Oscar Eduardo Preciado Velásquez: Por ejemplo, ¿qué lineamientos rigen sus proyectos? Voy a mencionar algunas cosas, en la página dicen así: Al Borde es un modo de vida y encuentra en las grietas del sistema un nicho para operar. ¿Cuáles son esas grietas del sistema? Y eso ¿cómo están reflejadas en Ecuador esas grietas? ¿Dónde consiguieron ustedes esa oportunidad?
David Barragán: Que si vos analizas a profundidad todos los proyectos, muchos proyectos no nacen de manera tradicional. No nacen de que llegue un cliente a pedir de que le desarrolles un proyecto sino que más nacen de como nosotros vamos encontrando oportunidades en el camino y una capacidad de ir inventándonos o reinventándonos todo el tiempo para hacer cosas, para hacer lo que nos gusta. Porque si esperamos sólo lo que el sistema nos da, no encontramos un espacio de desarrollo profesional. Por ejemplo, en el hábitat 3 que fue la conferencia (de uno) acá en Quito en 2016, al lado nuestro, a dos pabellones nosotros hicimos el pabellón alemán y el contrato que nosotros ganamos con los alemanes era muchísimo más caro que el de la competencia, porque cuando nos invitan, todos los otros que fueron invitados pasaron los costos de lo que implica montar un pabellón, nosotros les mandamos los costos de lo que implica montar un pabellón pero con consciencia ambiental de que ese pabellón no puede ser botado todos los materiales después de una semana y que ese pabellón tiene que reciclarse con un fin social porque en abril había sido el terremoto.
Los alemanes inmediatamente dijeron listo, el contrato civil. Pero hay un riesgo de que no te contraten porque es el doble de caro, no se no me acuerdo cuánto es el porcentaje. Pero hay un interés en encontrar otras maneras de pensar, en encontrar otras maneras de trabajar, en siempre ser críticos con cómo funciona el sistema. El sistema de ferias es así, se montan pabellones de 16 días y después se bota todo a la basura, o el de Infonavit que estaba tres pabellones al lado nuestro, nos hacemos amigos de los de infonavit, ellos ven que el nuestro se recicla, y nos dicen – locos se puede hacer algo, nosotros les damos la segunda vida, nos costó un tiempo se proveedores del estado mexicano para que nos den a firmar el contrato, que ellos nos manden el dinero y poder montar ese comedor de niños. Entonces hay un montón de esas variables que nosotros vamos encontrando en todo lado para poder trabajar y poder producir.
OEPV: Entonces es como esa obra que nunca termina, digamos este proyecto que tiene un fin y tiene esa posibilidad de continuar en el tiempo (progresividad).
DB: En este caso no continúa en el tiempo con nosotros, el comedor de niños se monta y ahí se acabó. La segunda vivienda de ese pabellón alemán son unas viviendas, hicimos unos prototipos para entender cómo funciona el sistema inmobiliario del gran negocio de la reconstrucción y qué opciones hay de construir con participación de manera mucho más rápida y materiales locales. Pero eso termina ahí.
OEPV: Ustedes buscan la manera de reutilizar eso…
DB: Pero encontrar la oportunidad más que nada, de pensar ese proceso.