Cerca de 120 delegados provenientes de 15 países distintos participaron en la Asamblea General de la Asociación Internacional de Ciudades y Puertos – AIVP, organizada en Bilbao durante el reciente mes de junio, con la activa colaboración de la Ciudad y del Puerto de Bilbao, con el apoyo del Ente Público de Puertos del Estado de España, al igual que la Sociedad Bilbao Ría 2000.
La Asamblea General estuvo seguida de un Encuentro organizado en torno al tema de la gestión y las buenas prácticas en proyectos de desarrollo conjunto ente la Ciudad y el Puerto.
En ocasión de esta Asamblea General, los miembros del Consejo de Administración procedieron a elegir un nuevo Directorio para garantizar la Dirección de la Asociación. El Alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna Urreta fue elegido Presidente por unanimidad de los votos, manteniendo la Dirección General, Olivier Lemaire con sede en Le Havre Francia.
La elección como presidente de la AIVP del Alcalde de una gran ciudad portuaria, reconocida internacionalmente por la calidad de la renovación de sus espacios de interfaz Cudad-Puerto y su ambiciosa política de desarrollo portuario, ratificó la vitalidad de la Asociación y la importancia atribuida a la realidad del diálogo entre la Ciudad y el Puerto. Por otro lado, hay que recordar que la Autoridad Portuaria de Bilbao fue uno de los miembros fundadores de la AIVPen 1988,www.aivp.com. El recién electo Presidente tendrá la misión de continuar con el desarrollo de la red internacional de la Asociación y de llevar a buen término los proyectos emprendidos, en particular, la realización de la 10ª Conferencia Internacional de Ciudades y Puertos, que se celebrará en Sydney entre el 4 y el 9 de noviembre de 2006.
Planificación urbana y modernización portuaria: gestión y buenas prácticas
Hoy en día, las ciudades portuarias se ven frente a un doble objetivo. Por un lado, las Autoridades portuarias deben lograr responder lo más rápido posible a las expectativas de los operadores marítimos, crear un ambiente favorable para el desarrollo portuario económico y respetar los reglamentos internacionales en materia de seguridad y medio ambiente. Por otra parte, las Autoridades locales deben inyectar a la escala de la ciudad un nuevo desarrollo socioeconómico orientado a crear nuevos puestos de trabajo, mejorar la calidad de vida de sus habitantes y atraer inversionistas que aporten proyectos diversificados que se inscriban en el plazo.
Para satisfacer este doble objetivo, la Ciudad y el Puerto deben poner en práctica métodos de concertación y diálogo, colaborar en la elaboración de los planes de urbanismo, ya sean portuarios o urbanos, y basarse en una fuerte identidad que dé testimonio de una historia común.
En este sentido el objetivo de los Encuentros, celebrados durante el mes de junio pasado en el ámbito del Museo Guggenheim de Bilbao, consistió en identificar cierta cantidad de buenas prácticas y medidas adoptadas por las ciudades portuarias para hacer frente a las dificultades y crear una plusvalía recíproca, en ellos un conjunto de autoridades, representantes de Organismos de Desarrollo y de los procesos de planificación, expusieron a modo de ejemplo, importantes proyectos en marcha en las ciudades de Génova, Bilbao, Hamburgo y Buenos Aires, detallando el proceso de regeneración urbana que permitió a cada una de estas Ciudades encontrar un nuevo impulso a partir de estas iniciativas.
Reconstruir el puerto es reconstruir la ciudad
Asimismo y en ese contexto fue presentado el Primer Manual Guía de las Buenas Prácticas para el Desarrollo de Proyectos Urbano / Portuarios, el mismo ha sido el resultado de un Proyecto que ha reunido a cinco ciudades latinoamericanas y europeas.
El proyecto promovido por la Comunidad Europea a través del Programa Urb AL fue desarrollado de manera integrada, desde el año 2003, por las Ciudades de Marsella, Bilbao, Valparaíso, Montevideo y Rosario, bajo la dirección de la Asociación Internacional de Ciudades y Puertos y coordinado científicamente por el Doctor en Economía de la Universidad de Barcelona Joan Alemany y quien aquí escribe, integrante del Comité de Expertos de la AIVP.
El Programa ha permitido reflexionar sobre la posibilidad de integrar la actividad portuaria como un acontecimiento compatible con la vida urbana, destacando el diálogo entre la Ciudad y el Puerto como la palabra clave del desarrollo de este tipo de ordenamientos, en vista que las considerables necesidades de espacio que, sin duda, enfrentarán los puertos en los próximos años, hace fundamental que los grandes proyectos de urbanismo en la interfaz de la ciudad-puerto, tomen en cuenta también las posibles transformaciones portuarias, ampliadas de manera considerable, por ejemplo, a partir del tráfico de pasajeros en transbordadores, cruceros y de cargas de contenedores o de nuevas actividades como las de las universidades, la hotelería, los museos y los centros de exposiciones, que tienen un interés fundamentalmente colectivo y público.
En un contexto macroeconómico, esta diversificación del uso es importante desde el punto de vista del sistema local de muchas ciudades portuarias, que han pasado por lo general y en un lapso de 30 años, de una economía industrial ligada a un gran puerto a una economía postindustrial, que en cantidad de casos les ha provocado su obsolescencia urbana.
Se trata por lo tanto y por la envergadura de la infraestructura instalada de notables territorios, que han de optar por acciones directas e inmediatas a través de una política común de desarrollo y donde el éxito de estas políticas ha de pasar también, sin duda alguna, por un esfuerzo de sensibilización y de capacitación de la ciudadanía sobre la apertura a una nueva cultura urbana.
Como lograrlo, ha de ser uno de los mas trascendentes desafíos, para la red internacional de Ciudades Portuarias.
Roberto Converti, Buenos Aires, Argentina