“… a mi colega, hermano y amigo Arq. Arturo Chávez Gómez…”
Carta en lunes a las 0:30 horas
Amigo querido:
Son cerca de las 12:30 de la noche, Silvio Rodríguez suena de fondo...los míos se han marchado por dos días a Valencia... Yo debo escribir una ponencia para enviar a un Congreso a México... Empecé a rebuscar entre mis papeles, buscando citas, notas, apuntes.... La realidad del mundo actual es tremenda, muchos millones no tienen nada, como hace siglos; millones necesitan vivienda digna, aceras transitables, áreas verdes, escuelas, hospitales dignos con buena ventilación y tiritas en las estanterías, y médicos competentes en las consultas; alcantarillado; tomas de agua corriente; escaleras para llegar a su vivienda en la montaña; millones necesitan autobuses urbanos decentes; necesitan orden visual, urbano, arquitectónico...
Como vez mi disertación no es sencilla, porque el oficio del arquitecto fluye en la vida como la sangre en el cuerpo, se diversifica, se bifurca, se reparte... Hay que hacer proyectos, buscar clientes, hacer buenos presupuestos, conseguir buenos maestros de obra, tener buenos equipos de cómputo... Pero llevo ya años insistiendo en que también, requiere de tiempo para pensar, reflexionar, discernir, averiguar, constatar; y sabes amigo, ese es mi oficio de hace ya años... Soy poeta, y soy arquitecto... Pero mis ladrillos son las palabras, son los libros que leo y releo; hace años que neciamente (por aquello de no quitar el dedo del renglón) sigo intentando dar forma a 'otra arquitectura', paralela a los despachos, a los ordenadores, a los delineantes... Y es aquella que me preocupa sobremanera cuando camino por las calles sucias de México, calles repletas de chiringuitos, de venta de fayuca, de no viviendas dignas, de NO arquitectura.
Y buscando mis respuestas, y mis citas, y mis disertaciones, me encontré con un par de cartas tuyas, fechadas en el año 2000.... ¡Hace tanto amigo, hace tanto!....
La vida nos va llevando, conduciendo... se supone que por donde nosotros hemos elegido, pero muchas veces tengo mis dudas al respecto... ¿será que me estoy haciendo viejo?, quizás, soy un joven viejo... mis huesos a veces me duelen en exceso, pero la piscina dos días a la semana me ayuda a enfrentar la decadencia prematura de mi cuerpo... Hay días en que este mar de Barcelona se ve imponente, inmenso, gigante... otros días solo es un engorro, que nos hace chiclosos los cuerpos en verano, que se mete hasta los huesos en invierno... pero siempre, siempre, mires por donde lo mires, este mar de Barcelona me separa de lo mío la otro lado, me pone límite, se planta de frente y me dice... -tú, allá-... Otros días es tan amoroso y cachondo que te obliga a quererlo más y más cada día.
Quizás por eso muchas veces mis textos arquitectónicos dicen que les falta 'rigor científico' y debo corregirlos, para que pasen la censura de la cordura, de la ciencia.... Porque yo creo que mis investigaciones van más allá del método científico (aunque a veces 'solo yo' lo crea), porque no hace falta experimentar demasiado para saber de esta Necesidad amigo, esta eterna Necesidad que nos sigue acompañando como noche, como sombra, como ese frío salitroso que se mete hasta los huesos y no sale nunca... Porque uno como arquitecto, como poeta, como hombre debe necesariamente comprometerse con la vida... Con este rapidísimo instante en que nos toca habitar el mundo, en que nos toca transitar por el mundo, en que nos corresponde buscar afanosamente la sonrisa, la luz, el alba por entre las rendijas del neoliberalismo brutal y sádico en que se debate nuestra vida....
Buscando elementos sobre los cuales sustentar mis textos de 'escribidor de arquitectura' (eso de investigador no me gusta, ¿sabes?) me encontré a mi mismo de niño... Apareció una cartilla de vacunación con dosis que me pusieron entre 1970 y 1973, ¿quién fue la enfermera que me vacuno?, ¿con qué ánimo iría mi madre al centro de salud sabiendo que los primeros años de vida estuve tan enfermo?... Luego encontré mis notas de primaria, secundaria, mis diplomas de la Facultad... y los documentos de aquel viaje a Cuba a principios de los noventa que de golpe y porrazo, me sentó de culo en la realidad de la ineficiencia humana... Y parece que no, pero toda esta historia que tenía acumulada en carpetas estaba llena de arquitectura apropiada… Mi eterna búsqueda, mi eterna obsesión porque con la investigación, al menos, y presentándome en Congresos Internacionales de Arquitectura y escribiendo y escribiendo artículos, ponencias, propuestas, espero que logremos que este bello oficio nuestro, el de ‘Arquitecto’, llegue a todos esos millones que 'padecen' la ciudad, el barrio, el caos urbano pero que hasta hoy, NO HAN GOZADO DE ARQUITECTURA Y URBANISMO ASÍ, CON MAYÚSCULAS.
En fin querido amigo, es la una de la mañana... Hasta mañana, que descanses!...
Un abrazo fraterno
Siempre tuyo
Humberto
sobre el autor
Arquitecto por la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (1993-Graduado con mención honorífica). Doctor en Arquitectura por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, de la Universidad Politécnica de Cataluña. Tesis Doctoral: Carlos González Lobo... Caminos hacia lo alternativo dentro del ámbito conceptual, proyectual y contextual de la arquitectura” (2002 – sobresaliente). Investigador Independiente desde el año 2002