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research

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architexts ISSN 1809-6298

abstracts

english
This paper intends to show the changes of the post Industrial Revolution cities, mainly the ones settled in Europe and in Brazil. These changes turned town’s urban and built spaces extremely monotones.

español
Este artículo posee como objetivo clave mostrar como la ciudad ha cambiado después de la Revolución Industrial, tanto en Europa como en Brasil, tornando monótonos los paisajes urbanos construidos y los espacios edificados.


how to quote

MUNIZ, Euler. La post-modernidad creando ciudades monótonas en Europa y en Brasil. Una propuesta metodológica de proyecto para ayudar a cambiar este escenario. Arquitextos, São Paulo, año 16, n. 191.04, Vitruvius, abr. 2016 <https://vitruvius.com.br/revistas/read/arquitextos/16.191/5996>.

Unidades Habitacionais de Empreendimento CDHU [Flickr Creative Commons]

“today’s designs will inevitably become tomorrow’s problems” – Joseph F. Wong

Introducción

La Revolución Industrial ha cambiado mucho la manera de pensar y de vivir en  sociedad. La fábrica necesitaba de obreros y de compradores para las mercancías producidas. Una concentración mayor de gente en el espacio urbano, demandando nuevas moradas, es un facto en las grandes ciudades, parte como consecuencia del desarrollo fabril. Según Blay (1): “el problema de la vivienda social  en la gran ciudad [brasileña] no es sino la consecuencia de los problema económicos del medio rural, de la migración rural – urbana y de la inexistencia de trabajo en el medio urbano.” En Brasil, un flujo migratorio creciente hace con que una mano de obra calificada, en principio para la actividad rural, llegase a la ciudad y manejase maquinas aún desconocidas por estos empleados del campo. Según Coelho (2): “Hablar de vivienda social en Brasil es hablar de política, movimientos sociales, arquitectura. Es también comprender la complexidad de un país de 150 millones de habitantes, con más de la mitad de esa población viviendo en las ciudades.” La manera de morar en viviendas aisladas, típica del espacio rural, se ha cambiado en muy poco tiempo para rascacielos ubicados en el tejido urbano, cada vez más denso. “El movimiento migratorio de las zonas rurales para las ciudades principales de las Comunidades y de estas para el Sur del país se tornó un flujo continuado… Y al mismo tiempo se puede hablar de un vaciamiento del medio rural. El ininterrumpido crecimiento urbano de Brasil y la concentración en la región Sudeste hizo con que los problemas de viviendas sociales se turnen extremamente agudizados” Blay (3). Las megalópolis, reflejo directo del flujo inmigratorio campo – ciudad y de la imposibilidad de la retención de la mano de obra campesina poco calificada, es un problema clave para los ciudadanos y un dilema para los planeadores y administradores de la Post-Modernidad. “Se prevé que para el año 2050 más del 75% de la población mundial vivirá en ciudades. Ante esto, no se puede hacer vivienda sin ciudad y no se puede hacer ciudad sin vivienda” Habraken (4).

Alvin Toffler, un periodista nacido en 1928 en la ciudad de Nueva York – Estados Unidos, ha divido la Historia de la Humanidad, en su libro La Tercera Ola, publicado en 1980 con título original en inglés de The Third Wave, en tres grandes periodos: la Primera Ola, que empezó con la Revolución Campesina, y se caracterizó por las actividades de cultivo del campo - el hombre agricultor en substitución al cazador y recolector de los frutos existentes en la naturaleza. Esa Ola perduró por cerca de 10.000 años. La Segunda Ola que ocurrió después de la Revolución Industrial y se basó, según Toffler (5) en: “producción, distribución, consumo, educación, media, ocio, diversión y destrucción en masa. Combinando cosas como estandarización, centralización, concentración y sincronización tendremos un estilo de organización que llamaremos de burocracia.” El trabajo y la propiedad son puntos claves de este periodo y la locomotora de vapor la grande descubierta tecnológica para el transporte de masa, que sirve tanto para las mercancías, como también para los trabajadores, tratados como números en este período hasta en la arquitectura – el hombre tipo. Esta fase de la Historia de la Humanidad perduró por 300 años. Ya la Tercera Ola fluye con la Revolución de la Información. Es un período basado no más en la producción industrial, sino en el sector de servicios; donde los ordenadores, la comunicación, la robótica y los microprocesadores son los componentes tecnológicos más importantes. La información camina por las redes de computadoras. Hay una migración de los dispositivos y aparatos eléctricos, muy presentes en la Segunda Ola, para los electrónicos. El conocimiento y la información son puntos claves de este periodo. Las transacciones personales o comerciales ocurren en tiempo real y, en muchas de las veces, en ambiente virtual. El mercado cada vez más trata el hombre de manera individualizada. Productos distintos son hechos para personas diferentes. Las grandes corporaciones de la Segunda Ola están siendo sustituidas por pequeñas empresas que trabajan en red. No hay una sola compañía responsable por la producción, venta y distribución de los manufacturados; son redes internacionales que hacen estas actividades de modo colaborativo. La internacionalización es una realidad hasta en el medio académico. Existe hoy una movilidad mucho mayor de profesores y de estudiantes en todo el mundo. Investigaciones son hechas de modo colaborativo en varias partes del globo terrestre. La obsolescencia de productos es algo muy presente en la Post-Modernidad. La flexibilidad es la herramienta apropiada para convivir en una sociedad con muchos cambios. El conocimiento añadido es el grande diferencial en los productos ofertados.

La ciudad se ajusta o es diseñada para acomodarse o mejor adaptarse a los cambios de la sociedad. En el periodo de la Edad Media y anteriores, pequeños pueblos se constituían por medio de la yuxtaposición de las viviendas y las vías eran los espacios no edificables entre las construcciones. Aunque no parezca, a ojos inexpertos, desde este periodo ya había un planeamiento de la ocupación del suelo. Para Mumford (6) “El planeamiento orgánico no empieza con una finalidad preconcebida: se mueve de necesidad en necesidad, de oportunidad en oportunidad, en una serie de adaptaciones que se turnan, ellas propias, cada vez más coherentes y llenas de propósitos, de tal forma que generan un plan complejo final...” La primera edificación era hecha en la mejor ubicación existente. Era considerado el mejor sitio por su propietario por quedarse cerca de un espejo de agua, o por tener en su alrededor los materiales para su construcción, o aún por ubicarse de un modo a proteger los usuarios de los animales peligrosos o de vecinos indeseables. Había seguramente una razón lógica para la elección del sitio por la parte del dueño. La segunda edificación también era hecha a partir de la elección del mejor sitio remaneciente, que tanto podría se ubicar muy cerca de la primera o lejana de la anterior, dependiendo de rasiones subjetivas, como la amistad entre vecinos, u objetivas, como la facilidad de obtención de los materiales de construcción. Otras razones podrían influir en la toma de decisión, pero seguro era una acción reflexionada, planeada, y no una obra de la casualidad. Y así por delante, todas las construcciones posteriores eran hechas a partir de la mejor ubicación remaneciente, y esto nada más es de que un proceso de optimización, o sea, de la utilización racional y planeada de una gleba, de un espacio no edificado. Los pueblos, en principio, tenían la dimensión compatible con los desplazamientos a pie, o en el máximo lo alcanzable por alejamientos hechos utilizando caballos o carretas.

Conjunto Espontáneo. Comunidad de la Mare, Rio de Janeiro, Brasil [Captura de tela Google Earth]

Conjunto Planeado. Super manzana, Brasilia, Brasil [Captura de tela Google Earth]

Con la Industrialización, las ciudades crecen de tamaño y las mercancías pasan a ser transportadas por ferrocarril. Empieza el problema de la polución y la inserción de áreas verdes en la ciudad pasa a ser imperativa. En el periodo anterior la cobertura vegetal era natural y existente en el alrededor de las edificaciones. Con la dificultad de desplazamientos, por el tamaño de la ciudad, creada ahora en la escala de los vehículos, desarrollados para ampliar la calidad de la vida de los seres humanos; las calles y las avenidas pasan a tener una importancia bien mayor y pasa a ser el sistema viario el punto inicial de la gran mayoría de los planeamientos urbanos. La definición de las zonas, dentro del espacio urbano planeado, y de las avenidas como ligación entre ellas, necesaria para los desplazamientos de personas y de mercancías, que ahora ocurren por medio de coches, camiones o furgonetas, se cambiaron como puntos claves para el planeamiento de las nuevas ciudades. El marco inicial de una nueva ciudad es hoy la vía y no más la edificación como eran en los nacimientos espontáneos de nuevos pueblos. Para Mumford (7): “si el capitalismo tendría a expandir los dominios del mercado y transformar cada parte de la ciudad en una mercancía negociable, el cambio de las tareas normales urbanas, organizadas para la producción fabril en ancha escala, transformó las ciudades industriales en lúgubres colmenas, a humear activamente, a golpear, a chirriar, a expulsar nubes de humo doce o catorce horas por día, algunas veces durante las veinte y cuatro horas”. Los pueblos antiguos, de nacimiento espontáneo, eran construidos a partir de las edificaciones y las vías se presentaban como resultado de la ocupación del espacio natural. Las ciudades contemporáneas planeadas, empiezan con las calles y avenidas, por una decisión del planeador calificado, y las edificaciones se van poco a poco ocupando los bordes de las vías y se yuxtaponiendo en función de sus usos urbanos. “Sujeta a un modelo fordista, la producción de la vivienda, tanto del sector público como del privado, se valió de la repetición, la homogeneidad, la estandarización, la segregación funcional y la matemática de los grandes números como estrategias para atender la necesidad de hogares” Habraken (8). La división de la ciudad en zonas con usos diferenciados ha ampliado mucho los desplazamientos y el problema del tráfico empieza a ocurrir en las grandes ciudades.

La ocupación del territorio post Revolución Industrial y el diseño de los espacios urbanos brasileños y europeos

La intención clave en este apartado es presentar un estudio de la cuestión de la ocupación con viviendas del tejido urbano considerando dos puntos de vista: un primero que muestra una perspectiva desde Brasil y que ocurre a partir del análisis de la construcción de conjuntos de viviendas obreras en metrópolis brasileñas, y el segundo que presenta un análisis de la configuración, en territorio europeo, de ocupaciones hechas por conjuntos de moradas. Para Habraken (9): “la valorización de una estrecha relación entre la vivienda, el espacio público, la mezcla de usos y la movilidad, constituye una de las piedras angulares en la forja de ciudades con calidad de vida”. La calidad de vida no sólo considerada y comprendida por sus aspectos tangibles, físicos, sino también por las sensaciones psicológicas, emocionales y subjetivas que interfieren y que son la gran característica y diferencial de lo ser humano. Edificio y ciudad afectan sobremanera la visión, pero los ambientes natural y construido son percibidos, de manera diferenciada, por todos los sentidos del hombre. La ciudad produce olor, la edificación sensaciones táctiles, el ambiente natural sonidos, y el paisaje cultural sabores. La calidad de la vida debe priorizar la unicidad del hombre y las relaciones sociales, la convivencia en sociedad. El experto que crea el edificio y el espacio urbano debe tener como sujeto de su ejercicio profesional el hombre, sus intereses, sus necesidades y las relaciones entre los pares, con el sitio, con la edificación y con la ciudad.

Senzala. Dibujo de Jean Baptiste Debret

Ya había en Brasil, desde el siglo 17, la necesidad de viviendas para obreros en las haciendas, pues como los dueños de las tierras vivían en su local de trabajo, en las llamadas ‘Casas Grandes’, los obreros, en principio esclavos, se abrigaban en las ‘Senzalas’, designación portuguesa para las pequeñas viviendas, construidas muy cerca de la ‘Casa Grande’, donde esclavos dormían, atados, en esteras puestas sobre el suelo de arena o de ladrillo crudo. Estas mismas viviendas, sin muchos cambios, se tornaron las moradas de los empleados de las haciendas, y este idéntico modelo fue traído para las fábricas, ubicadas en el tejido urbano; pues en principio el dueño de la haciendas también pasó a ser el propietario de las industrias, ya que estas beneficiaban productos del campo. Con el aumento del número de empleados en las fabricas y también con la llegada de una mano de obra un poco más calificada, que venía en embarcaciones tanto de Europa, en su gran mayoría, como también de Japón, especializada en el cultivo de café; las viviendas construidas en el propio sitio de la industria no tenían más capacidad de albergar estos nuevos moradores o no contestaban a las demandas por viviendas presentada por este nuevo tipo de empleado, lo extranjero. Para Ferrari (10)“el ciclo de café preparó los caminos para el surgimiento de la industrialización. La ‘hacienda’ de café difiere, substancialmente, del ‘ingenio’ de azúcar. El ‘ingenio’ es autosuficiente, ruralista y aristócrata. La ‘hacienda’ es un forma de explotación capitalista del suelo, depende de la comercialización urbana y casi burguesa.” Casas con mayores dimensiones ubicadas en el tejido urbano fueron convertidas en conventillos y pasaron a abrigar no más una sola familia, sino un grupo de ellas. Esa densificación empezó a crear problemas de salud pública y los moradores de los conventillos fueros desalojados de la malla urbana sin un destino definido, por los responsables por el planeamiento del gobierno, lo que resultó en la ocupación de áreas de riesgo: pendientes de montañas o zonas inundables de los valles, ubicaciones que por sus características no interesaban al mercado de inmuebles. Las favelas de Rio de Janeiro nacieron así, como también varias zonas urbanas situadas en diversas ciudades brasileñas, incluso Fortaleza, donde se ubica esta investigación científica; viviendas que se pueden quedar destruidas, total o parcialmente, en los periodos de las lluvias, por efecto directo de las inundaciones o por deslizamientos de las pendientes, y que son regularmente reconstruidas por sus propietarios en los periodos de estiaje, por incapacidad financiera de ellos de adquisición de terreno regulares, no inundables y no sujetos a deslizamientos.

Para disminuir los impactos sociales de estas construcciones en áreas de riesgo, el gobierno brasileño creó el Sistema Financiero de la Vivienda Social, controlado por el Banco Nacional de la Vivienda. La propuesta era garantizar financiación de moradas para familias de baja renta. El gobierno brasileño prestaba dinero para que las constructoras desarrollasen conjunto de viviendas de bajo coste. Para Ferrari (11) “la crisis brasileña de viviendas sociales, como todos saben, no es coyuntural, decurrente de una catástrofe cualquier. Es institucional, estructural…” Los sitios elegidos por las constructoras eran, en su gran mayoría, lejanos de los centros de las ciudades, pues los precios de las fincas eran más sencillos y había también disponibilidad de tierra para grandes cantidades de edificaciones, lo que garantizaba un coste menor por el volumen construido, aunque los costes sociales eran monumentales; pues no había transporte urbano suficiente para la gran cantidad de gente, como también ni todos eran construidos cerca de las estaciones de ferrocarril, medio de transporte más apropiado para un volumen mayor de personas. Para facilitar la producción de las unidades de morada, el terreno era enteramente limpiado, retirándose todos los especímenes vegetales, y las edificaciones tenían el máximo de tres tipologías, como también sólo había dos o tres tipos de calles. Fue desarrollada también una manera de producción de las edificaciones, donde se aprovechaba la propia mano de obra de los adquirientes, aunque no estuviese bien calificada o fuese la más apropiada, pues el comprador no pagaría por su utilización – era el llamado Mutirão por los brasileños.

Edificación original. Fortaleza, Brasil [Foto del autor]

Edificación modificada por el adquiriente. Fortaleza, Brasil [Foto autor]

El gobierno brasileño evolucionó en esta propuesta y hoy prioriza la construcción de un número menor de viviendas en sitios más centrales y cerca de la infraestructura ya implantada. Como también la propia población fue cambiando las viviendas y calles construidas de modo igual, confiriendo personalidad a cada unidad edificada. La producción en serie, del mismo modo, causó efectos semejantes en buena parte del territorio europeo. Para Moya (12) “La industrialización limitaba el diseño arquitectónico con una tecnología utilizada sólo por rapidez y economía y con poca margen de modificaciones.” Las dos grandes guerras mundiales destruyeron casi ciudades enteras. Se necesitaba abrigar de nuevo la población superviviente en corto espacio de tiempo. Según Moya (13): “Desde los años 50 hasta finales de los 70 se realiza en Europa un enorme esfuerzo industrial en la construcción de viviendas, impulsado por la necesidad de recuperación rápida del enorme déficit y por la falta de mano de obra especializada…”. Se en Brasil la producción en masa generó la demanda por nuevas moradas, en Europa la destruición en serie produjo el mismo efecto. Hasta hoy se observa la repetición muy intensa de las edificaciones, a veces por más de dos o tres manzanas contiguas, eso tanto en áreas donde los costes de los inmuebles son más sencillos, como también en zonas de construcciones más caras.  Para Mumford (14): “los padrones que en principio eran empleados para las moradas de los pobres fueron, en el siglo 19, progresivamente incorporados en las viviendas de las clases medianas y superiores”. Para los constructores, en una investigación hecha en la ciudad de Madrid por el autor de esto artículo, las diferencias formales y constructivas entre los inmuebles os hacen significativamente más caros. Por otro lado, la producción en serie perfecciona los resultados por el efecto aprendizaje. Para los arquitectos, los proyectos semejantes en manzanas contiguas, son una forma de adecuación al mercado local y la manera más racional de producción de los inmuebles. Para ellos, el profesional debe hacer lo mejor delante de la realidad encontrada. Ya los propietarios, a su vez, entienden que la parte externa de la edificación es de la ciudad y la interna es la que pueden cambiar, confiriendo personalidad y identidad con el dueño. Tal vez sea un reflejo directo de una posición planteada por el marketing de ventas y absorbida integralmente por el comprador.

Repetición intensiva de la misma tipología de vivienda. Madrid, España [Fotos del autor]

Una propuesta de proyectos arquitectónicos únicos desarrollados para construcciones en serie.

Tomándose como base una afirmación de Rapoport (15), en una citación que hace en su libro Orígenes Culturales del arquitecto holandés Aldo van Eyck, de que “una edificación es una pequeña ciudad y una ciudad una grande edificación” se puede empezar la presentación de una Metodología de Trabajo para desarrollarse conjuntos de viviendas sociales, producidas en serie, para contestar demandas locales por moradas, por medio de una comparación con el proceso de producción de edificaciones hecho todos los días por los arquitectos y urbanistas, para el caso de Brasil, de modo a contestar las demandas de sus clientes. La primera fase del proyecto es la construcción de un Programa de Necesidades, que para ser adecuadamente desarrollado necesitase conocer los futuros usuarios de las edificaciones, y para eso comprender que los usuarios pueden, y en muchas de las veces, son distintos de los demandadores de los espacios construidos. El primero tipo de demandador es aquello que es el propio usuario de la edificación, como frecuentemente ocurre para los casos de las viviendas para una sola familia, donde el ocupante de la edificación es quien contrata el arquitecto y le dice cuáles son sus necesidades, deseos y capacidad de inversión en la nueva construcción. Un segundo tipo de demandador es lo que desea construir edificaciones comerciales, por ejemplo, donde en verdad los usuarios de la edificación nueva son los futuros clientes del demandador, aunque el demandador pueda también ser un usuario de la edificación. Un tercer tipo de contratante del trabajo del arquitecto es lo que hace inversión para venta. Para esto último caso, no hay un conocimiento preciso de los futuros usuarios de las edificaciones producidas.

Programa de Necesidades [Tabla del autor]

Con relación a las estrategias que pueden ser utilizadas por el arquitecto para la recolección de los datos necesarios para la confección del Programa de Necesidades pueden ser señaladas algunas, a partir de la tipificación del demandante del proyecto. Para el primero caso, donde el demandador va a ser el propio usuario de la edificación, la construcción del Programa de Necesidades se hace de un modo más simple, a partir de una entrevista directa con el demandador, y con las otras personas indicadas por él, y que con él van a utilizar la edificación después de construida. Para lo segundo tipo, en que los usuarios serán los futuros clientes del demandador, la recolección de los datos se complica un poco, pues más que con el solicitante del proyecto, deben ser consultados, los que pueden venir a ser los ocupantes de las unidades espaciales de la nueva edificación proyectada, y para eso se puede hacer entrevistas con usuarios de construcciones semejantes. Por fin, para el caso de inversores de mercado, deben ser oídos el demandador, los agentes de venta, que generalmente mantienen un contacto más directo con los adquirientes, por eso conocen sus deseos y aspiraciones, como también pueden ser hechos  levantamientos estadísticos de datos, a partir de una tipificación de los probables adquirientes y de preguntas hechas directamente a personas que componen este potencial mercado consumidor.

La construcción del Programa de Necesidades es seguramente la primera parte de la concepción de un proyecto arquitectónico, aunque en Brasil no sea debidamente valorada por la parte de los profesionales, que desean luego contestar la situación problema presentada con espacios y formas, como también no lo es la marcación de la obra, fundamental para la optimización de todas las tareas subsecuentes. Dentro de un Sistema de Gestión de la Calidad, el Programa de Necesidad más que simplemente un conjunto de deseos y demandas del cliente para la edificación futura, es un registro de calidad. En  esto documento, el proyectista presenta los apuntes de todas las aspiraciones de su cliente, material que debe hacer parte del pacto contractual, después de aprobado por el demandador. Sin definir ningún trazo, el arquitecto es capaz de discutir con su cliente el concepto del proyecto, como también cuantificar el área de las unidades espaciales, y por vía de consecuencia, la edificación como un todo. Como también se torna capaz de apropiar los presupuestos y evaluar se el terreno definido por el cliente, para la ubicación del proyecto, es realmente capaz de contener la edificación propuesta, considerando las limitaciones legales y las características del sitio. En verdad, es el arquitecto el profesional en Brasil más calificado para la correcta ubicación de los emprendimientos, pues tanto conoce todos los determinantes y limitaciones legales, como también identifica los vectores de expansión y de crecimiento de la ciudad.

Construcción colectiva del programa de necesidades [Foto del autor]

Después de aprobado el Programa de Necesidades por la parte del cliente el arquitecto y urbanista empieza a desarrollar el Estudio Previo. Para el caso de la vivienda social esta aprobación del Programa de Necesidades no es una tarea muy simple, pues generalmente se tiene un gran número de personas como demandadores del proyecto. Esta decisión debe ocurrir después de una presentación hecha para toda la gente, que conviene posteriormente ser dividida en grupos menores, dependiendo del tipo de composición familiar, y que por vía de consecuencia, resultará en viviendas distintas. La idea inicial es llegarse a un consenso por medio de votación, cuando esto no es posible se intenta la mayoría absoluta. Formularios y tabulaciones estadísticas pueden también ser utilizados para la toma de decisión final por la gente. Pequeños ayustes aún también son posibles en el periodo del desarrollo del proyecto.

Para el Estudio Previo, más allá que la simple contestación al Programa de Necesidades, el respecto a los determinantes de la ordenanza local y las características del terreno, el proyectista debe preocuparse con la constructibilidad, con la viabilidad económica y con la sostenibilidad del emprendimiento; como también con la inserción urbana, pues un conjunto de viviendas sociales es también un polo generador de tráfico, por la cantidad de personas que atrae para un mismo sitio. Las características climatológicas y el confort ambiental, considerando que aparatos para la producción artificial de las condiciones ambientales, necesarias al desarrollo de las actividades, agregan sobremanera costes accesorios que comprometen a la capacidad de inversión de los adquirientes de menor poder adquisitivo, deben también ser considerados para la determinación formal del proyecto; así como la funcionalidad, las relaciones entre las unidades espaciales, los flujos y la movilidad, tanto para la gente con todos los órganos de los sentidos en lleno funcionamiento, como también para los discapacitados, los niños, los obesos, las mujeres embarazadas y los mayores. Por fin, para la obtención de una planeada expresión gestáltica, fenomenológica y topológica del conjunto edificado, la coherencia estructural y la adecuación de materiales y técnicas constructivas son fundamentales.

Delante del escenario de la Post-modernidad, lleno de componentes efímeros, de diseños exclusivos y personales, de cambios de sitios y de relaciones, de desplazamientos regulares; se partió en esta proposta metodológica para la definición de objectos arquitectónicos compuestos por componentes modulares que se añaden definiendo las unidades espaciales, que pueden yuxtaponerse de varias maneras formando viviendas singulares, objetivando ayustarse mejor a los deseos y las capacidades de inversión de las varias composiciones familiares. Como también estos componentes, en principio prefabricados, pueden ser desplazados de modo a uno conseguir nuevas formas o mismo disminuir el área actual de la vivienda, garantizando posibilidades de ventas de los componentes, cuando cambios ocurren en las composiciones familiares.

Sólo como un ejemplo, considerando que el objetivo mayor de este artículo es la metodología; se definió nueve posibilidades distintas de composición de viviendas: Unidad Alojamiento, Unidad Alojamiento con Terraza, Unidad con una Habitación con Cama de Matrimonio, Unidad con una Habitación con Camas Gemelas, Unidad con dos Habitaciones, Unidad con una Habitación y una Tienda, Unidad con tres Habitaciones, Unidad con tres Habitaciones y una Tienda, y Unidad con cuatro Habitaciones.

Propuestas de unidades de viviendas [Proyecto del autor]

Las posibilidades de composiciones pueden ser mucho más variadas. La idea es que cada familia pueda construir su vivienda a partir de las unidades espaciales, contando con el apoyo y el conocimiento de profesionales capacitados para este fin, considerando para eso los costes de construcción y la posibilidad de inversión por la parte de cada grupo familiar. Para se crear una manera más simple de elección de la vivienda más apropiada para cada composición familiar, considerando no sólo las necesidades, sino también los costes y la capacidad de inversión de la familia, se partió de un modelo intuitivo que se asemeja mucho a de la elección de un coche en la Internet. Un aplicativo computacional hay que ser desarrollado, por equipos o investigadores más especializados en el área de informática, tras ayudar al trabajo de los arquitectos y de los demás proyectistas y diseñadores. Pero la idea máster es tener cada una de las unidades espaciales, con sus respectivos costes, y el propietario pueda elegir, a partir de sus necesidades y limitaciones financieras, las unidades espaciales que irá utilizar en su vivienda y la forma prioritaria, o más adecuada, de estas se relacionaren. Con estos datos, el ordenador puede crear un diagrama de partida, con lo cual los arquitectos pueden hacer los últimos ayustes, tras definir el aspecto formal final de cada vivienda aislada, como también definir las uniones y las aperturas de puertas y ventanas. Cada unidad espacial se queda definida respectando los parámetros impuestos por la ergonomía y por la ordenanza local.

Composición de los costes de las viviendas por Unidad Espacial [Tabla del autor]

Al quitar su simulación, cada propietario tendrá los costes del objeto final y la forma de financiación. Esto adquiriente puede reiniciar el proceso tantas las veces cuantas necesarias, hasta encontrar una composición edificio – costes que mejor se ayuste a los deseos de cada grupo familiar. Podrá aún elegir los colores de los componentes constructivos y también tendrá, en algunos casos, la posibilidad de elegir, se desea, su vivienda componiendo construcciones verticales u horizontales; todo esto respectando los principios de la optimización y de la sostenibilidad. Con todos estos indicadores, los arquitectos se quedarán aptos a realizar los proyectos de modo a contestar las demandas de los adquirientes de los inmuebles. Es un proyecto de creación por la parte de los arquitectos, pero ayudado por esto conjunto de parámetros previamente definidos.

Como el objetivo primero de esto trabajo es la definición de una metodología para el enfrentamiento de la cuestión de la vivienda obrera por medio de una propuesta de una edificación y de uno diseño urbano, y tomando en cuenta la calificación del investigador científico de arquitecto y urbanista y no de ingeniero de materiales, se partió para la definición de componentes modulares utilizados en profusión en Brasil y de fácil manejo por la parte de los obreros de la construcción civil. Seguro que pueden ser desarrollados, en trabajos posteriores, materiales y técnicas constructivas tras mejorar aún más el proceso de producción en serie de las unidades de morada, sin todavía disminuir los conocimientos adquiridos por medio de esta investigación científica y también sin decrecer el mérito de esto momento de adquisición de conocimiento. El conjunto de viviendas será compuesto por unidades horizontales y verticales, no que sea lo más necesario para esto estudio de caso, sino para se mostrar las posibilidades constructivas de cada uno de los modelos de edificación.

Para las construcciones horizontales se partió de los siguientes componentes constructivos

  • el embasamiento se pensó construido de manera continua, por medio de encofrados de madera producidos en el propio cantero de obra, hecho en hormigón armado y conteniendo huecos de modo a recibir tanto los pilares de madera, como las paredes prefabricadas. El encofrado será puesto sobre el suelo natural, antes de recibir el hormigón, después de se quedar nivelado
  • los áreas interiores del embasamiento continuo serán rellenados por ladrillos, que pueden ser hechos con base en material orgánico humano o animal, o aún de residuos de construcción
  • los pilares serán de madera, material muy presente en las construcciones brasileñas, moldeados a partir de medidas comerciales y con los ayustes tras recibir las placas prefabricadas que servirán de paredes
  • también son de madera las vigas que suportaran las cubiertas y las ventanas; v) las cubiertas serán con tejas de arcilla sobre entramado de madera
  • las paredes serán hechas de placas con base en compuestos
  • las puertas y ventanas serán las de producción industrializada
  • las tuberías también son las producidas en escala industrial, pero con la preocupación de racionalizar su utilización en el cantero de obras.

Ejecución de la vivienda de una sola planta [Proyecto del autor]

Ejecución de las viviendas con varias plantas sobrepuestas [Proyecto del autor]

Ya las construcciones conteniendo varias plantas sobrepuestas serán hechas con estructuras metálicas, soportadas por zapatas de hormigón armado u otro tipo de estructura que pueda ser moldeada en el cantero de obra y que resista a los esfuerzos exitentes. Vigas metálicas soportarán losas prefabricadas industrialmente y servirán de base para los pilares de madera de las viviendas. Vigas de madera soportarán ventanas y placas prefabricadas, del mismo modo que en el modelo anterior; como también, placas prefabricadas servirán de paredes. Se pensó en cubiertas jardines parcialmente protegidas por estructuras de membrana tensada, como una forma de se valorar la sostenibilidad y la proximidad con la naturaleza. Las tuberías tendrán tratamiento semejante al anterior y en ambos los casos se permitirán los cambios de las paredes prefabricadas. La propuesta es tener componentes constructivos con colores variados de modo a ofrecer una dinámica en el paisaje urbano, mismo que se tengan edificaciones muy semejantes. La idea es que se presente también la posibilidad de se ofrecer, en la misma finca, tanto construcciones horizontales como verticales; como también exista la posibilidad de algunas de las edificaciones poseen espacios para el desarrollo de actividades productivas. La idea central es uno tener, lo más posible, las funciones: habitar, circular, trabajar, salud, educación y entretenimiento muy cerca una de la otra.

La implantación priorizará la definición de zonas tanto para las viviendas aisladas como para las colectivas, así como se intentará ubicar las oficinas, tiendas y otros espacios domésticos, con fines de obtención o ampliación de la renta familiar, más cerca de las vías con mayor tráfico. Para esto ejemplo de implantación, se definió para cerca de la avenida que posee mayores dimensiones y mayor tráfico, los edificios con más densidad y conteniendo los espacios de morada que también albergan funciones de obtención o ampliación de la renta familiar. En verdad, el objetivo de este artículo no es presentar el desarrollo de proyectos, sino de metodología para el enfrentamiento de la cuestión. Estos edificios se quedarán ligados por pasillos para peatones, una gentileza urbana y una forma de aproximar, más aún, la población que se utiliza de las aceras de los puntos comerciales, en la parte interna de los edificios residenciales. Los inmuebles también serán dotados de aceras internas, tras facilitar la circulación tanto de los moradores como de los compradores. Objetivando proteger los usuarios de las construcciones de los sonidos producidos por el tráfico urbano y también como un espacio tanto para la ubicación de muebles urbanos y de ocio para la población, un área verde siguiendo los conceptos de parklets desarrollados en los Estados Unidos, fue proyectada entre la acera y el borde externo de las calles.

Situación planeada para un conjunto urbano [Proyecto del autor]

Las fajas de preservación permanente de los recursos hídricos, definidas por la ordenanza local, deben recibir un tratamiento paisajístico para que puedan servir tanto para el deleite como para el ocio de los residentes en la zona. La propuesta de la metodología es intentar, como ya dicho anteriormente, aproximar las varias funciones urbanas, un ejercicio de Centralidad. También fueron planeados espacios que sirvan tanto como Guardería Infantil, tras posibilitar el trabajo de los componentes familiares activos, como también para la enseñanza de los niños. Hay la previsión de un espacio destinado al tratamiento primario de la Salud, una forma de prevención de las molestias más graves que llenan los Hospitales en Brasil.

Fueron pensados también áreas para el aparcamiento de los vehículos de los residentes en espacios cerrados y colectivos, en la proporción definida por la legislación urbana local. Las calles también podrán ser utilizadas para el aparcamiento de los coches de los residentes y visitantes, priorizando el borde de la vía que no posee faja de bici. Zonas ubicadas en los dos extremos del sitio fueron reservadas para las construcciones unifamiliares, de modo a obtenerse un espacio urbano dinámico. Dinámica también debe ser la distribución de las composiciones familiares, de modo a que tanto las construcciones para una familia como las colectivas puedan recibir diferentes formas de composiciones espaciales.

Calles y aceras deberán recibir ayustes y comunicadores visuales de modo a facilitar su utilización por la parte de los discapacitados. Un área de la acera será reservada para la ubicación de los muebles urbanos y de árboles – la faja de mobiliario urbano y vegetación, siguiendo lo ya hablado modelo norte-americano de parklets, que contribuirán para la mejoría del confort ambiental local y de la calidad del espacio para los peatones. Fajas para bicis fueron planteadas en el nivel de las calles, pues propician mayor seguridad tanto para los peatones como para los propios manejadores de las bicis, con el objetivo de facilitar los desplazamientos, tanto por la parte de los que lo hacen por placer o como ejercicio físico, como también para los que utilizan de las bicis para desplazamientos hasta los sitios donde trabajan, a sus colegios, al espacio de ocio o mismo, para los que tienen su actividad laboral manejando bicis.

Fue pensada también en la limitación de la anchura de las vías para la circulación de los coches en el mínimo que turne posible y confortable la locomoción de pequeños camiones, principalmente los de basura que utilizan las vías con regularidad, de manera a tanto ampliar el espacio para peatones como disminuir la velocidad del tráfico local. Cuanto más ancha es la vía, mayor la velocidad utilizada por los manejadores de los vehículos, pues amplia la sensación de seguridad. Las edificaciones se quedarán apartadas de las aceras por muros hechos con los mismos materiales utilizados en las construcciones de las edificaciones.

Principales conclusiones

La creación de ciudades monótonas en la Post-modernidad, tanto en Europa como en Brasil, es una realidad que puede ser sentida hasta por la población menos experta, aunque no produzca en principio una reacción muy efectiva por la parte de la gente que vive en estas edificaciones o utiliza los espacios urbanos. Las razones son distintas, como mostrado en esto artículo, para esta monotonía. En Europa ocurre, en principio, como un reflejo directo de un esfuerzo de post-guerra que garantizaba abrigo para los que vivenciaron esa tragedia. Edificaciones semejantes facilitan el proceso de producción, disminuyendo los costes y acelerando la conclusión de las obras. Después, ya en el final del siglo pasado, como una estrategia para optimizar la producción en serie de las edificaciones, manteniendo costes accesibles a los adquirientes. Observase un cierto conformismo por la parte de los propietarios europeos de los inmuebles, y por eso la poca reacción delante del fato de la monotonía presente en los espacios urbanos, que creen que sólo la parte interior de las edificaciones son posibles de recibir cambios, ayustándose estos espacios a los intereses y comodidades de los dueños de las edificaciones. Ya en Brasil, la razón que lleva a la monotonía de los espacios edificados es la poca capacidad de inversión por la parte de la gran mayoría de los propietarios, lo que posibilita la lógica de la optimización de mercado, que estimula la producción de objetos semejantes como una forma de bajar costes. De una manera distinta de lo que ocurre en territorio europeo, en Brasil se observa que la gente, poco a poco, cambia las edificaciones, tanto en la parte interior como acostumbra ocurrir en Europa, como también en el exterior de los espacios edificados, confiriendo identidad y personalidad a los ambientes, como también una cierta semejanza con los gustos de los propietarios. A veces son cambios muy sencillos pero, que confieren unicidad a los espacios edificados.

La propuesta de un diseño bajo parámetros, metodología de proyecto presentada en esto artículo para ayudar a cambiar este escenario de monotonía de los espacios edificados, tuve como foco la cuestión brasileña, pues la población en principio, aunque no tenga tantos recursos financieros, presenta más deseo en poseer productos diferenciados. Sin duda, esta solución puede ser llenamente empleada también en territorio europeo. Es verdad que la producción de objetos semejantes acelera la ejecución de las unidades y baja los costes individuales, pero no se puede negar el papel desempeñado por el ordenador en estos últimos años, cambiando la vida de la sociedad y confiriendo más comodidad al ser humano. Necesario se hace que esta herramienta también pueda ayudar el proceso de producción de las edificaciones, confiriendo unicidad a los objetos arquitectónicos, de modo a mejor contestar a Programa de Necesidades diferenciados, como también garantizar que cambios futuros de estos deseos de los adquirientes posan ser contestados por la yuxtaposición o disminución de componentes modulares prefabricados. En un mundo en que, cada vez más, se atienden a los deseos con productos distintos, y que muchos de los artefactos hechos en la Post-modernidad son individuales, no es más admisible que una edificación, con valor de inversión financiera tan considerable, obligue a los adquirientes a ayustarse a ella y no que ella sea producida para las características singulares de las composiciones familiares.

notas

1
BLAY, Eva Alterman. A luta pelo espaço. Petrópolis, Vozes, 1978.

2
COELHO, Antenor. Habitação popular. Para refletir e agir. Sobral, UVA, 2007.

3
BLAY, Eva Alterman. Op. cit.

4
HABRAKEN, Nicolaas John; GIANNONI, Andrés Mignuci. Soportes: vivienda y ciudad. Barcelona, UPC, 2009.

5
TOFFLER, Alvin. The Third Wave. New York, Bantam Books, 1980.

6
MUMFORD, Lewis. A cidade na história: suas origens, transformações e perspectivas. Brasília, UNB, 1982.

7
Idem, ibidem.

8
HABRAKEN, Nicolaas John; GIANNONI, Andrés Mignuci. Soportes: vivienda y ciudad. Barcelona, UPC, 2009.

9
Idem, ibidem.

10
FERRARI, Célson. Curso de Planejamento Municipal Integrado – urbanismo. São Paulo, Pioneira, 1991.

11
Idem, ibidem.

12
MOYA, LUIS. La vivienda social en Europa. Alemania, Francia y Países Bajos desde 1945. Madrid, Mairea, 2008.

13
Idem, ibidem.

14
MUMFORD, Lewis. A cidade na história: suas origens, transformações e perspectivas. Brasília, UNB, 1982.

15
RAPOPORT, Amos. Origens culturais. In: Introdução à arquitetura. Rio de Janeiro, Campus, 1984.

sobre el autor

Euler Sobreira Muniz es arquitecto y urbanista con máster en ingeniería civil por la Universidade Federal de Ceará, doctorado en Periferias, Sostenibilidad y Vitalidad Urbana en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid, Profesor y Asesor de Planeamiento de Carreras de la Universidad de Fortaleza de la Universidade de Fortaleza.

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