"La conservación de esos lugares está relacionado con la vida personal de cada uno, de su patrimonio, es decir, con lo que te pertenece, lo que viene de tus antecesores. No se puede tener una conciencia patriótica, sin tener amor hacia eso. La conservación del patrimonio cultural es el cuidado de la memoria histórica de un país, por tanto se vincula estrechamente con el sentimiento de amor a la Patria. De ahí se deriva que cuando tu amas el patrimonio, amas su conservación” (Otto Randín González)
La conservación y recuperación de los bienes patrimoniales de valor ambiental y cultural, constituye uno de los objetivos primordiales a escala internacional, tanto en el medio urbano como en el rural, en tal sentido la intervención en los inmuebles de valor es un tema que ha alcanzado gran importancia, ya que el deterioro es uno de los principales problemas que castiga a las ciudades históricas.
Hay innumerables casos en que rescatar un edificio antiguo resulta más costoso que construir uno nuevo, pero hasta la opinión pública ha tomado conciencia del beneficio que tiene para la comunidad la perpetuación de edificios de importancia histórica o artística, así como de otros elementos que constituyen rasgos familiares. Es el caso del sistema religioso de la ciudad de Santiago de Cuba y específicamente de las iglesias del siglo XVIII, cuyo análisis será el objeto del presente trabajo.
El centro histórico urbano de Santiago de Cuba
La ciudad de Santiago de Cuba se encuentra situada al Sur y al extremo oriental de la isla mayor de las Antillas. Fue fundada en 1515 y siete años después obtuvo la condición de ciudad (1). La misma protagonizó un papel muy importante en la historia de Cuba durante el periodo correspondiente a las luchas independentistas. Su repertorio arquitectónico posee gran riqueza y variedad ofrecido por el tránsito a través de los diferentes periodos de su desarrollo: colonial, republicano y revolucionario.
El asentamiento de esta ciudad en un sitio en el que existe una ondulante y empinada topografía, donde el sistema de terrazas en el eje Oeste-Este de la ciudad histórica, generó la inserción y adaptación de las soluciones arquitectónicas a los diferentes niveles del terreno hace que se destaquen edificaciones que se levantan en verdaderos promontorios adecuándose armónicamente a ellos y donde se produce una relación visual con el mar como otro de los elementos que identifican y cualifican este el paisaje urbano santiaguero.
Su Centro Histórico Urbano (CHU) fue declarado Monumento Nacional en 1978, debido a la importancia del legado existente en sus edificaciones, condicionadas por la situación económica-social, política, y religiosa, de cada uno de los tres periodos de desarrollo anteriormente citados, elementos importantes para comprender la historia de la misma desde su fundación.
Actualmente las construcciones comprendidas dentro de los límites de la ciudad histórica que presentan algún tipo de valor, reciben una protección legal a través del Centro Nacional del Patrimonio Cultural y de la Oficina del Conservador de la Ciudad (OCC), las que tienen entre sus funciones la salvaguarda del legado histórico material y espiritual de la ciudad de Santiago de Cuba. Esta entidad señala como zonas priorizadas para la conservación en el territorio, el Centro Histórico Urbano (CHU), las fortificaciones del sistema defensivo colonial, el cementerio de Santa Ifigenia, los sitios históricos vinculados a la Guerra Hispano-Cubana-Norteamericana y el conjunto de construcciones agroindustriales cafetaleras promovidas por la inmigración francesa (2).
El sistema religioso santiaguero
La arquitectura santiaguera como expresión física en la ciudad histórica, muestra un rico patrimonio de los siglos 17, 18 y 19, En el Centro coexisten en la actualidad diferentes estilos arquitectónicos que han ido surgiendo con el transcurso del tiempo, por lo que pueden aparecer virtuosas casas coloniales, republicanas, nuevas inserciones y la conjugación de otros temas arquitectónicos como el sistema religioso.Todas estas particularidades le han hecho merecer su distinción como Monumento Nacional, mereciendo ser conservado por la significación cultural, histórica y social que representa para el país.
El sistema religioso jugó un papel muy importante en la primera etapa del desarrollo de la isla, junto a los sistemas defensivo y habitacional, representado por una arquitectura muy propia, materializada en una gran cantidad de edificaciones pertenecientes, fundamentalmente al siglo XVIII de la etapa colonial y que en estos momentos presentan un alto grado de deterioro.
Al fundar la villa de Santiago de Cuba, en 1515, las primeras construcciones se edificaron con materiales propios del entorno habitacional, en las que se aprovecharon rudimentarios conocimientos que tenían los nativos. Se alzó entonces la primera Parroquia, la Casa Constitucional, la Casa del Adelantado y la de otros distinguidos moradores. Se hace necesario mencionar que la primera iglesia se nombró Santa Catalina y que ocupó el sitio donde se encuentra actualmente el antiguo Vivac Municipal, en Aguilera y Padre Pico. En este lugar estuvo la primera Catedral cuando se realizó el traslado desde Baracoa a Santiago de Cuba en el año 1522 (3).
Según fue evolucionando la ciudad, así fueron naciendo las distintas edificaciones de los fieles católicos por todo el centro, dando honor a las distintas divinidades que llevarían su nombre. En todas estas obras se aprecia un desarrollo ascendente del diseño, desde el punto de vista conceptual y formal.
Así es sumamente interesante el empleo de materiales y el acabado en cada una de ellas, con singular particularidad la integración con el medio que logra una composición arquitectónica comunicativa. Ya en la segunda mitad del siglo XVIII las fachadas y sus interiores presentaban nuevas soluciones pero nunca fueron más allá de barroco de gran simplicidad.
Hoy en día se puede apreciar la presencia de estas iglesias erigidas en el siglo XVIII, algunas más desgastadas que otras, la de Nuestra Señora del Carmen sin su torre y sin su plaza, la de Santa Lucía, la segunda iglesia más antigua de la ciudad, la de San Francisco de Asís, con su convento y sin su fachada original, la de Nuestra. Señora de los Dolores, una de las representaciones arquitectónicas neoclásicas de mayor expresividad, la de Santo Tomás, notorio paradigma de la arquitectura colonial religiosa, la Santísima Trinidad con un renovado interior, pero ninguno de estos detalles le restan la real importancia que representa para la ciudad su existencia.
Destacan en el perfil de la ciudad las construcciones religiosas, las que llegan a constituirse en hitos o puntos focales de la trama urbana, estas iglesias católicas del siglo XVIII, localizadas en el Centro Histórico Urbano de Santiago de Cuba, Monumento Nacional, e hitos de la arquitectura colonial, carecen de reconocimiento y protección institucional directa, lo cual ha contribuido a su acelerado deterioro.
Valoración y propuesta para la protección de las iglesias del siglo XVIII
Para garantizar la salvaguarda de estas obras monumentales es preciso proponer acciones de conservación a partir de la definición de sus valores y las propuestas de grado de protección, conocer sus valores y aprender a respetarlos es una de las acciones principales para contribuir a su conservación .Las acciones de protección se orientarán con el objetivo de recuperar el bien patrimonial con un lenguaje acorde a las características arquitectónicas del entorno, preservando los elementos arquitectónicos que definen su forma de articulación con el espacio exterior.
Para realizar este análisis se precisaron las diferentes características arquitectónicas presentes en estos inmuebles, determinando sus principales valores atendiendo a lo establecido en la Ley n. 2 dictada por el Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco, según el artículo “La Instrucción Metodológica para la confección del expediente de una construcción para su posible declaratoria como Monumento Nacional o Local”, que define los valores históricos, artísticos-arquitectónicos y ambientales (4). Se consideró pertinente además evaluar los aspectos científico- técnico y social testimonial según método aplicado de acuerdo a lo planteado en las pautas de valoración (5) y lo definido por E. A. Haddad (6), por lo que estas evaluaciones aportan al proceso de categorización de lo bienes patrimoniales. A continuación, de manera resumida se muestran los valores que ofrecen estas iglesias y se realiza la propuesta de grado de protección.
La iglesia de Santa Lucía (1701)
Es la segunda iglesia más antigua de la ciudad de Santiago de Cuba después de la Catedral. Absorbe en sus cualidades los valores históricos, arquitectónicos-artísticos, ambientales, científico- técnico y social testimonial, representando un ejemplo de la arquitectura neoclásica en Santiago de Cuba. Su templo recibió entre otras celebridades, al ilustre Cantor del Niágara José María Heredia, figura representativa de la cultura cubana. Estos aspectos y otros ya mencionados la hacen merecedora del Nivel 2: muy valioso (7) por lo que se puede proponer que se le otorgue el grado de protección 1 (8).
La iglesia de Santo Tomás (1715)
Es una expresión de la arquitectura colonial religiosa. La torre campanario es el elemento más significativo de la fachada de la iglesia, careciendo la misma de componentes decorativos. La iglesia se adapta a la topografía asumiendo la pendiente del terreno por las características arquitectónicas que presenta, la altura de su campanario y su jerarquización en el entorno, constituyen un elemento puntual dentro de este contexto. La iglesia conserva casi totalmente el alfarje primitivo, y sus decoraciones internas conservan las características generales de templo.
Cuenta con una gran relevancia histórica como lo es el bautizo del Titán de Bronce: Antonio Maceo. Además tiene entre sus bienes un cuadro del siglo XIX de Nuestra Señora de la Santísima Virgen y las Ánimas del Purgatorio (la Virgen de la Caridad, Patrona de Cuba, 1845). Estos aspectos y otros ya mencionados la hacen merecedora del Nivel 2: Muy valioso, por lo que se puede proponer que se le otorgue el grado de protección 1.
La iglesia de Nuestra Señora de los Dolores (1722, remodelada 1989)
El edificio actualmente se levanta sobre un basamento, creando un espacio entre este y la Sala Dolores formando una especie de mirador. El conjunto está dotado de dos fachadas, la principal hacia la plaza que adquiere un carácter vertical dado por sus torres y la lateral hacia la calle Aguilera, ya no con el mismo nivel de jerarquía.
El edificio posee una volumetría compacta, teniendo mayor peso en su fachada principal. A ello contribuye no solo la simetría sino también su composición, en la que han sido utilizados elementos como el triangulo del frontón y las cúpulas que rematan las torres campanarios, que al culminar en linternas rematadas por cruces determinan una silueta llamativa al observador, sin dudas que es una de las representaciones arquitectónicas neoclásicas de la diversidad estilística existente en el Centro Histórico Urbano. Posee valores arquitectónicos – artísticos, pero también los históricos, ambientales, científico- técnico y social testimonial. Después de ser convertida en Sala de Conciertos, ha sido enaltecida por grandes figuras del arte del país y el mundo. La Orquesta Sinfónica, que tiene su sede en esta sala, ha estado bajo la dirección de importantes directores cubanos y extranjeros, siendo algunos de ellos los Maestros Alexander Frolov, Alexander Mijailov, Alejandro Julián Pérez, Electo Silva, Gonzalo Roig, Guido López Gavilán, Guillermo Villarreal, Hans Joachen Reeps, Horacio Azcárate, Jorge Luis Betancourt, J. Paul Penin, Rodrigo Prats, Tydo Dejan (entre otros). Estos aspectos y otros ya mencionados la hacen merecedora del Nivel 2: Muy valioso por lo que se puede proponer que se le otorgue el grado de protección 1.
La iglesia de San Francisco de Asís (1745)
Presenta valores arquitectónicos-artísticos, ambientales, científico- técnico y social testimonial. La iglesia que se admira, es resultado de la intervención del destacado arquitecto santiaguero Carlos Segrera, quien trabajó la antigua fachada convirtiéndola en ecléctica, en ella se aprecian los elementos decorativos con motivos frutales que se encuentran alrededor de los óculos de la fachada, como símbolo distintivo de su arquitectura. La iglesia constituye un elemento puntual dentro del contexto en que se ubica, por la gran área que ocupa, por el puntal que presenta y las características estilísticas que muestra. Se adapta a la topografía asumiendo la pendiente del terreno (9).
Ha sido fiel testigo del desarrollo socio-cultural de la ciudad santiaguera por más de dos siglos sirvió de escenario a la celebración de un concierto sacro, en conmemoración del Viernes Santo, bajo los auspicios de La Sociedad Filarmónica de Santiago de Cuba y la Sociedad Coral, ambas dirigidas por los hermanos Dulce María Serret y Antonio Serret, siendo esta la primera vez que en Santiago de Cuba se efectuó un acto similar (10). Su antigua función como convento, estuvo entre sus usos fundamentales; estos aspectos y otros ya mencionados la hacen merecedora del Nivel 2: Muy valioso, por lo que se puede proponer que se le otorgue el grado de protección 1.
La iglesia de Nuestra Santísima Trinidad (1787)
Dotada con los valores históricos, arquitectónicos-artísticos, ambientales, científico técnico y social testimonial, es un ejemplo del especial barroco santiaguero. La fachada es muy simple, no presenta gran carga decorativa en la misma pero es su sencillez la que hacen que su aspecto sea especial. Su fachada principal está dotada con tres puertas españolas delimitadas en su parte superior por un pequeño arco de medio punto, guarnecidas por unas pequeñas columnatas a sus lados con incisiones en toda su longitud. En su frente tiene un portal que guarda límite con la plaza que llevó su nombre. Presenta dos fachadas laterales que le proporcionan al edificio un estado apaisado por predominar la horizontalidad. Se deja ver el tejadillo de tres hiladas a todo lo largo de ella, presenta coherencia con su entorno, pero a su vez su imponencia formal la convierte en un hito local para todos. Está muy bien adaptada a la topografía del lugar mediante basamentos y una pequeña escalera, contiene elementos singulares que dan movimiento a la fachada en coherencia con las líneas horizontales de la misma. La historia la ha cubierto de relevantes personalidades como Guillermón Moncada y su madre, José M. Rodríguez, Pío Rosado y José Quintín Banderas, además de santos como San Antonio María Claret. Estos aspectos y otros ya mencionados la hacen merecedora del Nivel 2: Muy valioso, por lo que se puede proponer que se le otorgue el grado de protección 1.
La iglesia de Nuestra Señora del Carmen (1796)
Tiene incluidos los valores históricos, arquitectónicos-artísticos, ambientales, científico -técnico y social testimonial. Está vinculada además a una de las personalidades más importantes del país, como es el Presbítero Esteban Salas Montes de Oca, considerado el padre de la música cubana y cuyos restos descansan en esta iglesia. Entre sus características arquitectónicas y artísticas se presentan las líneas ondulantes y quebradas de la fachada, las que proporcionan un movimiento que denuncia su estilo barroco. Presenta una planta geométricamente rectangular con una sola nave, única con esta característica en Santiago de Cuba. La simetría de su fachada está compuesta por cuatro pilastras, dos en cada costado de la puerta, superpuestas entre sí, con un diseño muy simple (11).
Estos aspectos y otros ya mencionados la hacen merecedora del Nivel 2: Muy valioso, por lo que se puede proponer que se le otorgue el grado de protección 1.
Conclusiones
El análisis realizado junto el estudio de la Carta de Venecia documento fundamental en la historia de la conservación y la restauración u que ofrece la siguiente definición: “la noción de monumento comprende la creación arquitectónica así como también el sitio urbano o rural que nos ofrece el testimonio de una cultura particular, de una fase representativa de la evolución o de un suceso histórico. Se refiere no solo a las creaciones, sino igualmente a las obras modestas que han adquirido con el tiempo un significado cultural”, este planteamiento refuerza la posibilidad que de estas seis edificaciones pueden ser propuestas como Monumentos Nacionales, por lo que las acciones de conservación se hacen necesarias en cada una, como maniobras de protección. Atendiendo sobre todo a la necesidad de mantener las tradiciones arquitectónicas de estas construcciones y rescatar el patrimonio en peligro, lo que demanda no solo de cuantiosos recursos materiales y financieros, sino también de actuar a tiempo.
notas
1
PORTUONDO, Olga:”Trayectoria histórica de Santiago de Cuba: 1515-1707”, Revista Santiago, No. 26-27, Universidad de Oriente, Santiago de Cuba, 1977, p. 9-32
2
Decreto ley n. 204 del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros de la República de Cuba.
3
Archivo histórico del Museo Eclesiástico de la Catedral de Santiago de Cuba.
4
Acta de Comité Ejecutivo n. 14/07 de fecha 19 de julio de 2007 ratificado por Acta Plenaria n. 4/ 07 de fecha 2 de agosto de 2007, relativo a "pautas de valoración y protección de monumentos nacionales", la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos.
5
CABRERA, Mónica: La arquitectura doméstica de madera en Santiago de Cuba. Tesis en opción al grado científico de Doctor en Ciencias Técnicas, Tutor Dr. Arq. Roberto López Machado. Universidad de Oriente, Santiago de Cuba, 2007, p. 42.
6
AL HADDAD, Elìas. Valoración y categorización de los Bienes Inmuebles de Interés Cultural. Procedimiento y aplicación en Siria y Cuba, Tesis en opción al grado científico de Doctor en Ciencias Técnicas, Tutor: Dr. Arq. Ángela Rojas, ISPJAE; La Habana, 1995.
7
Nivel 2: Muy valioso: cuando la valoración indicada simbolice una significación a nivel nacional para el sitio donde se encuentre. Esta evaluación es válida para cada iglesia estudiada.
8
Primer grado de protección: Bienes de alto valor que deberán conservarse íntegramente y en los que se autorizarán y recomendarán las actividades que fundamentalmente tiendan a su conservación y restauración Esta evaluación es válida para cada iglesia estudiada.
9
NOEL, Álvarez; MILAGROS, Yadira. Propuesta de Anteproyecto para la conservación del Convento de San Francisco, Trabajo de diploma en opción al título de Arquitecto, Tutoras: Arq. Nancy Giraudy Rodríguez y DraC. Arq. Flora Morcate Labrada, Facultad de Construcciones, UO. 2010.
10
Diario de Cuba, Miércoles, 9 de Abril 1941.
11
DE LA FE PÉREZ, Aliana. Caracterización histórico-documental de las iglesias católicas del siglo XVIII en la ciudad de Santiago de Cuba. Propuesta para su conservación. Trabajo de diploma en opción al título de Arquitecto, Tutoras: Arq. Nancy Giraudy Rodríguez y DraC. Arq. Flora Morcate Labrada, Facultad de Construcciones, UO. 2010.
Bibliografía complementaria
Rodríguez Valdés, Roberto, Noemy Bárzana Rodríguez, Flora Morcate Labrada, Omar López Rodríguez: Apuntes sobre la arquitectura Santiaguera. Editorial Forum-Unesco, UPV, 2002.
Colectivo de autores: Oriente de Cuba. Guía de arquitectura. Sevilla, Junta de Andalucía, Dirección General de Arquitectura y Vivienda, 2002.
PORTUONDO ZÚÑIGA, Olga: Viñetas criollas. Santiago de Cuba, Ediciones Santiago, 2009.
PRAT PUIG, Francisco. El pre barroco en Cuba, una escuela criolla de arquitectura morisca. 2ª edición. La Habana, Ed. Diputación de Barcelona, 1995.
sobre las autoras
Nancy Amparo Giraudy Rodríguez, Arquitecta, Directora de la Oficina Técnica de Restauración de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Santiago de Cuba, Cuba.
Flora de los Angeles Morcate Labrada, Arquitecta, Doctora en Ciencias Técnicas, Profesora Titular del departamento de Arquitectura y Urbanismo, Facultad de Construcciones, Universidad de Oriente, Santiago de Cuba, Cuba.