Los asentamientos urbanos, experimentan un proceso irreversible de urbanización que no puede quedar desapercibido. En los últimos cien años, el crecimiento de las ciudades ha sido considerable, en donde 18 de las 23 ciudades en desarrollo, están conformadas por mas de 10 millones de habitantes (1). La condición de urbano determina que las ciudades se han convertido en centros dinámicos que obtienen los servicios necesarios para su mantenimiento y reproducción: empleo y producción. Pero también esta dinámica experimentada ha hecho que los componentes de lo urbano reflejen serios problemas provocados por la carencia o debilidad del concepto sistémico de la red de asentamientos, en la cual se encuentran insertos.
Tanto los asentamientos rurales como urbanos son asentamientos humanos, en donde cada uno de ellos posee rasgos particulares inherentes a grupos sociales, con un modo de vida y aspectos culturales particulares, lo cual se torna más complejo debido a la pluralidad de criterios y terminologías que adoptan los países de acuerdo con su realidad social, política, económica y cultural. En Nicaragua, el concepto de asentamiento humano es definido como “el establecimiento de una población, con patrones propios de poblamiento y el conjunto de sistemas de convivencia, en un área físicamente localizada, considerando dentro de la misma los elementos naturales, la infraestructura y el equipamiento que la integran” (2).
Las ciudades crecen vertiginosamente por la acentuada migración rural – urbana, por ende, se refleja que los niveles de planificación de la red de asentamientos no responden al ritmo de crecimiento experimentado. El reflejo de estos problemas es: alto grado de urbanización, alta concentración poblacional, problema habitacional, deficiencia y déficit del equipamiento e infraestructura, el crecimiento en la periferia absorbiendo el área rural que en algunos casos se refleja en conurbación; que conllevan a otro grave planteamiento, la insustentabilidad del sistema de asentamientos, y de lo urbano y lo rural en específico.
Lo urbano y lo rural
Las dilucidaciones de ciudad, de lo urbano, de sus límites y la continuidad urbano – rural, son ampliamente debatidos a nivel mundial y conducen a cuestionamientos por la amplia literatura existente. “Lo urbano se conceptualiza como lo propio de la ciudad, lo contrario a lo rural, con la característica de tener una concentración poblacional y de servicios básicos con muchas actividades” (3). Esta expresión de lo urbano es una de las más comunes, sobre todo, porque expresa que lo urbano es lo opuesto a lo rural, siendo lo rural un fundamento contradictorio a lo urbano.
Diferentes organismos y autores han tratado de definir y diferenciar lo urbano de lo rural. Según Villalvazo (4), la ONU (1977) lo ha realizado con el uso de criterios cuantitativos de acuerdo al rango de población; Suecia añadió a este criterio la continuidad en el espacio edificado; India considera las ciudades, núcleos con sede de poder administrativo y con actividades no agrarias. Otros autores como Richthofen (1908), Aurouisseau (1921), Dickinson (1947), Davis (1972); adoptan el criterio cualitativo para definir la ciudad con el tamaño, la densidad, la morfología del núcleo y las actividades no agrarias. Por último está el criterio perceptual que involucra la calidad de vida, el espacio social, seguridad, comercio, recreación, entre otros. En el caso de América Latina se adoptan los criterios cuantitativos o cualitativos o la combinación de ambos.
En el marco legal de Nicaragua, a partir de La Gaceta (5), se estableció tres categorías de suelo: urbano, suburbano y rural; siendo esta clasificación un inicio de la organización territorial que se estaba definiendo en esa época. En La Gaceta (6), lo urbano es una “superficie en la que se presentan concentradamente características de tipo urbano en lo referente a uso y ocupación del suelo, densidades, servicios y funciones, las cuales son tomadas en cuenta para establecer los límites urbanos y decretados legalmente por autoridades competentes”.
Esta definición establece que lo urbano se concentra en una dimensión espacial e identificada por algunas características de servicios e infraestructuras, pero no aclara el concepto del mismo. Sin embargo, en el Anteproyecto de Ley de Urbanismo se conceptualiza lo urbano como “territorio compuesto por centros poblados incluidos dentro de límite establecido por el correspondiente plan regulador” (7); limitando su definición a la territorialidad en sí y sin hacer mención de elementos como medio ambiente, población y cultura; implícitas en cualquier definición de esta naturaleza.
De acuerdo con lo anterior, lo urbano se entiende como una entidad específica, un lugar con sus propias características y atributos, un medio físico con su propio ambiente. Pero además, lo urbano es un carácter y, como lo afirmó Castells (8), es hasta una ilusión; es decir, el sitio donde se pueden satisfacer las necesidades básicas de los que la habitan, por lo que se tornan destinos atractivos para las poblaciones de inmigrantes que abandonan el medio rural para trasladarse a este medio. Ramírez (9), afirma que las ciudades “se han convertido en el centro dinámico de la vida nacional, donde la población se concentra, crece y se desarrolla. Donde obtiene los servicios necesarios para su mantenimiento y reproducción y donde encuentran diversas posibilidades de empleo y producción. También se han convertido en serios problemas que deben enfrentarse para lograr una vida digna y agradable para sus habitantes.”
El Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (10) manifiesta que los asentamientos urbanos son todos los “espacios abiertos en donde las personas tengan acceso a vivienda, servicio de salud, educación”. En Nicaragua un asentamiento urbano “es aquel en cuyo espacio se concentra una población mayor de 1,000 habitantes, en una relación de densidad igual o mayor de 25 habitantes por hectárea, con un mínimo del 25% de su superficie dedicada a actividades secundarias, terciarias y equipamiento, y el 18% o más de su superficie utilizada para circulación.” (11).
Para Nicaragua, la comprensión de lo urbano indica una pluralidad de requisitos y de criterios según la realidad socio – económica, cuyo emplazamiento debe de cumplir exigencias de densidad y ocupación del suelo. La escala a la que se refieren cada una de las concepciones de lo urbano no está planteada, entonces se deriva que puede ser un barrio, una unidad habitacional, una sección urbana, o hasta una mega ciudad con millones de habitantes concentrados. Se reformula que al conceptuar los asentamientos urbanos, se tienen que abarcar los rasgos particulares inherentes a grupos humanos en un territorio dado, con un modo de vida particular.
Por otro lado, lo rural es el contexto relacionado al campo y contrario a lo urbano. Esto conduce a considerar en términos negativos a estas áreas, ya que mientras lo urbano implica dotación de equipamientos, infraestructura y servicios, lo rural carece de todo ello. Se considera lo rural aquel territorio utilizado en actividades agrícolas y ganaderas; que poseen áreas de conservación, áreas de reserva natural, áreas protegidas, y generalmente, conforman el hábitat de las comunidades indígenas y étnicas.
Según Zabbini (12), lo rural comprende una dinámica no urbana; con bajas unidades habitacionales e igualmente bajo indicador habitacional. Godoy (13) afirma que lo rural es “el conjunto de centros poblados sin gobierno municipal (…) que por su relativa proximidad entre sí, llegan a conformar una comunidad en donde se manifiestan algunas normas de vida características de su relación con la actividad primaria (…) que le otorga soporte económico, social y cultural”. Las expresiones anteriores entienden que lo rural tiene un carácter particular, definido por una serie de características asociadas a su entorno construido. Un asentamiento rural puede categorizarse por el área que ocupa, por su tipo de actividad productiva, por su forma, por su tipo de fundación y por su relación con la ciudad, entre otros criterios; al igual que se realiza con lo urbano.
El asentamiento rural tiene una función asignada en el desarrollo ya que significa sustento para él y para el poblado urbano (14). Sin embargo, la población rural busca servicios y atención necesaria en los asentamientos urbanos más próximos. Esta relación de lo urbano – rural planteada por Ramírez, indica que lo rural tiene la función de cumplir con servicios y actividades para ambos, existiendo compromiso con la ciudad que con el campo mismo; y la población rural busca los servicios y atención necesaria en los asentamientos urbanos más próximos, reflejándose una relación asistémica entre ambos tipos de asentamientos.
Para Nicaragua, el asentamiento rural tiene definida su escala y límite territorial, según las condiciones espaciales del entorno natural. En La Gaceta (15) se define que asentamiento rural es aquel que concentra un número de población menor de 1000 habitantes o que la población se distribuye en densidades menores de 25 habitantes por hectárea. La categoría utilizada para fines de equipamiento e infraestructura es de poblaciones de caserío y de asentamientos dispersos. La ley no establece la categoría de comarca y de comunidad, a pesar de que esta denominación es la utilizada por las poblaciones urbanas y rurales y por los gobiernos municipales.
Sin embargo, administrativamente, para INETER (16) y Alcaldía de Masaya (17), la jerarquía de un asentamiento rural se clasifica en comarca y comunidad rural, este último como el núcleo poblacional de menor rango en la red de asentamientos, y que la autora denominará como la célula básica del sistema de asentamientos (ver gráfico nº 3).
En relación al ámbito económico, se precisa que las actividades económicas que plantean a lo urbano son de carácter terciario fundamentalmente; y el carácter rural será decidido por la actividad económica primaria y producción artesanal, pudiendo alcanzar la escala manufacturera o semi-mecanizada. También se designa que lo urbano y lo rural son espacios cuyos límites están dados por criterios técnicos de urbanización, en donde se cumplen procesos de interrelación entre los componentes ambientales del mismo territorio y con los territorios de los demás poblados, según el lugar funcional que ocupen en la red de asentamientos. La densidad poblacional no implicará el carácter urbano y rural del asentamiento.
En esta investigación se concreta que lo urbano y lo rural poseen una totalidad de aspectos ambientales que conforman el modo de vida local definiendo la riqueza cultural, natural y construida de cada uno de ellos, con un sistema de edificaciones y de infraestructura definido por los requerimientos jerárquicos del sistema de ordenamiento de la red de asentamientos; con su tipo de tenencia de la tierra, estructura, morfología y función económica.
Lo urbano y lo rural por ser un espacio territorial determinado tiene una escala física que es esencial en su análisis, mediante la visión sistémica de las interrelaciones que le corresponde, evidenciando la calidad ambiental. Ambos tipos de asentamientos son imprescindibles en la estructura de la red poblacional y el carácter económico de sus funciones y de su jerarquía orienta el sistema de edificaciones y de infraestructuras a poseer.
Sistema de asentamientos urbanos y rurales en Nicaragua
En concordancia con la teoría general de sistemas, los asentamientos urbanos y rurales son un conjunto que actúan en un sistema, el territorio; y según funciones y jerarquía, determinan su curso y forma de existencia a través de la conexión de la red de asentamientos humanos, es decir, “el esqueleto que estructura el territorio y las actividades que en él se desarrollan” (18).
Para Nicaragua, lo referente a la estructura de red de asentamientos, se encuentra esclarecido en la Política General para el Ordenamiento Territorial (19) y en el Decreto No. 78-2002, Normas, Pautas y Criterios para el Ordenamiento Territorial (20). Los borradores de Ley de Urbanismo (21) y de Ordenamiento Territorial (22), sustentan lo manifestado en el decreto, indicando las categorías de equipamiento e infraestructura por jerarquía de asentamiento y de la planificación territorial, respectivamente. Sin embargo, por la condición de anteproyectos de algunas leyes, se fractura la continuidad de la concepción integral de los asentamientos, por tanto, la planificación territorial también es afectada al concebir las diferentes escalas de planes, tal como el anteproyecto de Plan Regulador de Masaya (23).
En la actualidad el sistema de asentamientos se estructura en la Red Nacional de Asentamientos Humanos, con el objetivo de jerarquizarlos y clasificarlos. En teoría, la estructuración jerárquica nacional los divide en subsistemas de asentamientos humanos, comprendidos en departamentos y regiones completas, de acuerdo a la división político administrativa. Cada subsistema departamental está estructurado por subsistemas municipales, integrados por asentamientos humanos de varias categorías jerárquicas, de manera tal que cada centro de la estructura atiende a su población y su área de influencia con su propio equipamiento y prestando atención a la población de los centros de menor jerarquía (24).
El sistema de asentamientos humanos “o sistema de ciudades “ tiene una “distribución espacial de los núcleos poblacionales; así como de la jerarquía entre ellos, derivadas de su función, tamaño y clases de actividades que acogen” (25). La jerarquía a la cual se refiere es la siguiente: Ciudad Capital, Ciudad Metropolitana, Ciudades Grandes, Ciudades Medianas, Ciudades Pequeñas, Pueblos, Villas, Caseríos y Asentamientos Dispersos (26).
Esta clasificación está dada por la cantidad poblacional, desde mayores de 100,000 habitantes, hasta áreas con un rango menor a 500 habitantes; enfatizando la esencia de un sistema de asentamientos de carácter urbano con su respectivo equipamiento e infraestructura. Gráficamente la comprensión del sistema de asentamientos se auxilia del modelo elaborado por el Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos (MINVAH), en la década de los ochenta, sustentando el Sistema Urbano Nacional (SUN), realizado en esa década, y que sigue siendo utilizado en la actualidad (ver gráfico nº 1).
El modelo gráfico del SUN, apostó por priorizar la concentración poblacional como estrategia para la atención de las necesidades de las poblaciones que carecían de equipamiento social y de servicios de acuerdo a las categorías de asentamientos establecidas en ese entonces como: Centro Nacional, Centro Regional, Centro Secundario, Centro Intermedio, Centro Básico y Centro Integrador. Estas categorías sí responden al modelo presentado en el Gráfico Nº 1, en donde se ordena jerárquicamente cada elemento del sistema. Respecto a los asentamientos rurales, el SUN, que en teoría vendría a apoyar a la Ley de Regionalización (1982), planteó la política de urbanizar el campo, de descentralizar y desconcentrar las actividades y centros hegemónicos de Managua, de diseñar una política de atención diferenciada con el ordenamiento en forma accesible para los servicios básicos y en función del sistema productivo, entre otros (27).
En la actualidad el modelo gráfico del SUN ha sido modificado respecto a la denominación de la estructura de la red de asentamientos (ver gráfico nº 2). A pesar de ello, los gráficos nº 1 y nº 2 indican lo mismo, en cuanto a que el sistema de asentamientos se subdivide en un grupo de núcleos que gravitan sobre o alrededor de un asentamiento humano que tiene al menos la categoría de ciudad o cabecera municipal; sustentando la planificación sistémica del territorio indicado en Asamblea Nacional (28), y los planes que del ordenamiento territorial se derivan, viene a articularse con los diferentes niveles del sistema territorial.
El criterio de la autora respecto a la experiencia generada del funcionamiento de la red de asentamientos humanos, es el siguiente:
- La funcionalidad real del sistema de asentamientos obedece a un enfoque asistémico, debido que el ámbito y escala desarrollada está dirigido a lo urbano; siendo la planificación de lo rural, en el marco de los asentamientos, una carencia y debilidad, rompiendo así, el esquema conceptual de red sistémica;
- La noción de sistema de asentamientos en Nicaragua puede variar según las condiciones poblacionales y en esa medida fluctúa la condición de lo rural respecto a lo urbano, y el funcionamiento jerárquico de los mismos;
- Existe una relación de dependencia cuando lo urbano consume los productos generados por los asentamientos rurales; y no existe relación cuando lo rural no abastece ni mantiene a lo urbano;
- En Nicaragua la red de asentamientos rurales carece de planes específicos. Los primeros lineamientos se localizan en la Problemática Conceptual de los Asentamientos (1980), donde se hizo una caracterización de los nuevos asentamientos respecto a origen, reasentamiento, vínculo económico, estructura espacial, social, política y económica; sin un enfoque sistémico.
Para la autora el sistema de asentamientos humanos urbanos y rurales debe estar dado en una interconectividad que parte de la célula básica: las comunidades rurales (ver gráfico nº 3).
Desarrollo sustentable de los asentamientos rurales en Nicaragua
Para que exista sustentabilidad ambiental en los asentamientos rurales debe evitarse la insustentabilidad. Según Guimaraes (29), la sustentabilidad deja de existir cuando sucede lo siguiente:
- Prácticas culturales que son nocivas para el suelo agrícola, tal como las quemas; la pérdida de capa vegetal por erosión, la tala de bosques y por ende la consecuente desertificación; la contaminación de las aguas superficiales y subterráneas y sus efectos sobre la agricultura y la salud; entre otros;
- La migración rural masiva hacia las áreas urbanas, debido al poco o nulo apoyo para las áreas rurales, lo que produce una mayor presión sobre lo urbano, tal como: los servicios urbanos, congestión y contaminación, incremento de la pobreza urbana, crecimiento desordenado y desarticulado de los núcleos urbanos, aumento acelerado del déficit de vivienda por la alta tasa de hacinamiento y crecimiento poblacional, presión sobre los servicios básicos y de infraestructura, el suelo urbano, y la escasa oferta de empleo formal, aumento de los barrios marginales y proliferación de asentamientos irregulares e ilegales y con bajos índices de calidad de vida;
- La expansión urbana hacia las áreas rurales generando un flujo de migración rural urbana dentro del país y hacia otros países.
Se parte que el concepto de sustentabilidad implica la temporalidad, lo tecnológico y el financiamiento para establecer la permanencia o persistencia de la sustentabilidad ecológica (30), por tanto la dimensión del desarrollo sustentable debe de tener un enfoque holístico y sistémico.
El Plan Nacional de Desarrollo Urbano, contenido en el Plan Nacional de Ordenamiento Territorial, y en pro de la implementación de las políticas y acciones definidas por la Estrategia de Desarrollo Sostenible para Nicaragua; dentro de sus diferentes competencias prioriza el “desarrollo físico, urbano – regional y coordinación de las inversiones públicas de interés nacional” estableciendo que “es el sistema urbano nacional referente para la planificación urbana regional metropolitana y municipal” (31). Esto indica que la planificación del territorio se sujeta en la concepción sistémica nacional con un orden de prioridad en lo urbano y luego a lo municipal. Lo urbano se refiere a la planificación de la ciudad metropolitana, obviando a los centros urbanos de menor categoría y al área rural.
Se manifiesta que “la distribución y organización de la población en el territorio será acorde con el potencial natural y conforme a la ejecución de los proyectos de desarrollo y los planes estratégicos del Estado. La Red de Asentamientos Humanos se organizará a través de una estructura jerárquica según la función, tamaño poblacional y dotación de servicios de cada centro poblado” (32). Sin embargo, la realidad expresa que son las ciudades metropolitanas las que concentran mayor población, por ello se requiere para su sustento “fortalecer la organización y el desarrollo del sistema nacional de asentamientos humanos” tomando en cuenta “en forma priorizada los centros urbanos con alto crecimiento poblacional, especialmente los ubicados en áreas de desarrollo; y en el área rural se atenderán los centros poblados ubicados en zonas productivas de alto potencial natural” (33).
La política de ordenamiento territorial practicada está encaminada a lograr el desarrollo ordenado de un sistema metropolitano seguro y eficiente, que ordene el crecimiento de Managua, la ciudad capital, y promueva el desarrollo de ciudades secundarias e intermedias. Esta política pretende cumplirse en plazos de 5 años, 10 años y más de 10 años; es decir, corto, mediano y largo plazo, respectivamente, y por territorios afines, pretendiendo la atención exclusiva de las áreas metropolitanas hasta las ciudades cabeceras departamentales, enfatizando la prioridad urbana. Desde el punto de vista de la autora, para realizar la descentralización se debe de atender primero los centros poblados rurales y así evitar que las cifras de distribución espacial de lo urbano, se incrementen con el paso del tiempo en relación con lo rural.
La Política General para el Ordenamiento Territorial (34), fue elaborada con el objetivo de implementar una serie de medidas dirigidas a contribuir en la solución de los problemas del territorio e implementar un Sistema Nacional de Planificación Territorial. Su aplicación en los procesos de intervención para el uso sostenible de los recursos naturales y la prevención y mitigación ante fenómenos naturales, está estrechamente relacionada con otras políticas de Estado que persiguen elevar el nivel de vida de la población y reducir la pobreza extrema; entre estas políticas están: La Política de Población, La Política Ambiental, La Política de Descentralización y La Política de Reducción de la Pobreza.
De lo anterior, se concluye que en Nicaragua, tanto el anteproyecto de Ley General de Ordenamiento y Desarrollo Territorial (35), como la Política General para el Ordenamiento Territorial (36) y Lineamientos Estratégicos, y sus funciones principales, objetivos, política de Estado, como instrumentos de planificación; no contemplan el desarrollo sustentable de los asentamientos rurales ni la integralidad y funcionalidad de estos en la red de asentamientos humanos. La sustentabilidad de lo rural es proporcional a la identidad cultural.
Conclusiones
Existe una debilidad de la visión sistémica del territorio y de la estructura de redes de asentamientos humanos en Nicaragua, en donde predomina y consideran prioritariamente lo urbano, evidenciando serios problemas de sustentabilidad en la interrelación sistémica de los asentamientos.
Asentamientos humanos es lo urbano y lo rural, que contienen componentes que interrelacionados particularizan a cada uno de ellos.
Tanto lo urbano como lo rural debe de definirse bajo sus propias particularidades y no bajo la comparación de deficiencia de una con respecto a la otra.
La definición de lo urbano y de lo rural debe tener un carácter complejo desde el punto de vista perceptual con enfoque integral.
El concepto declarado de asentamiento en lo urbano y lo rural tiene que ver con el enfoque sistémico de esta investigación.
En Nicaragua la red de asentamientos rurales carece de planes específicos.
Recomendaciones
Hasta el momento los estudios de ordenamiento territorial no contemplan a los asentamientos rurales. Es preciso incluirlos para cumplir con la teoría sistémica que se plantea en los documentos oficiales, pero para ello se tiene que cambiar la práctica de atención de los asentamientos urbanos hacia los asentamientos rurales.
Establecer legalmente el concepto que le atañe a Nicaragua en relación a la definición de qué se considera como urbano y como rural.
Es preciso que las leyes actuales y las futuras manejen una coincidencia de términos y visión sistémica para evitar contradicciones que impidan aplicar y entender la lógica del ordenamiento territorial en Nicaragua.
notas
1
Centro de las Naciones Unidad para los Asentamientos Humanos (CNUAH), 2006 <www.cinu.org.mx>
2
LA GACETA. Decreto 78 – 2002. “Normas, Pautas y Criterios para el Ordenamiento Territorial”. Nicaragua, La Gaceta Diario Oficial, 2002.
3
CAPEL, Horacio. “La Definición de lo Urbano”. Reproducido por Estudios Geográficos, nº 138 - 139 (número especial de "Homenaje al Profesor Manuel de Terán"), 1975. <www.ub.es/geocrit/sv-33.htm>
4
PEÑA, Pablo V.; MEDINA, Juan Pablo C.; MORA, Saúl G. “Urbano – rural, constante búsqueda de fronteras conceptuales”. Revista de información y análisis, nº 20, México, 2002. <www.inegi.gob.mx>
5
LA GACETA. Decreto 46. “Ley de Derecho de vía”. Nicaragua, La Gaceta Diario Oficial nº 223, 1952.
6
LA GACETA. “Normas, Pautas y Criterios para el Ordenamiento Territorial”. Op. Cit.
7
ASAMBLEA NACIONAL. Anteproyecto de Ley de Urbanismo de la República de Nicaragua. 2004.
8
CASTELLS, Manuel. La Cuestión Urbana. México, Siglo XXI Editores, 1988.
9
VELARDE, Luis Fernando R. Introducción a la planificación territorial regional y urbana (aplicado al caso de Nicaragua). Managua, PEAUT – UNI, 2003.
10
Centro de las Naciones Unidad para los Asentamientos Humanos (CNUAH). Op. Cit.
11
LA GACETA. “Normas, Pautas y Criterios para el Ordenamiento Territorial”. Op. Cit.
12
ZABBINI, Enza; GRANDE, Silvia; DALLARI, Fiorella. “Relative remote rural areas of the Emilia – Romagna region to support policy decisión making. Departamento di Bologna.”. Julio 2007<http://mpra.ub.uni-muenchen.de/4661>.
13
GODOY, Susana M.; REBECHI, Osvaldo. El Sistema de Asentamientos Rurales de la Provincia de Corrientes. Sus perspectivas de desarrollo endógeno para la permanencia del hombre. Chaco, Universidad Nacional del Nordeste / Comunicaciones Científicas y Tecnológicas / Instituto de Planeamiento Urbano y Regional (IPUR) / Facultad de Arquitectura y Urbanismo (UNNE), 2004.
14
VELARDE, Luis Fernando R. Introducción a la planificación territorial regional y urbana (aplicado al caso de Nicaragua). Op. Cit.
15
LA GACETA. “Normas, Pautas y Criterios para el Ordenamiento Territorial”. Op. Cit.
16
Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER). Política General para el Ordenamiento Territorial. Nicaragua, CONADES / INETER / PNUD, 1998.
17
Alcaldía de Masaya. Plan Maestro de Desarrollo Urbano de Masaya. Nicaragua, 2004.
18
VELARDE, Luis Fernando R. Introducción a la planificación territorial regional y urbana (aplicado al caso de Nicaragua). Op. Cit.
19
Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER). Política General para el Ordenamiento Territorial. Nicaragua. Op Cit.
20
LA GACETA. “Normas, Pautas y Criterios para el Ordenamiento Territorial”. Op. Cit.
21
ASAMBLEA NACIONAL. Anteproyecto de Ley de Urbanismo de la República de Nicaragua. Op. Cit.
22
Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER); Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (MARENA). Anteproyecto Ley General de Ordenamiento y Desarrollo Territorial de la República de Nicaragua. Documento borrador. Nicaragua, Octubre 2003.
23
Instituto de Fomento Municipal (INIFOM). Anteproyecto Plan Regulador de Masaya. Programa de Fortalecimiento y Desarrollo Municipal. Nicaragua, INIFOM / BID NI-1086/SF, GPI / DOXA / CICODE / Comités Técnicos Urbanos (CTU) y Concejo Municipal, bajo la supervisión de la Coordinación del Componente Desarrollo Urbano del Consorcio. Diciembre, 2005.
24
LA GACETA. “Normas, Pautas y Criterios para el Ordenamiento Territorial”. Op. Cit.
25
Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER); Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (MARENA). Anteproyecto Ley General de Ordenamiento y Desarrollo Territorial de la República de Nicaragua. Op. Cit.
26
LA GACETA. “Normas, Pautas y Criterios para el Ordenamiento Territorial”. Op. Cit.
27
MONTENEGRO, Juan Francisco H. Desarrollo Territorial Urbano y Arquitectónico en Nicaragua, 1980 – 1990. Monografía para optar al Título de Arquitecto. Managua, Universidad Nacional de Ingeniería – Facultad de Arquitectura, 1993.
28
ASAMBLEA NACIONAL. Anteproyecto de Ley de Urbanismo de la República de Nicaragua. Op. Cit.
29
GUIMARAES, Joao; AVENDAÑO, Néstor; LATHROP, Guillermo; DIJKSTRA, Geske; AGURTO, Sonia. Evaluación y Monitoreo de las Estrategias de Reducción de la Pobreza en América Latina. Informe de País 2004: Nicaragua. La Estrategia de Reducción de la Pobreza en Nicaragua: Cambio y Continuidad. La Haya, Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo (ASDI) y el Instituto de Estudios Sociales (ISS), 2004
30
GLIGO V., Nicolo. Estilos de desarrollo y medio ambiente en América Latina, un cuarto de siglo después. Serie medio ambiente y desarrollo. nº 126. Santiago de Chile, Naciones Unidas / CEPAL / SIDA, 2006.
31
Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER). Política General para el Ordenamiento Territorial. Op. Cit.
32
Idem, Ibdem.
33
Idem, Ibdem.
34
Idem, Ibdem.
35
Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER); Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (MARENA). Anteproyecto Ley General de Ordenamiento y Desarrollo Territorial de la República de Nicaragua. Op. Cit.
36Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER). Política General para el Ordenamiento Territorial. Op. Cit.
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sobre el autor
Heimdall Hernández Hidalgo. doctora en Ciencias Ambientales. Universidad Nacional de Ingeniería (UNI). Programa de Estudios Ambientales Urbano Territoriales (PEAUT)