n. 253.04, Vitruvius, ago. 2021 <https://vitruvius.com.br/revistas/read/minhacidade/21.253/8216>.

1
“La revisión arquitectónica”, introducción al número especial sobre Brasil: The Architectural Review, v. 095, n. 567, mar. 1944.

sobre o autor

Jorge Francisco Liernur es arquitecto (FADU UBA). Fue director fundador de la Escuela de Arquitectura y Estudios Urbanos de la Universidad Torcuato Di Tella, donde es profesor emérito. Es profesor asociado del Doctorado en Arquitectura de la Facultad de Arquitectura y Estudios Urbanos de la Pontificia Universidad de Chile. Doctor honoris causa por la UNL, es comisario invitado en el MoMA de Nueva York.